Los Catavenenos como el firmante, para mejor advertir a sus señores, se inmunizaban ante cualquier ponzoña a base de trincarse preventivamente cantidades ínfimas de dichos tóxicos, así fuera la cicuta de Sócrates, el arsénico de Agripina o la cantarella de los Borgia.
Ese será nuestro cometido. Nos enfrentaremos con bravura a la multitudinaria tropa de la prensa de la caverna, cada vez más feroz, les sustraeremos un pellizco de sus productos y una vez demostrado que lo que no mata engorda, se lo ofreceremos a los lectores con todo nuestro cariño para que ustedes mismos juzguen sus cualidades.
Aldama sabe de buena tinta que la culpa de Valencia la tuvo Sánchez
Cada domingo, hasta donde el cuerpo aguante, el Catavenenos, que ejerció su oficio en el País entre 2010 y 2013, se enfrenta a la lectura de la alegre muchachada
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Por supuesto, Aldama. Llega un personaje a declarar ante un juez, y para lograr la libertad, dice que sabe que Juanito mató a hachazos a Pepito, a Pablito y a Alfonsito. Y entonces se produce la hecatombe, el caos se apodera del universo, estalla el Big Bang.
Para abrir boca.
Abc. Abre la barra libre el mismísimo director, Julián Quirós, para el que resulta revelación divina las acusaciones de Víctor Aldama. Y si el jefe habla, los asalariados del lugar están a seguir la estela: “Lo que acabamos de conocer es una brutal metástasis, que deja al poder abierto en canal, a partir de lo que al principio parecía un foco menor. Aquello que empezó como un asesor corrupto, Koldo, y se amplió a un ministro de la misma condición, Ábalos, se extiende ahora al número tres del PSOE, a la mano derecha de la ministra Montero y a su compañero Víctor Torres. Y luego está lo de Marlaska con Delcy, Teresa Rivera y hasta la mismísima Begoña. El broche lo pone Sánchez con su foto y el consiguiente agradecimiento por los servicios prestados”; editorial: “El contenido de la declaración de Aldama ante la Audiencia Nacional, al que la Fiscalía y el magistrado Pedraz, que lo puso en libertad, ven verosimilitud, es de tal gravedad que supone una apertura en canal del Ejecutivo y del partido”; Ignacio Camacho: “La confesión de Aldama es el testimonio compulsado de una malla de corrupción con conexiones políticas privilegiadas”; Álvaro Martínez: “Y ante este apestoso albañal por donde corre tanta porquería, los socios de Sánchez en el Frankenstein (…) se ponen a silbar como si la cosa no fuera con ellos, fingiendo que no huele tan mal”; José F. Peláez: “Solo hay alguien con menos credibilidad que Aldama, alguien en la base de la cadena de la cadena trófica, y ese es Sánchez”; Isabel San Sebastián: “Es triste que un comisionista de tres al cuarto, un advenedizo sin oficio ni beneficio, encumbrado merced al contacto de su hermano escolta con un ministro, tenga más credibilidad que el presidente del Gobierno de España. Tan triste como inapelable. Se lo ha ganado a pulso el inquilino de la Moncloa acumulando mentira tras mentira en su largo historial de embustes”.
El Mundo. Federico Jiménez Losantos nunca defrauda: “El problema de Sánchez es que él, su señora, su partido y su Gobierno han dejado tanto rastro delictivo que no hay que buscar pruebas, que sobran, empezando por la foto, sino de poner fecha a los delitos. Aldama lo ha hecho, y no es para agradecérselo, pero sí para aprovecharlo. No todos los días compruebas que tu país es una sucursal de un cartel del narcotráfico”; Rafa Latorre: “A pesar de que ya no suene exagerada la hipótesis de que Sánchez sea el primer presidente de la democracia española procesado…”; editorial: “Una confesión bomba con apariencia de veracidad. Los graves hechos relatados por Aldama y la cantidad de altos cargos señalados comprometen personalmente al presidente”. La Razón. Gran titular: “Desolación en el PSOE tras las acusaciones de Aldama”: “Es una bomba. El Gobierno encaraba con preocupación la declaración del ‘nexo corruptor’ que echa por tierra el cortafuegos de Moncloa”; Francisco Marhuenda: “A estas alturas ya no queda ninguna duda sobre la existencia de una corrupción sistémica en el PSOE (…) la realidad es que [Aldama] consiguió corromper a altos cargos del gobierno de Sánchez. La cuestión ahora es dilucidar judicialmente el alcance del escándalo, que será uno de los más graves de la historia reciente de España. En este aspecto no cabe ninguna duda. Aldama asegura que tiene pruebas que sustentan las graves acusaciones que ha realizado en sede judicial”. ¿No cabe ninguna duda, dice Marhuenda?
Esto que han leído es para que vean por dónde van los serios. Me van a permitir que les libere de sufrir la jarana y el bamboleo de los microbios en torno a este asunto. Pequeñeces.
¿Hay algo más, superado el trauma Aldama? Lo hay. Rápidamente, Ribera y Sánchez, el batiburrillo.
Abc. Ramón Palomar: “Que Teresita 'Nucleares' y muchos otros deberían de dimitir tras la catástrofe de Valencia, resulta evidente. Pero si no fuésemos tan laxos y tan mansos con nuestros políticos enganchados a sus chácharas de lenguas bifurcadas, sus viscosas opiniones mutantes bastarían para obligarles a renunciar porque personas de esa catadura moral no pueden ocupar puestos de responsabilidad”; Juan Manuel de Prada: “En cualquier país donde rigiese el imperio de la ley, un gatuperio tan sórdido y evidente significaría el fin de la carrera del sátrapa que lo permite y ampara (…) así la catedrática Begoñísima y el doctor Sánchez pueden tranquilamente mearnos en la jeta y presentarse como víctimas (de la ‘ultraderecha’, de los ‘seudomedios’, de cualquier conjura judeo-masónica que se les pase por el caletre o por el tafanario), porque saben que disponen de millones de zombis adscritos a su negociado ideológico que los defenderán a muerte, aunque se descubriera que celebran misas negras y se alimentan de niños crudos”. La Razón. Daniel Lacalle: “Ribera y Sánchez: activismo irresponsable, incompetente o criminal. Si ellos saben más que nadie de riesgos climáticos y, por acción, omisión e inacción, han eliminado infraestructuras clave que mitigan sus consecuencias, deben dimitir ”; Pedro Narváez: “El matrimonio, una vez pasado el calvario inútil del matrimonio gay, por el que hay cientos de parejas más en trámite de divorcio, es solo la unión de un boquerón y una anchoa, que es de sabor fuerte y salado. Ahora se unen Begoña y Pedro (…) el juez guarda tal vez la sospecha, el anhelo o la intención de pillar al marido a través de la mujer. Por el hilo se saca el ovillo. Ensartaría así el boquerón y la anchoa, esa es la cuestión. No está mal de aperitivo”.
Entramos en aguas turbulentas. Libertad Digital. Titular: “El CSIC que depende de Diana Morant pretende facturar al gobierno de Mazón por la ayuda tras la DANA. Les trasladan un presupuesto de 320.000 por analizar los lodos posteriores a la tormenta”. La llamada noticia, obviamente, es rotundamente falsa. El CSIC no pretende cobrar ni un céntimo. Editorial: “Las ideas de la izquierda matan más que el cambio climático (…) el ecologismo descerebrado y la incompetencia de la clase política es lo que mata a la gente; no el cambio climático, como asegura el presidente del Gobierno para zafarse de su responsabilidad en una tragedia que ya se ha cobrado 219 vidas humanas”; Agapito Maestre: “Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, es conocido mundialmente por no haber prestado a los habitantes de Valencia el auxilio necesario ni con la urgencia que exigían las circunstancias. Es el principal responsable de la penosa gestión de una catástrofe provocada por la gota fría. Nadie con un poco sentido común duda sobre el asunto. (…) Cuando un jefe de Gobierno se inhibe, o peor, no se pone al mando de una catástrofe de esta naturaleza, es juzgado moral y políticamente como alguien poco de fiar. Un ser despreciable”. The Objective. Javier Benegas: “Cuando el ecologismo mata. Lo sucedido en Valencia es, sobre todo, culpa de una doctrina: el ecologismo radical, que no sólo ampara a sinvergüenzas, sino que resulta muy peligroso”.
OKdiario. ¿Qué les parece este titular?: “Sánchez regala 400 millones a los países pobres tras exigir a Mazón que ‘si necesita más, que lo pida’”; otro: “Sánchez abroncó al Rey tras los altercados de Paiporta: ‘¿Por qué no te has ido conmigo? No lo perdonaré’. Este momento se produjo en un despacho del centro de emergencias de Valencia. Los gritos del presidente del Gobierno al monarca fueron escuchados por el resto del personal”. (Y esta cosa tan obscena, pregunta el Catavenenos, ¿puede desmentirla alguien? ¿Cómo contestar a semejante estupidez?); Eduardo Inda: “Adivina adivinanza, ¿por qué no han insultado ni tirado barro hoy a los Reyes en Valencia? (…) Esta vez no ha habido insultos, lanzamiento de bolas de barro o escupitajos (…) la respuesta es una perogrullada y es que no estaba Pedro Sánchez que es el que la lía siempre (…) Pedro Sánchez ya no puede ir por ningún lugar de España con tranquilidad porque, allá donde se planta, allá donde le insultan y donde le dicen de todo por su orden”; Fran Carrillo: “El cambio climático no mata. La realidad que la historia y los españoles comprobamos cada día es que, lo que mata realmente, es la izquierda golpista que utiliza las tragedias en beneficio propio, mata la maldad moral de un tipo como Sánchez (…) Lo que mata, en definitiva, es el ecologismo y su totalitaria matriz, el socialismo de terror, miseria y muerte”; a Álvaro de Marichalar cualquier día le da una alferecía: “[Ante la tragedia de Valencia] Una auténtica perversión criminal, la actuación de un presidente de Gobierno y de un comportamiento inhumano y amoral sin precedentes en Europa y en el mundo civilizado”. Y a Carlos Dávila, un soponcio: “Apresuradamente, se suele comparar a la coyunda Sánchez-Gómez con la de los asesinos Ceausescu. Puede ser: al cronista le recuerdan más apropiadamente a Stalin y a su mujer Nadezhda que, harta de su pareja, terminó pegándose un tiro en su propia habitación (…) No digo yo que en este caso la cosa finalice así pero, por si acaso, Begoña no debe seguir convirtiéndose en un clon de su marido”.
Llegados a este punto, una advertencia. El Catavenenos ha decidido hoy, ya saben que es un tipo tarambana y caprichoso, ir en algunos casos con intervenciones largas de nuestros grandes amigos. Un antojo.
El Debate. Nos vamos a Europa. Juan Carlos Girauta: “La nueva Comisión Europea trae un lastre que envenena los años futuros de la UE: la presidenta de la ruina del campo, la de la inmigración ilegal masiva y la del fanatismo climático, que unido a un climaterio encaprichado por un chulo de discoteca [Sánchez] (…) Para compensar, se acaba la infame presencia, al frente de la política Exterior y de Seguridad común, del antisemita profesional Josep Borrell. Un tipo que ha escupido sobre los principios más elementales (…) que peleó como un jabato enloquecido para negarle a Israel el derecho de Defensa, a ver si Hamás podía rematar la faena (…) Agarrando al zascandil Guterres de la manita, podrían desaparecer ambos de escena bailando juntos alguna cosa nazi”.
Una de Antonio Naranjo: “El pesimismo con respecto al castigo que casi todo lo que hace Sánchez merece está justificado: lleva casi una década perpetrando las peores fechorías, saltándose los controles de alcoholemia democrática con una melopea del catorce, deformando las reglas del juego con la constancia de un tramposo y los modos de un mafioso y sacando, de todo ellos, un beneficio espurio inversamente proporcional al daño que provoca en casi todos los órdenes. Este Fausto de extrarradio siempre ha pactado con Mefistófeles para que, a cambio de su alma, le dé la eterna juventud, el poder sin límites y quizá la fortuna económica que solo hubiera podido lograr de heredar los negocios del suegro, pues no parece que fuera de la política haya tenido algo parecido a una carrera de oficio conocido”.
Y Zoe Valdés. Pista, por favor: “[Sánchez] Está acabado no, lo siguiente (…) Se le percibe hasta en la forma de caminar, desgarbado, titubeante, como si pidiera a gritos que venga alguien a sostenerle (…) Pero… Está acabado, lo reitero con un gustillo sabrosón, no podría negarlo. Y, sépanlo, lo que peor lleva es que su enamorada haya pasado toda la noche con dos delincuentes en una habitación de hotel en un país ajeno, sin él y fuera de su control (…) Está, acabado no, hecho polvo; o sea, hecho mierda. No es ni la sombra de sus años mozos, sólo es una piltrafa disfrazada con un traje de un azul eléctrico”. Y Valdés sigue varios párrafos de la misma guisa…
Alguna cosa de Vozpópuli. Jesús Cacho: “Asistimos, casi sin enterarnos, al desmantelamiento progresivo del Estado y sus estructuras a conveniencia exclusiva del capo di mafia (…) Sánchez utiliza los impuestos como el atracador de bancos la recortada. Cualquier sector puede convertirse el día menos pensado en enemigo del Gobierno socialcomunista y sufrir las consecuencias. Pedro apunta, la comunista Yolanda jalea y Marichús dispara”. Y Pablo Sebastián: “Con tal de mantenerse en el poder, Sánchez está dispuesto a todo (…) puede que también, una vez que el juez Peinado se ha interesado por su situación matrimonial, podría ser capaz, aunque suene a disparate, de ‘pedir el divorcio’ a su esposa Begoña en caso de que viera amenazada su estabilidad política”.
Fin de fiesta. Salvador Sostres en Abc: “Bulo’ es el nombre que da la corrección política a la discrepancia. ‘Mentira’ es como nazi, que se entiende mejor que comunista. Y mentira es que los niños tengan vulva, que Israel bombardee hospitales o camiones de ayuda humanitaria. Mentira es que Zelenski sea un estadista, que Trump sea una amenaza para la estabilidad mundial. Mentira es el Nobel de la Paz de Obama, uno de los presidentes más sanguinarios de la historia reciente de EE.UU.”.
Buen domingo para todos. No inviten a Aldama a cenar. A saber lo que cuenta después.
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Los Catavenenos como el firmante, para mejor advertir a sus señores, se inmunizaban ante cualquier ponzoña a base de trincarse preventivamente cantidades ínfimas de dichos tóxicos, así fuera la cicuta de Sócrates, el arsénico de Agripina o la cantarella de los Borgia.
Ese será nuestro cometido. Nos enfrentaremos con bravura a la multitudinaria tropa de la prensa de la caverna, cada vez más feroz, les sustraeremos un pellizco de sus productos y una vez demostrado que lo que no mata engorda, se lo ofreceremos a los lectores con todo nuestro cariño para que ustedes mismos juzguen sus cualidades.
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