Hoy, cambio de registro en el inicio. “Os vamos a triturar” y “encapuchados”. Quiere el Catavenenos olvidar estas expresiones y no puede. Una y otra vez le resuenan en la sesera y su correspondiente bóveda craneal esas demostraciones palpables e indubitadas de la barbarie de un político. Pero no son esos los fines de esta modesta sección, que se conforma con limitarse a comentar y reproducir los medios de comunicación que con tantas tragaderas se comieron la infamia del bocachancla.
¿Qué puede llevar a unos redactores de a pie, sino la miseria profesional y personal, a escribir –sin confirmar con los compañeros agredidos– esa estupidez de los encapuchados? ¿Cómo es posible que trasmitieran tal cual esos deleznables bulos, increíbles por enloquecidos? ¿En sus medios ponen pasamontañas a los reporteros para asaltar viviendas? ¿Dónde han mamado estas criaturas la profesión? ¿Tienen estos alegres chicos algún límite ético, moral? ¿Podremos creerles alguna vez las informaciones que nos intenten colar, si sabemos que no confirman, que no comprueban lo que les suelta el primer descerebrado que les llama o les manda un whatsapp? Ocultemos sus nombres para no enrojecer de vergüenza a sus padres u otros seres queridos. ¿Y qué me dicen de los directores de esos medios, puro amor platónico, que nadie crea que defienden con uñas y dientes unas subvenciones sin las que no podrían vivir, algunos de ellos puros panfletillos ruinosos? Por ejemplo, Bietio Rubido de El Debate, pío empleado de la Asociación Católica de Propagandistas, hoy planto la ignominia y mañana me confieso. O del insigne José Apezarena, El Confidencial Digital, años generando una cosa que él llama periodismo. Por no citar al salvaje amo y señor de Libertad Digital Federico Jiménez Losantos, enseguida verán por qué el adjetivo, que no contento con esparcir el estiércol, se permite amenazar, como un matón fascista, a esos profesionales: “Alberto [González Amador] que es un bigardo, bien plantado, de familia militar, tendrá dos amigos. Y si no, Desokupa. Y el primero que aparezca por ahí metiéndose tiene un accidente, se rompe tres huesos. Esto lo entienden a la perfección”. ¿Es o no es brutal?
Permitan al Catavenenos que extienda el manto de la miseria a los cuates que tan ricamente han secundado la extorsión. Sin irnos lejos, Francisco Marhuenda, el director de La Razón: “Con respecto a Rodríguez es uno de mis mejores y más queridos amigos. Una buena persona a la que están linchando, porque todo vale con el fin de proteger al inquilino de La Moncloa y destruir a sus rivales. Sánchez y sus colegas no perdonan las humillantes derrotas que han sufrido de manos de Ayuso”. O el silencio cobarde de El Mundo, ellos siempre tan osados, ante los bulos y las feroces amenazas de Ayuso y MAR, MAR y Ayuso. También El Confidencial, donde Javier Caraballo escribe lo siguiente: “Begoña, Ayuso y la prensa perra. La prensa en España vive momentos de vergüenza ajena, con medios que se han escorado hacia el partidismo militante, sin que ningún reparo deontológico pueda frenarlos”. ¡Y lo escriben en El Confidencial!
Sólo así se entiende, ya inmersos en este lodazal de absoluta falta de profesionalidad y decencia, que otro destacado soldado de la legión, The Objective, titule una información de la siguiente manera: “Un club ligado a Begoña Gómez fue puesto en alquiler a los dos días de estallar el 'caso Koldo”. Si bien hay que leer el sumario: “El local que, al menos en el pasado perteneció a la familia de la mujer de Sánchez, se arrienda por 180.000 euros”.
Éste es el nivel de la prensa de la derecha de este país, como todos los domingos pueden leer en esta humilde sección. Así que a lo nuestro. Un poco de defensa enfervorizada de Díaz Ayuso, con flores a Isabel, que madre nuestra es y otro poquito de Gobierno y Puigdemont.
Nuestra vida por la reina del vermú, gritan sus fieles escuderos. Y resumimos, que la nómina es inacabable. Abc. Isabel San Sebastián: “[Sánchez] ha emprendido una campaña personal contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (…) Una cacería fundamentada en falsedades y medias verdades”; Jon Juaristi: “En cuanto a Jezabel Niña Isabel, no me preocupa tanto que alardee de poner la mano en el fuego por su novio, sino lo de meterse en la cama con quien le pete. Cosas así ponen de los nervios a mucha peña del enemigo, empezando por el jefe supremo, en cuyo odio por la presidenta madrileña cualquiera puede advertir un componente oscuro, celotípico, morboso, inconfesable, enfermizo, libidinal”. El Mundo. David Mejía: “El despotismo y el novio de Ayuso. Un Gobierno que ha normalizado los pactos con prófugos y convictos no es el más autorizado para señalar a una rival por amancebarse con un (supuesto) defraudador”.
Siempre en primera línea La Razón y su director, Francisco Marhuenda: “El sanchismo ha ampliado la Operación Ayuso para incluir a su director de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, conocido como MAR. Hay que reconocer que actúa de forma implacable como sucedió con el Blitzkrieg, la operación relámpago que lanzó Alemania en el inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa”. Como El Debate, por supuesto. Su director, Bieito Rubido: “La forja de una lideresa. El acoso con el que el sanchismo y sus terminales mediáticas –la mayoría de ellas de capital extranjero– tratan de abatir la moral de Díaz Ayuso no tiene precedentes en la historia reciente (…) Díaz Ayuso no va a ceder y el vómito diario de ellos solo traerá hedor”.
Vamos con la carga de los aguerridos burkas. Libertad Digital. Pedro Gil Ruiz: “Mientras, las palmeras de Sánchez en su campaña contra la presidenta de la Comunidad de Madrid compiten con esas ‘compañeras’ que describe Wenceslao Fernández Flórez en El terror rojo. (…) Malajes que nada pueden contra una superheroína madrileña con superpoderes tabernarios que la protegen contra la criptonita del ‘Eje del Mal’. ¿Para cuándo una serie de Marvel con ella de prota?”; el propio Federico Jiménez Losantos, siempre presente en cualquier porqueriza: “La persecución de Ayuso por Sánchez recuerda a la de María Corina Machado y sus colaboradores por Maduro: se trata de destruir personal y políticamente a un enemigo político cuya popularidad lo arrasaría en las urnas”; Pilar Díez: “A Sánchez y sus perros de presa mediáticos se les está yendo la olla con Ayuso. Va siendo hora de que actúen los tribunales y la policía”. Pedro Tena: “Pedro Sánchez desata, una y otra vez, a sus perros amaestrados tratando de amedrentar e incluso de morder, no al PP ni a Alberto Núñez Feijoo, sino a una presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso”; Jesús Fernández Úbeda: “El Gobierno y sus socios se han empeñado en convertir el hemiciclo del Palacio de las Cortes en un patíbulo donde ajusticiar a Isabel Díaz Ayuso”. Y ahora, OKdiario. Eduardo Inda: “No tengo duda alguna de que fue Sánchez el que ordenó pegar a su bestia negra, Isabel Díaz Ayuso, por pareja interpuesta (…) Si no dices amén al caudillo monclovita, si osas cantarle las cuarenta, cuentas con todos los boletos para que el aparato del Estado te aniquile”; Pilar R. Losantos: “Defender a la presidenta de la Comunidad de Madrid (…) es defender la dignidad de todas las mujeres (…) Lo que está pasando con ella es una vergüenza. Un escalón más de decadencia en el universo sanchista”; Pedro Corral: “El objetivo esencial del ataque es precisamente su condición femenina, atropellada por un machismo radical que no duda en imputarla, juzgarla y condenarla por el hecho mismo de ser una mujer libre”.
Mención especial para Vozpópuli, que se ha ganado el pirulí de dos sabores con su ingente trabajo. Miquel Giménez: “¿Que MAR ha dicho cuatro cosas a una periodista? Bueno. ¿Qué a un amigo se le pueden decir? Pues claro. (…) Pero lo que antes se llamaba castellano recio o carácter fuerte ahora esas flores de pitiminí del periodismo sanchista lo denominan lenguaje poco apropiado, heteropatriarcal y filofascista y a tener carácter ser machista, homofóbico, hidrofóbico y metabólico”. Y focos, más focos, para Jesús Cacho: “La peste roja que esta semana ha invadido nuestro castillo sin almenas ha tenido la forma (…) del caso Ayuso, o el intento de destruir con toda la artillería disponible la imagen de una mujer que desde la Real Casa de Correos se ha erigido en emblema de esa parte de la sociedad española que se resiste a perder su libertad (…) y a ser conducida mansamente al matadero del apestoso estatismo (comunismo rancio) que nuestra reaccionaria izquierda le quiere imponer”. Ahí. Sin propofol.
Gobierno y Cataluña. También apretamos, que hay para varios rollos de papel higiénico. Quedémonos con una muestra.
Abc. Isabel San Sebastián: “La amnistía a los golpistas parecerá un burdo ensayo cuando empiecen a desfilar los peores matarifes etarras hacia los actos de homenaje organizados por su brazo político con el gentil beneplácito de Pedro Sánchez”; Carlos Herrera: “El informe del CGPJ (…) es una forma de situar al Gobierno de este arrebatacapas ante la realidad de su sinrazón. (…) La Ley de Impunidad podrá salir adelante, pero dejará un rastro de asco y de mierda que nos hará peores como sociedad y como individuos”. El Mundo. Arcadi Espada: “Contra la reconciliación. El nacionalismo es una idea podrida que alojada en el cesto común pudre todo lo que toca”, o esta otra, aún mejor: “Los nacionalistas se han dedicado a frotar el esmegma por la cara a sanchez (sic) en toda ocasión”; Santiago González: “No estamos tan lejos de que el pastelero loco [Puigdemont] retire su apoyo a este infame que ocupa la Presidencia del Gobierno, a la que llegó con malas artes, mentiras y sentencias perversas de alguno de sus cómplices”. La Razón. Francisco Marhuenda, que firma sus artículos como catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE), quizá se pasa un poco: “No hay que ser un fino jurista para constatar que la proposición de ley de Amnistía (…) es una de las mayores chapuzas de nuestra historia legislativa. No me refiero a los últimos años o décadas, sino desde los primeros textos que se elaboraron en la Hispania Romana”. Más fieros. OKdiario, Carlos Dávila: “España (…) es un patio de monipodio que reúne a maleantes de toda condición, algunos de los cuales pretenden seguir gobernándonos. Y al frente de todo este instalache de basura el causante de todos los males nacionales: el individuo sin principios que atiende por Pedro Sánchez Pérez-Castejón”.
Párrafo entero para El Debate. Algunos a pares. Alfonso Ussía. Una: “Para asegurar la abundancia en las despensas y neveras de sus casas, los diputados socialistas, han puesto el culo a capricho del monclovo y han retornado a sus hogares, lacerados y contentos”. Y dos: “En Sánchez se acumula el odio de 1918. Y lo malo es que, de seguir así, Sánchez va a pasar de cantar La Internacional a ejecutar su texto sin miramiento alguno. Y no estaremos en la España de 1936, sino en la Rusia de 1918”; Luis Ventoso: “Érase que se era un país, antaño ilustre, conocido ahora como Psoeistán. Gobernaba sin haber ganado las elecciones Mi Persona, un visir narcisista de porte perdonavidas (…) Psoeistán se había convertido en una satrapía, pues imperaba el capricho de un déspota”. Dupla también de Antonio R. Naranjo: “Pedro Sánchez es un forajido con la placa de sheriff, comprada a otros forajidos a cambio de su impunidad”. Zoe Valdés: “El Gobierno de España es comunista, ciento por ciento. Nadie miente más que los comunistas, no hay un sólo segundo que este Gobierno deje de mentir. Mienten como respiran, y la respiración les ha mutado en sofoco (…) La democracia está muerta en España, su asesino tiene un nombre: PSOE Sánchez”.
Unas gotas de Vozpópuli. José Alejandro Vara: “El independentismo acaba de tomar el mando de la situación. Controla, dispone, exige, dicta, humilla. Sánchez hace que gobierna, pasea su palmito por fotos y foros pero se limita a obedecer, con vergonzante sumisión, a quienes le aseguran su continuidad”. Otras de El Confidencial. Rubén Amón: “Los cuervos nacionalistas le arrancan los ojos a Sánchez. La amnistía no ha calmado el furor de los falsos aliados, sino que ha estimulado un camino de chantajes que se han expuesto en la vergonzosa reunión de Ginebra”. Y, por fin, una más del mismo autor: “Ya ha ganado Puigdemont. La estrategia de victimismo propia y la complicidad siniestra de Sánchez han homologado la teoría y práctica del estado opresor (…). Puigdemont ha convertido a Sánchez en un siervo”.
Ya. Que ustedes tendrán que comer, cenar o lo que les pete.
Hoy, cambio de registro en el inicio. “Os vamos a triturar” y “encapuchados”. Quiere el Catavenenos olvidar estas expresiones y no puede. Una y otra vez le resuenan en la sesera y su correspondiente bóveda craneal esas demostraciones palpables e indubitadas de la barbarie de un político. Pero no son esos los fines de esta modesta sección, que se conforma con limitarse a comentar y reproducir los medios de comunicación que con tantas tragaderas se comieron la infamia del bocachancla.
¿Qué puede llevar a unos redactores de a pie, sino la miseria profesional y personal, a escribir –sin confirmar con los compañeros agredidos– esa estupidez de los encapuchados? ¿Cómo es posible que trasmitieran tal cual esos deleznables bulos, increíbles por enloquecidos? ¿En sus medios ponen pasamontañas a los reporteros para asaltar viviendas? ¿Dónde han mamado estas criaturas la profesión? ¿Tienen estos alegres chicos algún límite ético, moral? ¿Podremos creerles alguna vez las informaciones que nos intenten colar, si sabemos que no confirman, que no comprueban lo que les suelta el primer descerebrado que les llama o les manda un whatsapp? Ocultemos sus nombres para no enrojecer de vergüenza a sus padres u otros seres queridos. ¿Y qué me dicen de los directores de esos medios, puro amor platónico, que nadie crea que defienden con uñas y dientes unas subvenciones sin las que no podrían vivir, algunos de ellos puros panfletillos ruinosos? Por ejemplo, Bietio Rubido de El Debate, pío empleado de la Asociación Católica de Propagandistas, hoy planto la ignominia y mañana me confieso. O del insigne José Apezarena, El Confidencial Digital, años generando una cosa que él llama periodismo. Por no citar al salvaje amo y señor de Libertad Digital Federico Jiménez Losantos, enseguida verán por qué el adjetivo, que no contento con esparcir el estiércol, se permite amenazar, como un matón fascista, a esos profesionales: “Alberto [González Amador] que es un bigardo, bien plantado, de familia militar, tendrá dos amigos. Y si no, Desokupa. Y el primero que aparezca por ahí metiéndose tiene un accidente, se rompe tres huesos. Esto lo entienden a la perfección”. ¿Es o no es brutal?