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Temblores en Galicia y zurra a Marlaska

17 de febrero de 2024 22:13 h

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Aterrorizados. Temblor de canillas. ¿Y si perdemos Galicia? Orden a toda la fiel infantería: a degüello con Ana Pontón. Por tierra, mar y aire. Hoy, la solución. 

En El Debate el siempre recio Luis Ventoso: “Galicia separatista y comunista, ¡planazo! La presidencia de un partido independentista arqueológico de ideología marxista no traería un solo beneficio a los gallegos y supondría una calamidad para España”. Mismo medio, que menudos son. Antonio R. Naranjo: “Si la sancholancha arrolla a Galicia con el BNG, la España de la Constitución quedará medio muerta”. Les gusta mezclar, como ya veremos después. Mismo día y sin salir de El Debate, que cuando se recibe una orden se cumple a rajatabla. ¡Ar!: “El PSOE se rinde al tirón del BNG y se vuelca en entregar Galicia al nacionalismo”. Y otro más: “Ana Pontón, la nacionalista radical que nunca trabajó en la empresa privada”. Nos vamos a Okdiario: “El fantasma del marxismo-leninismo planea sobre Galicia”. ¿Una prueba? Ahí va: “El BNG intervendrá los pisos vacíos si los dueños ‘se niegan’ a alquilarlos”.

No se vayan a creer que en Libertad Digital se achantan. Quia. Javier Somalo: “[El] innecesario tropiezo por la amnistía no debería impedir que los votantes gallegos sepan lo que les espera, de verdad, si el BNG toca poder: desigualdad, persecución y pobreza (…) Prometan lo que prometan, incluso aunque mientan y se disfracen de cordero como hace la loba Pontón ante los empresarios, el punto único del programa del BNG –y del pólipo socialista que le ha brotado– es la independencia, por supuesto bajo un férreo régimen de extrema izquierda”. Cristina Losada: “El Libro Rojo en Galicia. Si lo imprevisto sucede y el azar se alía con un puñado de votos, Galicia no sólo estará en manos de un pequeño Frankenstein, a imagen y semejanza del Gobierno de España. Estará también bajo el dominio de una criatura del Parque Jurásico que ha sobrevivido dentro del organismo nacionalista y tiene, como marca electoral, al BNG”. 

Restos. The Objective, David Mejía: “El objetivo prioritario del BNG es sacar a España de Galicia, y esperar a que se den las circunstancias para sacar a Galicia de España”. Francisco Marhuenda, el afamado director de La Razón: “Pontón, otra amiga independentista de Sánchez. La izquierda política y mediática se ha volcado con la candidata del nacionalismo gallego, Ana Pontón, mostrándola como una moderada y autonomista cuando es una radical de izquierdas y soberanista”. Broche de oro en este apartado, como siempre, de Federico Jiménez Losantos en El Mundo: “El peligro letal del 'procesiño'. El programa del BNG es el de un procés a la gallega que rompa con la legalidad autonómica e inicie el camino a la autodeterminacion. Para eso le sobran la Guardia Civil, uno de los dos idiomas de Galicia y la propiedad privada, porque son tan comunistas y descerebrados como Yolanda Díaz”. ¿Está claro? 

Y eso que la metedura de pata de Núñez Feijóo no gustó nada a sus amigos. Como impone tan poco respeto, incluso a los suyos, leña al mono, so bandarra. Antonio Caño, en The Objective. Título y subtítulo: “El Waterloo de Feijóo. El líder del PP no ha conseguido aún sobreponerse al fracaso del 23 de julio, fruto de su propia impericia”. Texto: “Hablar a estas alturas de un posible indulto a Puigdemont, por muy condicionado que esté, es sabotear el trabajo de los jueces (…) Pero eso ni siquiera es lo más grave de lo declarado. Lo peor es que la alta fuente del PP siga repitiendo esa memez sobre la reconciliación en Cataluña”. Escoció. Y mucho. Mismo medio, el ya citado David Mejía: “Ay, Feijóo. Confesar ante un grupo de periodistas que el PP estaría dispuesto a conceder un indulto con condiciones a Puigdemont sólo puede ser calificado de torpeza”. 

No nos alarguemos en demasía. Incluso a uno de sus más connotados gurús, José A, Zarzalejos, en El Confidencial, se le llevan los demonios: “Este PP no tiene ni media bofetada”, titula. Y lo explica: “Este PP no tiene media bofetada, se viene abajo con facilidad pasmosa, retrocede a las primeras de cambio y se inculpa como un penitente”. Y ojo que desde púlpito tan principal le lanzan un aviso con amenaza de guadaña incluida: “Si la derecha democrática española gripa, hay que meter el vehículo popular en ITV. Porque así, sin mantener la posición gallega, el actual piloto del PP no estaría en condiciones de seguir circulando”. Esa hierba, Núñez, esa hierba, que alguien la está segando. 

Más temas. Barbate, que viene calentito. Marlaska, en el centro de la diana.

Empecemos, por ejemplo, por Frank Carrillo, en Okdiario: “Marlaska es un tipo despreciable (…) El ministro de inseguridad y delincuencia hace tiempo que se dedica al matonismo político y a llenar de comisarios soviéticos los diferentes cuerpos policiales (…) En su desidia negligente, Sánchez y Marlaska no sólo no protegen a los ciudadanos de quienes asaltan barrios y plazas con impune inmunidad, sino que iniciaron hace tiempo una deriva represora contra todo aquel que se manifieste, concentre o proteste las medidas que desde Moncloa se ordenan y ordeñan”. El Mundo, Santiago González: “Fernando Grande Marlasca es, probablemente, el tipo más indigno de cuantos se arraciman en torno al pesebre sanchista y en este episodio su bajeza toca fondo”. El Debate: “Narcoizquierda. De la dejación del área y de la desprotección de los uniformados son responsables Marlaska y Sánchez. Pero no dimitirán porque antes deben cumplir el negro destino de revolcarse en todas las indignidades”. Okdiario, Eduardo Inda: “Si los muertos en Barbate fueran dos etarras, Sánchez se hubiera presentado a dar el pésame”. Sin salir de OKdiario, Carlos Dávila: “Hace un tiempo que el inútil de Marlaska dejó a nuestros guardias y policías en paños menores”. El Debate. Mayte Alcaraz: “Vete, pequeño Marlaska. La honorabilidad de Marlaska está chamuscada desde que decidió ser un político pesebrista que prefiere acercar a los criminales a sus casas, o amnistiarlos, que combatirlos, como hacía antaño”. 

Alguien les ha señalado Marruecos. Ahí, dad mamporros ahí. Y todos a una. Eduardo Campmany, en Libertad Digital: “¿Por qué este Gobierno, y muy especialmente su presidente y su ministro del Interior, ha de estar permanentemente con los pantalones bajados ante el sátrapa marroquí?”. En El Debate, Antonio Naranjo: “Las relaciones ocultas entre el PSOE de Pedro Sánchez y Marruecos continúan dejando muchas dudas en la sociedad española. La lista de ataques a España desde el país norteafricano es interminable. Y todo ello sin que el Gobierno sanchista muestre una respuesta firme ante ninguno de los desplantes y ofensas de Reino de Marruecos”. Okdiario: “¿Desmanteló Marlaska la unidad de la Guardia Civil para no dañar el negocio del hachís marroquí?”. Y su director, aún más claro: “¡Qué casualidad que el OCON Sur se disolviera tras el pinchazo marroquí del móvil de Sánchez!”. El Mundo, Fernando Palmero: “La sombra de la teocracia marroquí. El ministro Marlaska tendrá que explicar si existe una relación entre la eliminación de OCON-Sur y la cesión del Sáhara”. Más madera. José Alejandro Vara, Vozpópuli: “Y surgen las especulaciones insistentes sobre la protección de Marruecos. Lo quiere ahí, en esa cartera, al frente de los guardias, insisten las versiones. Rabat pinchó su móvil, y el del presidente. Ambos aparecen como rehenes de 'Pegasus', temblorosos ante lo que pueda largar el vecino Mohamed. El Sáhara, el Polisario, los inmigrantes, el desmantelamiento de la unidad antidroga... Demasiadas coincidencias”. Que no falte The Objective. Paloma Cervilla: “Sánchez inició el cambio de rumbo contra el narco tras una reunión con Marruecos en 2022”. Final con atambores para Juan Abreu, Vozpópuli: “Esas muertes apestan a Marruecos (…) Pensar que la dictadura marroquí no tiene nada que ver con el narco marroquí es de idiotas, o algo peor. Y apestan además estas muertes, a Gobierno progre. Apestan a Sánchez y a Marlaska. Todo se enmarca en el desmantelamiento progresivo de la Guardia Civil que no tiene razón de ser en la España Tribal de Sánchez y sus cómplices. No solo eso: ¿Por qué no dispararon los guardias en legítima defensa? Qué les impidió disparar. Dejarse matar, prácticamente. Ya se los digo: las leyes progres. Tienen órdenes de no disparar”.

Alguna excentricidad, que de todo hay. En Libertad Digital, José García Domínguez: “El hachís es progresista. El genuino problema de fondo no remite a Marlaska sino a su colega Mónica García, la ministra de Sanidad”. O Juan Manuel de Prada, en Abc. Atentos, que tiene lo suyo: “Son las élites del Régimen del 78 quienes han convertido a los españoles en una piara adicta a las drogas (y a los fármacos). Así que esos andobas que jaleaban las embestidas contra la patrullera de la Guardia Civil no eran ninguna patulea de viles homínidos; eran una representación del pueblo español convertido en piara, que celebraba jubilosamente que la droga pudiese llegar sin trabas a su sangre (…) porque entre colocón y colocón pueden abortar o cambiarse de sexo; y, sobre todo, votar, votar como descosidos”. 

Un poquito, sólo un poquito, para los premios Goya, que nos hemos alargado mucho.  

Abc. Emilia Landaluce: “Yolanda, mocita infeliz en los Goya. La izquierda siempre ve la viga en el ojo ajeno y se reserva las pajas para sí misma. Y esto está escrito con segundas. En eso consisten las ‘cosas superchulas’ que hace el progresismo. Masturbaciones de la casta guay, aunque parezca un oxímoron”. The Objective. Ignacio Ruiz-Jarabo: “La jeta de Almodóvar. Pese a cumplir las condiciones citadas por el director, los empresarios españoles no reciben las generalizadas subvenciones que se destinan a la industria del cine”. También en The Objective, Román Cendoya: “Que los Goya son tóxicos nos lo demuestra que mientras Pedro Sánchez no puede pisar la calle va a los Goya porque se corren con él”. Y en OKdiario, nuestro ya citado Carlos Dávila: “Llegó pertrechado por el infame y pícnico Almodóvar, que un día prometió largarse de España si ganaba la derecha y que sigue en el país engordando cada día más con los diezmos y primicias que le abona la izquierda”. O una última de Antonio R. Naranjo en El Debate: “Sánchez no es solo un horrible político, es también un sociópata sin corazón (…) Su imagen sonriente (en los Goya) es la de Aníbal Lécter disfrutando de unas vísceras humanas mientras, al fondo, suena Beethoven”.  

Déjenme acabar con dos exquisiteces. Fernando Savater en The Objective: “¡Larga vida a la tauromaquia! Esperemos que [el ministro] Urtasun borre el indecente agravio de llamar ‘torturadores’ a quienes mantienen una tradición de belleza y coraje”. En Abc, Ignacio Ruiz-Quintano: “Los pueblos deben poner su confianza en las lanzas de sus soldados más que en el coño de sus mujeres– dijo famosamente la hermana del rey gallego Bermudo II cuando era llevada a Córdoba como esclava para el harén de Almanzor. Que parece que no hubieran pasado los siglos”. 

Olé. Y olé.

Aterrorizados. Temblor de canillas. ¿Y si perdemos Galicia? Orden a toda la fiel infantería: a degüello con Ana Pontón. Por tierra, mar y aire. Hoy, la solución. 

En El Debate el siempre recio Luis Ventoso: “Galicia separatista y comunista, ¡planazo! La presidencia de un partido independentista arqueológico de ideología marxista no traería un solo beneficio a los gallegos y supondría una calamidad para España”. Mismo medio, que menudos son. Antonio R. Naranjo: “Si la sancholancha arrolla a Galicia con el BNG, la España de la Constitución quedará medio muerta”. Les gusta mezclar, como ya veremos después. Mismo día y sin salir de El Debate, que cuando se recibe una orden se cumple a rajatabla. ¡Ar!: “El PSOE se rinde al tirón del BNG y se vuelca en entregar Galicia al nacionalismo”. Y otro más: “Ana Pontón, la nacionalista radical que nunca trabajó en la empresa privada”. Nos vamos a Okdiario: “El fantasma del marxismo-leninismo planea sobre Galicia”. ¿Una prueba? Ahí va: “El BNG intervendrá los pisos vacíos si los dueños ‘se niegan’ a alquilarlos”.