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Animal Save Movement afronta una demanda millonaria por “proteger a las mujeres del acoso y el abuso”

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Animal Save Movement, una red global de activistas dedicada a luchar contra el uso y explotación de animales para alimentación, se enfrenta a una demanda millonaria, de 1,2 millones de dólares, interpuesta por Anthony Bezjak.

Según explica Animal Save Movement, a finales de 2019 la organización recibió una queja de una de sus integrantes, denunciando que había tenido un encuentro sexual no consentido con Alex Bezjak, compañero activista, mientras ambos se alojaban en un Airbnb de Londres, que había sido pagado por la organización.

Animal Save Movement tomó “medidas de inmediato para resolver el problema y proteger a sus organizadoras, voluntarias y a la comunidad en general”, acciones que incluyeron una investigación de las acusaciones y “prohibir” a Bezjak formar parte de los eventos de la organización, así como comunicar públicamente estas decisiones.

El pasado 1 de febrero, Bezjak presentó una demanda en el Tribunal Superior de Ontario contra Animal Save Movement, a la que acusa de difamación, una demanda, dicen desde la organización, que muestra los obstáculos existentes a la hora de buscar la “justicia social” y de hacer sus espacios “más seguros” para todos sus integrantes.  

La organización explica que, en un vídeo publicado en Facebook el 20 de abril de 2020, Bezjak explicaba con sus propias palabras que presumió el consentimiento basándose en encuentros pasados con su compañera. Sin embargo, según las leyes canadienses y británicas, el consentimiento no puede presumirse en función de un encuentro sexual previo, sino que debe haber afirmación positiva para que exista ese consentimiento.

En concreto, la defensa de Animal Save Movement dice que, según la ley canadiense, “la actividad sexual previa no respalda una inferencia o presunción de consentimiento, ni el consentimiento puede estar implícito en una relación. De hecho, en el contexto de agresión sexual, la evidencia de actividad sexual previa es presuntamente inadmisible para brindar consentimiento. Más bien, el consentimiento debe estar presente en el momento de la actividad sexual en cuestión. Sólo sí significa sí. Lo que se requiere es nada menos que una afirmación positiva”.

Animal Save Movement insiste en que su objetivo es que todos los activistas “se sientan seguros y apoyados”, y entiende que el comportamiento de BEzjak, admitido por él mismo, “puede socavar nuestro objetivo de asegurarnos de que los activistas se sientan seguros. Cualquier conducta que atente contra ese objetivo nos preocupa”.

Recuerda, además, que Bezjak “había sido objeto de denuncias anteriores de conducta inapropiada en 2018 y ya no era bienvenido en nuestros eventos. No somos la única organización que ha llegado a esta misma conclusión”, ya que Direct Action Everywhere (DxE) dijo que no era bienvenido en sus actividades, incluida la Conferencia de Liberación Animal celebrada en 2018.

Anita Krajnc, directora ejecutiva de Animal Save Movement, asegura que están “decepcionados de que el Sr. Bezjak haya elegido iniciar una demanda por difamación, enfrentando a los activistas de animales entre sí. Nos defenderemos enérgicamente. Tenemos la obligación de proteger la seguridad de los activistas en nuestra comunidad por los derechos de los animales”.

“Animal Save Movement busca avanzar en el movimiento de protección animal educando a los participantes sobre el consentimiento. Estamos haciendo que nuestro movimiento sea más efectivo fomentando una cultura de respeto mutuo entre las personas, donde no se tolera el comportamiento sexualmente inapropiado, lo que es esencial para proteger los derechos legales de los participantes del movimiento y para hacer que nuestro movimiento de justicia social sea lo más efectivo posible. En el proceso de ayudar a los animales, debemos asegurarnos de respetarnos unos a otros”, aseguran.

En este enlace puede consultarse la denuncia íntegra, y en este el escrito de contestación de Animal Save Movement. Además, Animal Save Movement mantiene accesibles su política de viajes y alojamiento de activistas, y sus políticas contra la discriminación y el acoso, que deben ser leídas y aceptadas por sus integrantes, como también el memorando de entendimiento y un código de conducta, la política de redes sociales, y la guía de diversidad e inclusión .

Animal Save Movement, una red global de activistas dedicada a luchar contra el uso y explotación de animales para alimentación, se enfrenta a una demanda millonaria, de 1,2 millones de dólares, interpuesta por Anthony Bezjak.

Según explica Animal Save Movement, a finales de 2019 la organización recibió una queja de una de sus integrantes, denunciando que había tenido un encuentro sexual no consentido con Alex Bezjak, compañero activista, mientras ambos se alojaban en un Airbnb de Londres, que había sido pagado por la organización.