Soy concejala electa por 'Sí Se Puede' en el Ayuntamiento de Alcobendas, pero ante todo soy defensora acérrima de los derechos de todos los animales: humanos y no humanos.
El pasado jueves 16 de julio acudí, junto con varios compañeros y compañeras, tanto de 'Sí Se Puede' como del colectivo 'Sanse Antitaurino', al pleno celebrado en el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes para apoyar a 'Sí Se Puede Sanse' en la presentación de una moción en contra de las subvenciones que se destinan en este pueblo a la tauromaquia.
Que se iba a presentar esta moción se sabía hacía días, ya que en ningún momento nos habíamos escondido y había sido difundido por diferentes medios, y desde el primer momento los defensores de esta cruenta tradición decidieron organizarse para defenderla con uñas y dientes. Hicieron un llamamiento a nivel nacional para concentrarse en la misma plaza del Ayuntamiento antes y durante el pleno.
Mentiría si dijera que, ante esto, lo último que me esperaba eran hechos como los que vivimos esa tarde, porque es cierto que, debido entre otras cosas a la agresión que sufrió el pasado verano (y debidamente denunciada en su momento) una chica que acudió a la concentración que convocamos todos los años frente a la plaza de San Sebastián de los Reyes, por parte de varios integrantes de una peña, sabíamos que nuestra presencia en el pleno no iba a ser bien recibida. Pero siempre te queda la esperanza de que, cuando defiendes a los más débiles con una postura pacífica, la defensa de la parte contraria siga la misma línea.
Antes de entrar al pleno ya se vivieron momentos tensos, sobre todo con increpaciones y amenazas (realizadas ante un policía local) de un aficionado taurino a un miembro de la prensa que estaba realizando su trabajo, y con la entrada de Eduardo Andradas, compañero de 'Sí Se Puede Alcobendas', teniendo que ser escoltado por la Policía Nacional y ante gritos de “Hijo de puta, vete a Alcobendas” y “Ayer tendrían que haberte pegado”, refiriéndose a la agresión sufrida el día anterior por otros dos compañeros, por parte de un grupo de ideología fascista, al finalizar una asamblea de 'Sanse Antitaurino' (aunque esta nada tuvo que ver con el conflicto taurinos/antitaurinos).
Una vez dentro del pleno la situación fue empeorando por momentos. A pesar de la recientemente aprobada (y reprobable) Ley Mordaza u otras normativas relacionadas con el desarrollo de las sesiones plenarias, y la demostrada actitud agresiva de varios de los taurinos, se permitió el acceso al salón del pleno con un megáfono, carteles, capotes y banderas españolas con el toro. Durante toda la sesión tuvimos que sufrir abucheos, insultos y gritos, ante lo que nosotros sólo respondimos en todo momento pidiéndoles que se callaran, que tuvieran un poco de respeto y dejaran hablar a los concejales.
Todo esto sucedió ante el amparo del equipo de gobierno que, con insuficientes intentos fingidos de calmar el tumulto, en ningún momento pidió que se desalojara a los individuos que no dejaban proseguir el curso normal del pleno y a los que se referían con colegueo como “masa crítica legítima” y “vecinos”. Cosa que puede parecer curiosa de primeras si te pones a pensar en las veces que se ha desalojado, por ejemplo, a miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca simplemente por llevar carteles y aplaudir, pero que luego entiendes al ver las fotos del sonriente alcalde y varios miembros más de la corporación con algunos de los toreros y aficionados presentes.
Pasadas varias horas desde el comienzo del pleno, intentando lidiar con la poca educación de algunas de estas personas, un chico que tenía sentado delante, y que posteriormente fue identificado como torero zaragozano, me increpó con un “Cállate, terrorista”, reiterándose con un “Sí, que te calles, que eres una terrorista” ante mi pregunta de si me había insultado. En ese momento, harta ya de seguir aguantando las impertinencias de varias de estas personas, me levanté para dirigirme hacia un policía local presente para declarar mi intención de presentar una denuncia contra ese matador que me imputaba con su insulto un delito, momento que fue aprovechado por otro de los aficionados para increparme con frases como “Que te sientes y te calles, cerda” y “Cerda, que eres una cerda”, y que no se calló hasta que mi compañero Eduardo se levantó para decirle que no me volviera a insultar.
Tras esto, y habiendo llegado la hora en la que debía marcharme a mi trabajo, me dispuse a abandonar el salón del pleno y nada más traspasar la puerta me encontré con un nutrido grupo de taurinos en la entrada del Ayuntamiento, tras unas puertas de cristal que, al verme, se pusieron a golpear intentando entrar. Me insultaban sin cortarse siquiera ante los policías presentes, que recibieron varios golpes con vasos que lanzaron contra mí.
Ante esta situación, y después ser informada por varios agentes de que no podía salir por ahí ya que corría peligro mi integridad física, un agente no uniformado me acompañó por una salida trasera. Una vez fuera del Ayuntamiento y estando aún con este agente, sufrí de nuevo increpaciones por parte de dos aficionadas que me gritaron “Hija de puta perroflauta” y “Que viva España”. Este agente, al que le agradezco en todo momento su actuación así como las de sus compañeros, tuvo que quedarse conmigo hasta la llegada de un taxi para que pudiera abandonar las inmediaciones de forma segura.
Después de acudir al trabajo y tras salir de él, me personé en las dependencias de la Policía Nacional para presentar la pertinente denuncia contra los insultos sufridos dentro del pleno.
Me gustaría destacar que aficionados taurinos encabezados por Ortega Cano, según citan en un artículo de El Mundo (hecho al que llaman “pequeño motín”, cuando si hubiera sido por parte de un grupo animalista lo habrían llamado cuanto menos ataque violento), intentaron entrar a la fuerza en el Ayuntamiento; que tanto dentro del pleno como fuera había menores que participaron de los insultos e intentos de agresión; que una compañera antitaurina fue zarandeada a su salida y que la mayoría de mis compañeros y compañeras tuvieron que salir escoltados debido a la amenaza real que representaban algunas de estas personas para los defensores de los derechos de los animales.
Pero sobre todo me gustaría mencionar a mis compañeros de 'Sí Se Puede Sanse' Julián Serrano, que defendió de manera impecable la moción y los derechos de los animales a pesar del intento de boicot de las personas presentes en la sala, e Iván Cardador, que no se amedrentó al referirse a las corridas y los encierros como lo que son: actos de maltrato animal. Me siento muy orgullosa tanto de ellos como del resto de mis compañeros y compañeras de 'Sí Se Puede' y 'Sanse Antitaurino', que en ningún momento respondieron a las provocaciones de la misma forma en la que estaban siendo proferidas.
A todos y todas dentro del pleno nos sacaron numerosas fotos que, según la policía, concuerda con el modus operandi de ciertas personas que después las utilizan para subirlas a redes sociales y señalarnos como objetivos públicamente, debido a lo cual, y sumado al resto de los hechos, nos han recomendado aceptar la protección que se nos ofrece como cargos públicos.
Condenamos rotundamente cualquier conato de violencia verbal o física hacia nosotros y nosotras o hacia cualquier otra persona sea de la ideología que sea. Y abogamos por la libre expresión de las ideas siempre y cuando estas se expresen de manera democrática.
No podemos permitir que hechos como estos sucedan y sean aceptados. No podemos callarnos ante la barbarie. La lucha por los derechos de todos los animales debe continuar, y con más fuerza que nunca.
Todo esto que aquí relato puede ser constatado mediante la policía local y nacional, así como mediante la grabación del pleno.
Sobre este blog
El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).
