Un año más, AVATMA ha desmenuzado las estadísticas taurinas del Ministerio de Cultura, en este caso las correspondientes al año 2018. Una vez más, y siguiendo la tendencia que se inició en el año 2007, los festejos en plaza siguieron descendiendo de forma vertiginosa. Además, el año pasado se produjo algo muy interesante, que fue el descenso en el número total de festejos populares, que año tras año iban en aumento.
Otra novedad, y esta es muy importante: el Ministerio de Cultura ha decidido actualizar las estadísticas del número de profesionales taurinos que, curiosamente, tal como hemos venido denunciando desde nuestra asociación, iban aumentando año tras año, algo inexplicable dado que los festejos en plaza disminuían. ¡Nos han escuchado! La realidad es que, por lo menos desde el año 2012, los profesionales taurinos han ido disminuyendo en vez de aumentar.
Festejos taurinos en plaza
Durante 2018, y según las estadísticas del Ministerio de Cultura, que nunca coinciden con las de los medios taurinos (que las recogen como 'resumen de festejos'), se celebraron en España 1.521 festejos en plaza, lejos de los 3.651 que se programaron en 2007.
El descenso interanual 2017-2018, ha sido del 2,1%. En el histórico 2007-2018, esto supone un descenso porcentual del 58,4%.
Durante el año 2018 se celebraron 369 corridas de toros (24,3%), 169 festejos de rejones (11,1%), 217 novilladas con picadores (14,3%), 219 festivales (14,4%), 118 festejos mixtos (7,8%), 36 corridas mixtas con rejones (2,4%), 109 becerradas (7,2%), 267 novilladas con picadores (17,6%) y 17 espectáculos de toreo cómico o bufo (1,1%). Esto supone, con respecto a 2017, que hubo 18 corridas de toros menos (4,7% menos), 14 festejos de rejones más, 3 novilladas con picadores menos, 10 festivales más, 15 festejos mixtos más, 22 corridas mixtas con rejones menos, 32 becerradas menos, 2 novilladas sin picadores menos y 6 festejos cómicos más.
Por comunidades autónomas la distribución fue la siguiente (entre paréntesis el dato comparativo con respecto a 2017):
- Andalucía: 241 (-11)
- Aragón: 47 (-5)
- Asturias: 6 (=)
- Baleares: 0 (-5)
- Cantabria: 10 (=)
- Castilla y León: 339 (-16)
- Castilla-La Mancha: 347 (-5)
- Cataluña: 0 (=)
- Comunidad Valenciana: 47 (+3)
- Extremadura: 96 (+2)
- Galicia: 4 (+1)
- Madrid: 258 (+4)
- Murcia: 33 (-1)
- Navarra: 42 (-1)
- País Vasco: 26 (+2)
- Rioja: 24 (=)
- Ceuta: 0 (=)
- Melilla: 1 (=)
Esto supone 32 festejos en plaza menos con respecto a 2017.
Cuatro comunidades autónomas concentraron el 77,9% de los festejos en plaza: Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, y Madrid.
La distribución de festejos según la categoría de la plaza fue la siguiente (entre paréntesis la variación con respecto a 2017):
- Plazas de primera: 151 (+3). 9,9% del total de festejos
- Plazas de segunda: 169 (-12). 11,1% del total de festejos
- Plazas de tercera: 622 (+32). 40,9% del total de festejos
- Portátiles: 316 (-118). 20,8% del total de festejos
- Otras: 263 (+63). 17,3% del total de festejos
Como se ve, y esto es una constante, la mayoría de los festejos, el 79%, se celebró en recintos de municipios pequeños, de escaso aforo -espectáculos de poca o nula “calidad”-, salvo aquellos a los que acuden espadas de renombre para preparar la temporada (placearse) y mejorar sus estadísticas en el escalafón. Interesante que haya disminuido de forma considerable el número de festejos en las plazas portátiles; probablemente se deba a la retirada de subvenciones por parte de algunos ayuntamientos.
Festejos populares
Por primera vez en los últimos años, el número total de festejos populares ha disminuido, con elevaciones y descensos según cada comunidad autónoma. Llama la atención las bajadas en la Comunidad Valenciana y la Foral de Navarra, que en realidad eran las que sostenían la subida de los últimos años. También llama la atención el ascenso en Aragón, que recupera, al parecer, sus tradiciones de maltrato animal, en forma de embolados y de suelta de vaquillas.
Número total de festejos (entre paréntesis la variación con respecto a 2017):
- Andalucía: 404 (+1)
- Aragón: 2009 (+848)
- Baleares: 0 (-1)
- Cantabria: 0 (-1)
- Castilla y León: 1.938 (+8)
- Castilla-La Mancha: 1.283 (+30)
- Cataluña: 64 (+6)
- Comunidad Valenciana: 8.596 (-1.119)
- Extremadura: 582 (+21)
- Galicia: 1 (=)
- Madrid: 700 (+31)
- Murcia: 61 (-3)
- Navarra: 1.575 (-30)
- País Vasco: 150 (+2)
- Rioja: 308 (-16)
- Ceuta: 0
- Melilla: 0 (-1)
Importante lo sucedido en Baleares el pasado año. Los 'toros a la balear' hicieron que ningún empresario taurino y ninguno de los cuatro ayuntamientos que contaban con festejos taurinos se atrevieran en 2018a programar lidias sin sangre y sin uso de caballos. Tras la sentencia del Tribunal Constitucional, que decretó la inconstitucionalidad parcial del articulado que prohibía herir y matar a los animales, veremos si durante el verano de 2019 alguien se atreve a retomar los festejos en plaza en esa comunidad autónoma. Esto supondría tener que cumplir con la legalidad que ha quedado establecida y que por tanto es constitucional: control de dopaje de todos los profesionales taurinos y de todos los bovinos que intervengan en el espectáculo, riguroso control del bienestar de los animales en el transporte, en el desembarque y en la espera previa a su lidia, y prohibición de la presencia de menores de 18 años en los tendidos y andanadas, entre otras cuestiones.
Profesionales taurinos
Siempre nos resultó sorprendente que estando a la baja los festejos taurinos en plaza, es decir, los que en teoría deberían dar mayor empleabilidad a los profesionales de la tauromaquia, el número de estos últimos tuviera un ascenso implacable año tras año. ¿En qué trabajaban? Este año, con la publicación de las estadísticas, el Ministerio de Cultura nos ha sacado de dudas. Por primera vez en los últimos once años, el número de toreros, rejoneadores, novilleros, banderilleros, picadores y mozos de espada disminuye. Y no solo disminuye, sino que el Ministerio de Cultura se ha cargado de un plumazo a unos 4.600 de ellos. El truco, guardado durante años (por lo menos desde 2012), es que había muchos de estos profesionales que estando inscritos en el registro no tenían su licencia o carné vigente, es decir, que no podían trabajar. Además, el tener esa licencia vigente no significa que trabajaran, como vamos a demostrar en este análisis. Es muy probable que hasta hubiera fallecidos o jubilados.
A modo de recordatorio, en 2012 había 9.562 profesionales taurinos; en 2013, 9.784; en 2014, 10.130; en 2015, 10.403; en 2016, 10.692; en 2017, 10.959; en 2018, 9.723.
Ahora, el Ministerio de Cultura nos cambia la estadística con efecto retroactivo y nos dice que en 2012 había 7.907 profesionales taurinos; en 2013, 8.304; en 2014, 8.661; en 2015, 8.942; en 2016, 9.240; en 2017, 9.510; en 2018, 9.723. Como se puede ver, han disminuido las cifras en unos 1.700 profesionales taurinos por año con respecto a las otras estadísticas.
De estos 9.723 registrados durante el año 2018, 751 eran toreros (7,7%), 2.573 eran novilleros (26.5%), 319 eran rejoneadores (3,3%), 1.897 eran banderilleros (19,5%), 603 eran picadores (6,2%), 174 eran toreros cómicos (1,7%), y 3.406 (35%) eran mozos de espadas.
Pero no se queda aquí el misterio y el Ministerio, de nuevo, nos sorprende con una nueva estadística, que se refiere a los profesionales taurinos que tenían la licencia vigente en ese año: reduce aún más su número y con efecto retroactivo, lo que significa que ya tenían constancia de este hecho en años anteriores y lo han ocultado. Ahora, la cifra real de estos profesionales que se ganan la vida o mejor dicho, que pretenden ganársela, maltratando bovinos de lidia de diversas edades, es ésta: durante el año 2012 había 6.703 profesionales taurinos; en 2013, 6.665; en 2014, 6.608; en 2015, 6.448; en 2016, 6.177; en 2017, 6.060; en 2018, 5.497.
La disminución en esos siete años ha sido de 1.226 profesionales de la tauromaquia. ¿Sorprendente? No, es la realidad: el número ha estado disminuyendo año tras año y nos han tenido engañados. Han borrado de un plumazo a unos miles de profesionales taurinos. Evidentemente, como veremos más adelante, al descender ahora de forma drástica el número de toreros, rejoneadores y novilleros, el número de festejos a repartir entre todos ellos debería mejorar las estadísticas de empleabilidad, pero ya verán los lectores más adelante que no es así en números reales. La precariedad y la escasez de dichos empleos sigue existiendo, excepto para unos pocos.
Siempre hemos denunciado la endogamia de este sector en el que los profesionales taurinos, los empresarios de plazas de toros, los apoderados y los ganaderos ocupan, en numerosas ocasiones, las cuatro actividades al mismo tiempo. La tauromaquia mueve millones de euros que pasan de unas manos a otras sin generar realmente riqueza.
Como hemos hecho en años anteriores, dejamos constancia de los intervalos de edad en los que se mueven estos profesionales, que también resultan a todas luces sorprendente. En primer lugar, con respecto a los 9.723 profesionales, y después con respecto a los que según el Ministerio tenían la licencia vigente en 2018, es decir, 5.497 profesionales:
Los 9.723 profesionales taurinos registrados en 2018 se distribuyen así según sus rangos de edad:
16-29 años: 99 (13,2%); 30-44 años: 344 (45,8%); 45-64 años: 220 (29,3%); 65 años o más: 88 (11,7%)
16-29 años: 71 (22,3%); 30-44 años: 164 (51,4%); 45-64 años: 72 (22,6%); 65 años o más: 12 (3,8%)
16-29 años: 1.083 (42,1%); 30-44 años: 1.097 (42,6%); 45-64: 72 (22,6%); 65 años o más: 12 (3,8%)
16-29 años: 169 (8,9%); 30-44 años: 876 (46,2%); 45-64: 665 (35,1%); 65 años o más: 187 (9,9%)
16-29 años: 45 (7,5%); 30-44 años: 233 (38,6%); 45-64 años: 255 (42,3%); 65 años o más: 70 (11,6%)
16-29 años: 28 (16,1%); 30-44 años: 92 (52,9%); 45-64 años (24,7%); 65 años o más: 11 (6,3%)
16-29 años: 515 (15,1%); 30-44 años: 1.357 (39,8%); 45-64 años: 1126 (33,1%); 65 años o más: 408 (12%)
Con la exigencia física que tienen algunos de sus cometidos en la lidia, no deja de resultar curioso que 800 de estos profesionales, el 8,22%, tenían 65 años o más y que muchos otros estaban entre los 45 y 64 años. También es digno de señalar que 84 novilleros tenían más de 44 años.
Los 5.497 profesionales taurinos inscritos y con licencia vigentes en 2018, se distribuían así según los rangos de edad:
16-29 años: 91 (18,3%); 30-44 años: 242 (48,7%); 45-64 años: 128 (25,8%); 65 años o más: 36 (7,2%)
16-29 años: 55 (31,4%); 30-44 años: 91 (52%); 45-64 años: 26: (14.9%). 65 años o más: 3 (1,7%)
16-29 años: 767 (59,8%); 30-44 años: 362 (28,2%); 45-64: 26 (9,0%); 65 años o más: 39 (3,0%)
16-29 años: 154 (12,9%); 30-44 años: 613 (51,5%); 45-64 años: 393 (33%); 65 años o más: 30 (2,5%)
16-29 años: 38 (10%); 30-44 años: 171 (45%); 45-64 años: 165 (43,4%); 65 años o más: 6 (1,6%)
16-29: 21 (35%); 30-44 años: 28 (46,7%); 45-64 años: 10 (16,7%); 65 años o más: 1 (1,7%)
16-29 años: 400 (20,9%); 30-44 años: 767 (40,1%); 45-64 años: 628 (32,8%); 65 años o más: 117 (6,1%)
222 de ellos tienen 65 años o más, lo que supone el 4% del total. 95 novilleros tenían más de 44 años, es decir, nunca serán matadores de toros.
Ganaderías de lidia / Empresas ganaderas
El Ministerio de Cultura sigue siendo inexacto en las cifras que da sobre el número de explotaciones que se dedican a la crianza de bovinos de lidia, aunque debemos hacer mención a un matiz: la estadística se refiere a “empresas ganaderas”, que no coincide con la cifra que nos ofrece el Ministerio de Agricultura, que hace mención a “ganaderías”.
Cultura apunta que durante 2018 hubo 1.337 “empresas ganaderas” y Agricultura nos decía que en 2018 hubo 927 “ganaderías de lidia”. La diferencia es grande, nada más y nada menos que de 410 ¿explotaciones?. No estaría de más que ambos ministerios nos dieran una explicación al respecto.
Es evidente que la crianza de estos animales no es rentable y que para serlo debe complementarse con otras actividades agrarias y con ayudas públicas para su mantenimiento, que en algunos casos llegan a ser el 50% de los ingresos de este tipo de explotaciones.
Escuelas de tauromaquia
Las estadísticas de 2018 indican un aumento en cuanto a este tipo de actividad. En 2012 había 43; en 2013,43; en 2014,52; en 2015,55; en 2016,58; en 2017,58 y en 2018,62.
Resulta sorprendente que habiendo disminuido en los últimos años el número de becerradas y de novilladas sin picadores, que es el sustento del aprendizaje de los futuros maltratadores, aumente este tipo de academias del saber. Sea como sea, el número de alumnos que acuden a estos centros, públicos o privados, es muy escaso y más si lo comparamos con otras actividades lúdicas, deportivas o culturales para nuestros jóvenes. El maltrato animal legalizado carece de futuro y el mundo del toro lo sabe aunque, como puede ver el lector, sigue estando subvencionado. Unos ejemplos: Escuela de Tauromaquia de San Fernando en Cádiz, 21.000 euros; Fundación El Juli en Arganda del Rey, 9.000 euros; Escuelas de Tauromaquia de Salamanca, 40.000 euros; Escuelas de Tauromaquia de Badajoz, 237.000 euros; Escuelas de Tauromaquia de Castellón, 215.000 euros; Escuelas de Tauromaquia de la Comunidad de Madrid, 200.000 euros…
Sobre las escuelas de tauromaquia ya publicamos un análisis histórico en el año 2016: Escuelas de Tauromaquia: la cuna del maltrato animal legalizado.
Lo que nos dicen los medios taurinos sobre la actividad durante el año 2018
- Toreros o matadores de toros
Como hemos visto, el número de matadores de toros (toreros) registrados durante el año 2018 fue de 751. Interesa conocer el nivel de ocupación que tuvo cada uno de ellos en función del número de festejos en plaza para el que fue contratado. La estadística es la siguiente.
Un torero lidió en 49 festejos; 1/46; 1/43; 1/41; 2/38; 1/35; 2/30; 3/29; 1/28; 2/27; 1/25; 1/24; 2/23; 1/22; 2/20; 2/19; 2/18; 3/17; 3/14; 4/13; 1/12; 1/11; 4/10; 4/9; 4/8; 4/7; 1/6; 8/5; 12/4; 11/3; 20/2; 37/1.
Tenemos por tanto 143 toreros, de los 751 registrados como tales, que tuvieron algún contrato durante 2018 para lidias en plaza, independientemente de la categoría del coso taurino y del tipo de festejo. Si analizamos las estadísticas con detenimiento, sacamos las siguientes conclusiones:
Solo el 19,04% de los registrados como toreros lidiaron toros o novillos en plaza durante 2018 o, lo que es lo mismo, el 80,96% de ellos no toreó.
Solo 42 estuvieron presentes en 10 o más festejos, mientras que 101 lo estuvieron en 9 o menos y, de estos, 57 (60,2%) lo hicieron solo en 1 o 2 festejos.
Si hacemos el cálculo sobre los que en 2018 tenían la licencia vigente, los porcentajes cambian considerablemente. Tendríamos 497 matadores o toreos, así que habría toreado el 28,77% o, lo que es lo mismo, no lo habría hecho el 71,23%.
En el Registro de Profesionales Taurinos del año 2018 aparecen 319 rejoneadores: un rejoneador lidió en 41 festejos; 1/39; 1/26; 1/24; 1/23; 1/21; 2/20; 1/19; 2/17; 1/15; 3/14; 3/13; 3/12; 1/11; 1/10; 1/9; 4/8; 2/6; 2/5; 4/4; 6/3; 4/2; 9/1.
Tenemos por tanto 55 rejoneadores, de los 319 registrados, que obtuvieron algún contrato durante 2018 para lidias en plaza.
Solo el 17,2% de los registrados como rejoneadores lidiaron a caballo toros o novillos en plaza durante 2018 o, lo que es lo mismo, el 82,8% no lo hizo.
Solo 23 estuvieron presentes en 10 o más festejos de este tipo, mientras que 32 lo estuvieron en 9 o menos y, de estos, 13 lo hicieron solo en 1 o 2 festejos.
Si utilizamos como dato absoluto los que tenían licencia vigente durante 2018, que fueron 175, habría toreado a caballo el 31,42% de ellos o, lo que lo mismo, no lo habría hecho el 68,58%.
En el Registro de Profesionales Taurinos del año 2018 aparecen 2.573 novilleros.
Un novillero lidió en 33 festejos; 1/23; 1/18; 1/16; 1/15; 1/14; 4/13; 4/12; 4/11; 1/10; 3/9; 2/8; 7/7; 4/6; 7/4; 7/3; 20/2; 42/1.
Tenemos por tanto 101 novilleros, de los 2.573 registrados, que obtuvieron algún contrato durante 2018 para lidias en plaza.
Solo el 4,7% de los registrados como novilleros lidió algún novillo en plaza en 2018 o, lo que es lo mismo, el 95,3% de ellos no lo hizo.
Solo 19 estuvieron en 10 o más festejos de este tipo, mientras que 92 lo estuvieron en 9 o menos y, de estos, 62 lo hicieron solo en 1 o 2 festejos de novillos.
Si utilizamos el dato de los que tenían licencia vigente durante 2018, que fueron 1,285, habría toreado el 7,85% de ellos o, lo que es lo mismo, no lo habría hecho el 92,15%.
- Resumen: jefes de cuadrilla
Si sumamos matadores de toros (751), rejoneadores (319) y novilleros (2.573), es decir, lo que se considera jefes de cuadrilla, que son los que contratan y por tanto pagan a los subalternos (es decir, picadores, banderilleros y mozos de espadas) para los festejos en plaza en que son necesarios, obtendremos la cifra de 3.633. De todos ellos y como hemos demostrado, solo 143 toreros, 55 rejoneadores y 121 novilleros obtuvieron algún contrato durante 2018, lo que hace un total de 319 profesionales. Podemos por tanto afirmar que solo el 8,7% de los jefes de cuadrilla registrados lidió algún bóvido de lidia durante ese año. Imaginen la precariedad laboral de los 1.897 banderilleros, 603 picadores y 3.406 mozos de espadas, que hacen un total de 5.906 profesionales, cuya contratación depende de aquellos.
Si utilizamos los datos de los que tenían la licencia vigente durante 2018, estaríamos contabilizando 1.957 jefes de cuadrilla (497 toreros, 175 rejoneadores y 1.285 novilleros). De ellos, habrían lidiado toros o novillos, 319, es decir, el 24,82% o, lo que es lo mismo, no lo habría hecho el 75,18%.
Como hemos apuntado anteriormente, las cifras en cuanto a este tipo de empresas son dispares. Mientras el Ministerio de Cultura las cuantifica en 1.337, el de Agricultura nos dice que son 927, pero los medios taurinos van más lejos y nos dicen que son 1.351.
Durante el año 2018 han vendido novillos y toros para festejos en plaza 311 ganaderías. De ellas, 1 estuvo presente en 25 festejos; 1/21; 1/20; 2/18; 2/16; 2/15; 3/12; 3/11; 4/10; 7/9; 8/8; 15/7; 18/6; 21/5; 31/4; 47/3; 56/2; 90/1.
Por tanto, el porcentaje de ganaderías que estuvo presente en algún festejo en plaza durante 2018 fue del 23,26%, utilizando los datos de Cultura; 33,54%, con los datos de Agricultura; y 23,01% con los datos de los medios taurinos. Es decir, entre el 66,46% y el 76,99% de las ganaderías de lidia no vendió ni un solo animal para un festejo en plaza durante 2018.
La presencia en un festejo en plaza no supone que una ganadería venda todos los bóvidos que se van a lidiar, que pueden ir de 1 a 6 (raramente 8), más los sobreros en caso de que sea necesario utilizarlos. Por eso nos ha parecido interesante dejar constancia del número de animales que vendió cada una de ellas, lo que nos sirve además para saber el número de animales que se mataron según las estadísticas de medios taurinos, ya que las del Ministerio de Cultura no nos permite saberlo, salvo que multipliquemos 6 animales por festejo (1.521), lo que nos daría la cifra de 9.126 bovinos entre toros, novillos y becerros.
Una ganadería vendió 105 animales; 1/88; 1/83; 1/80; 2/76; 1/74; 1/67; 1/65; 1/58; 1/56; 1/53; 1/51; 1/49; 1/47; 1/45; 1/44; 1/43; 1/41; 1/40; 2/39; 1/38; 4/36; 4/35; 3/33; 2/32; 3/31; 3/30; 1/29; 1/28; 6/27; 2/26; 3/25; 5/24; 4/23; 4/22; 7/21; 5/20; 5/19; 6/18; 7/17; 18/16; 5/15; 7/14; 7/13; 14/12; 10/11; 9/7; 8/11; 14/7; 42/6; 10/5; 29/4; 9/3; 19/2; 12/1.
¿Qué número de animales vendidos por año hace rentable una explotación ganadera de este tipo? En realidad, además del número de bovinos vendidos, y de que sean toros de 4 o 5 años de edad o novillos de 2 o 3 años, dependerá de la categoría de la plaza en la que vayan a ser lidiados, y de los diestros que lo hagan, ya que su precio de venta variará en función de estas circunstancias. Como puede ver el lector, las diferencias entre unas ganaderías y otras son abismales: entre vender 105 animales y 1…
Resulta evidente que la mayoría vive de las subvenciones que reciben desde la Unión Europea y deseamos que el próximo Plan Agrario Común, a través del Fondo Español de Garantía Agraria que se apruebe las deje fuera.
Es evidente que la crianza de estos animales no es rentable (salvo contadas excepciones) y que para serlo debe complementarse con otras actividades agrarias y con ayudas públicas para su mantenimiento, que en algunos casos llegan a ser el 50% de los ingresos de este tipo de explotaciones. Esto permite que la mayoría de los ganaderos se desliguen de la demanda de reses para espectáculos taurinos.
Según estos datos, y durante el año 2018, habrían muerto en los cosos taurinos de España, 4.664 bovinos de lidia, entre toros y novillos, es decir, animales de entre 2 y 5 años. Resultaron indultados, es decir, no fueron estoqueados, 22 animales, el 0,47% de los lidiados. Insistimos en que 4.664 sería la cifra según los festejos computados por los medios taurinos, elevándose a 9.126 con el cómputo del Ministerio de Cultura, y que incluiría a los becerros.
Según algunos medios taurinos en España hay 1.740 cosos taurinos. Si hacemos un repaso de cuántos de estos recintos albergaron lidias de toros, novillos o becerros, veremos que son una mínima parte: exactamente 402, es decir, el 23,10%, o, lo que es lo mismo, el 76,9% de ellas no programó lidias. Se trata de infraestructuras que, salvo que sean portátiles o lo que denominan como “otras”, necesitan un mantenimiento que cuesta dinero al contribuyente. Las estadísticas de 2018 indican que:
1 plaza fue utilizada para estos eventos en 66 ocasiones (Las Ventas); 1/23 (Sevilla); 1/16 (Valencia); 1/12 (Zaragoza); 1/11 (Albacete); 1/10 (Pamplona); 1/9 (Bilbao); 1/8 (Málaga); 4/7; 5/6; 12/5; 16/4; 39/3; 74/2; 245/1.
De estos datos podemos determinar cuántas corridas de toros y novilladas se celebraron en España durante 2018, y la cifra es de: 23+16+12+11+10+9+8+30+60+64+117+144+245=843.
Como se puede ver, esta cifra queda muy alejada de la que nos da el Ministerio de Cultura, que eleva los festejos en plaza hasta los 1.521. A la cifra de 843, habría que sumar la de becerradas, que no recogen en sus estadísticas los medios taurinos, y que arrojaría un total de 843+109= 952, que sigue siendo diferente a la que da el Ministerio. Hay 569 festejos de diferencia, y estaría bien que tanto unos como otros nos lo aclararan. Es probable que las páginas taurinas no recojan todos los celebrados, que serían datos oficiosos, pero llama la atención que haya tanta diferencia con los oficiales.
La realidad del sector taurino es la que hemos reflejado en este análisis que corrobora lo que hemos recogido en los de los años anteriores. Un sector condenado a desaparecer tal y como hoy lo conocemos y que tendrá que pensar en su reconversión a corto o medio plazo.
Análisis de las estadísticas taurinas del año 2017
Análisis de las estadísticas taurinas del año 2016
Análisis de las estadísticas taurinas del año 2015
Análisis de las estadísticas taurinas del año 2014
(Este informe ha sido posible gracias al patrocinio de Animal Guardians)Animal Guardians