“¡Que lástima de bois!”. Más de 80 años han pasado de esta afirmación de Castelao en una estampa donde un hombre mostraba su incomprensión ante un cartel que anunciaba una corrida de toros. Una 'fiesta' que no llegó a calar en la cultura gallega, lo cual se demuestra ante la paupérrima afición taurina que existe en Galicia. De hecho, a fecha de hoy solo queda una feria taurina en toda la comunidad autónoma: la de Pontevedra. El pasado fin de semana se vivió en esta ciudad, un año más, la división en la sociedad sobre un tema como la tauromaquia. Mientras en la plaza se preparaban para celebrar la segunda tarde de toros -la primera fue el día 7 y la tercera el domingo 14-, decenas de personas se agolpaban en las calles de la capital pontevedresa para decir 'no' a las corridas.
“Este año acudí a la manifestación con la total seguridad de que iba a ser una de las últimas a las que iría”, asegura Alberto González, activista por los derechos animales. “La manifestación fue la más grande de la historia, y junto con la prohibición de los circos con animales en nuestra ciudad es un reflejo de la creciente conciencia de la gente para la que la tortura y el sufrimiento animal no forme parte del ocio”, afirma. Igual de optimista se muestra Melodie, de la Fundación Alma Animal. “Ibas por la manifestación andando y se unían las personas que nos íbamos encontrando por la calle, mientras que la plaza no se llenó ni un tercio”, explica Melodie, que portaba junto con otros la pancarta de la plataforma La Tortura no es Cultura, que se unió a la reivindicación de acabar con las corridas de toros en Pontevedra. “Es que... Galicia no es taurina”, concluye.
Los organizadores de la manifestación, la plataforma 'Touradas fóra de Pontevedra', celebran que en solo siete años se ha pasado de 150 asistentes a la manifestación a más de mil en la del pasado 13 de agosto. Además, piden al Ayuntamiento que escuche las demandas de la ciudadanía y acabe con la celebración de la feria taurina. Unos festejos únicos ya en Galicia, después de que por segundo año consecutivo no se celebrara la corrida de la Peregrina en A Coruña por la retirada de la subvención municipal y que suprimieran otros sendos espectáculos taurinos en Padrón o Sarria por la retirada de apoyo económico.
Pontevedra, último bastión taurino
Entonces, ¿por qué se mantiene la feria taurina de Pontevedra? Desde la plataforma 'Galicia mellor sen touradas' tienen muy claro que la afición taurina es muy minoritaria en Galicia, ya que al ser la única feria taurina se podría esperar que hubiera habido un lleno total en la plaza de Pontevedra pero se quedó a la mitad del aforo, según unas fuentes, y un tercio según otras. Consultar los datos oficiales de aforo es complejo, ya que por un lado se dan datos de invitaciones distribuidas o entradas compradas, pero no de personas que accedieron al recinto. Un recinto que, a diferencia de otros usados para espectáculos taurinos en Galicia, es de propiedad privada. En concreto, de los conocidos Hermanos Lozano.
Mientras el ayuntamiento de Pontevedra, regido por el BNG, ha retirado las subvenciones directas a las corridas de toros, se mantiene un convenio con contrato de alquiler de la plaza que inyecta a esta empresa cerca de 40.000 euros anuales. Este coste se ha ido reduciendo cada año. “Estamos seguros que eliminando esa subvención tendrían muy difícil seguir realizando la Feria Taurina”, explica Rubén Pérez, de la asociación animalista Libera!, que pide a los regidores de la ciudad que busquen otra alternativa al alquiler de la plaza para no beneficiar a los empresarios taurinos.
Por su parte, Carme da Silva, conselleira de Festas, asegura que sería “la persona más feliz del mundo si dejara de haber corridas de toros en Pontevedra”. Da Silva defiende que, como el resto del BNG, ella es antitaurina y que debería hacerse una ley para prohibir las corridas de toros, o bien estatal en el Congreso de los Diputados o bien autonómica en el Parlamento gallego. “Nosotros ya quitamos las subvenciones directas y solo mantenemos un contrato de arrendamiento necesario para celebrar la Feira Franca y otros espectáculos como conciertos”, asegura. Un contrato que está puesto en entredicho por las plataformas que piden el fin de las corridas ya que asciende a casi 40.000 euros este año, cuando el alquiler de una plaza mucho mayor como el Coliseo de A Coruña o el multiusos del Sar en Santiago de Compostela para unos fines similares costaría unos 13.000 euros.
Por eso, desde 'Touradas fóra de Pontevedra' y 'Galicia mellor sen Touradas', piden a Da Silva que busque otras alternativas como las instalaciones deportivas que hay a las afueras de la ciudad o unas instalaciones móviles para una plaza del centro de la ciudad. Algo que, según estas plataformas, sería más barato y se ajustaría mejor al uso de la Feira Franca. Planteada esta propuesta al Ayuntamiento por parte de este blog, responden que no se plantean este cambio “por motivos de seguridad y de idoneidad del recinto”.
Competencias municipales, autonómicas o estatales
Respecto al llamamiento de Carme da Silva a Podemos y otras formaciones para que se unan para prohibir las corridas de toros, la organización Libera! responde de forma positiva: “Es un momento muy determinante porque si se lograr acabar con la mayoría del Partido Popular en las autonómicas gallegas podremos aprobar una ley para acabar con las corridas, como en Cataluña”, señala Rubén Pérez, que asegura que el momento que se vive en Galicia le recuerda mucho a los momentos previos de la ILP que desembocó en el Parlamento catalán con el veto a los espectáculo taurinos. “Lo que pasa en Pontevedra me recuerda mucho al caso de Barcelona hace 12 años: un alcalde contrario a las corridas de toros pero manteniéndolos”, explica.
Libera!, 'Galicia Mellor sen Touradas' y el propio Rubén Pérez están detrás de muchos de los éxitos antitaurinos en Galicia. “En A Coruña estuvimos trabajando con el BNG, con Izquierda Unida y, ahora con En Marea para acabar con las corridas de toros. Pero la diferencia con las manifestaciones como la de Pontevedra es que que nos movimos muchos en la concienciación de la calle durante todo el año, no solo en temporada”. Eso, asegura, ha permitido que el debate se mantuviera y se lograra un consenso social que hizo posible retirar las subvenciones al mundo taurino y que no se celebraran las corridas de la Peregrina en agosto.
Lo mismo pasó con el intento de hacer una novillada en el municipio coruñés de Abegondo. “Hicimos presión con firmas, pero también hablando con el alcalde del PP, que finalmente decidió no autorizar este espectáculo taurino”. Además de manifestaciones, Pérez es un defensor de que las fuerzas políticas se sumen al movimiento. Como ocurrió en Padrón (A Coruña), donde fue la oposición quien votó a favor de retirar las subvenciones a la corrida de toros que allí se realizaba o en Sarriá (Lugo), donde no se consiguió aprobar una moción antitaurina pero el alcalde socialista decidió no apoyar económicamente los festejos taurinos.
“Respecto a A Coruña, no creemos que ningún grupo político excepto el PP pudiera devolver las subvenciones a la Peregrina. E incluso el PP tampoco tiene una aptitud muy taurina, ya que por ejemplo se abstuvieron de una propuesta contra el maltrato animal. Solo podrían reclamar una vuelta voces que no están para nada autorizadas, ya que son una minoría”, explica Rubén Pérez. Con él, Melodie, de la Fundación Alma Animal, sostienen que la tradición popular en Galicia pasa por fiestas donde se exalta la comida y reclaman una alternativa a las peñas taurinas en Pontevedra, que podrían ser conciertos o actividades relacionadas con la cultura. Sin toreros autóctonos y muy poca afición, confían en que la de este año sea “la última feria taurina de Galicia”.