Se celebra cada año a primeros de septiembre en el puerto de Lekeitio (Bizkaia). Las cuadrillas participantes, a bordo de sus embarcaciones, se acercan al lugar donde el ganso cuelga de una soga y uno de los participantes lo agarra del cuello. Inmediatamente la barca se aleja y los equipos que están en los espigones tensan con fuerza la cuerda haciendo que el participante se eleve varios metros de altura. Después sueltan de golpe, haciéndole caer al agua. Repiten el proceso una y otra vez, hasta que las sucesivas sacudidas le hacen soltar el ganso o arrancarle la cabeza. Gana quien más alzadas aguanta sin soltar al animal.
No hay consenso entre las fuentes históricas, pero al parecer Antzar Eguna se celebra desde hace al menos dos siglos y medio. Hasta 1986 los gansos estaban vivos en el momento de ser agarrados del cuello por los participantes. Después la gripe aviar obligó a sustituirlos por animales de goma pero, una vez pasada la amenaza, se autorizó de nuevo la utilización de animales reales, previamente matados. En la última edición, el pasado mes de septiembre, participaron 85 cuadrillas y solo 33 utilizaron gansos de goma.
Piztiak, comparsa animalista centrada en llevar esa sensibilidad a las fiestas de Bilbao, lleva varios años documentando y denunciando este festejo. Los lugareños lo llaman 'corrida de gansos' y, a pesar de la evidente similitud que la expresión tiene con las corridas de toros, no ven ningún otro parecido. “Aquí mucha gente está contra las corridas de toros, pero no ven nada malo en las corridas de gansos. No se lo cuestionan”, explican, en gran parte por el factor identitario que implica. “Es su fiesta, siempre la han celebrado, no se cuestionan nada”.
Esta asociación de defensa animal trabaja en la concienciación, ofreciendo información para que cada cual reflexione y autocuestione sus propios hábitos. “No juzgamos. No señalamos ni reprochamos. Damos información para elegir en libertad”. Para ello, muestran las imágenes de Antzar Eguna hechas por Tras los Muros y un texto explicativo en euskera, junto a otras realidades que sí se identifican con el maltrato animal y que son mayoritariamente rechazadas, como las corridas de toros o el uso de pieles. Quieren que los vecinos de Lekeitio asuman que su fiesta también comporta maltrato, y que arrancar la cabeza de un animal por diversión no es justificable. “Es un maltrato animal como cualquier otro, y lo que hacemos es equipararlo, que se vea junto a esos otros, como uno más, igual de rechazable”.
“No elegimos nuestra relación con los demás animales de forma libre. Desde pequeñitos nos inculcan una determinada forma de relacionarnos con ellos”, explican en Piztiak. “Nuestra labor es dar información para poder definir esa relación con libertad”. Y cuando te acercas así, aseguran, muchas veces se activa esa reflexión.
Se celebra cada año a primeros de septiembre en el puerto de Lekeitio (Bizkaia). Las cuadrillas participantes, a bordo de sus embarcaciones, se acercan al lugar donde el ganso cuelga de una soga y uno de los participantes lo agarra del cuello. Inmediatamente la barca se aleja y los equipos que están en los espigones tensan con fuerza la cuerda haciendo que el participante se eleve varios metros de altura. Después sueltan de golpe, haciéndole caer al agua. Repiten el proceso una y otra vez, hasta que las sucesivas sacudidas le hacen soltar el ganso o arrancarle la cabeza. Gana quien más alzadas aguanta sin soltar al animal.