Son nuestros hermanos mayores en la cadena evolutiva, pero en Guardamar del Segura (Alicante) cinco macacos han sobrevivido durante años encerrados en unas minúsculas jaulas de captura, dentro de una nave llena de trastos y basura, en una finca privada que alberga una “colección particular” de animales de distintas especies. Llevaban viviendo así desde 2008. Once años.
Sus condiciones de cautiverio han sido lo más espantoso que se pueda imaginar. Se veían unos a otros de jaula a jaula, pero no podían tener contacto físico entre sí, lo que provoca un enorme sufrimiento emocional. Padecían gravísimas enfermedades, que conllevan terribles padecimientos físicos. Las jaulas estaban llenas de excrementos acumulados en el tiempo, lo que ha supuesto un foco de infección permanente y unas condiciones higiénicas degradantes, así como un peligro sanitario.
El pasado 14 de noviembre,Animalia Protección Animal y Proyecto Gran Simio (PGS) denunciaron ante los medios de comunicación la situación de cautividad y abandono en la que se encontraban esos macacos. Desde entonces, un equipo de unos seis activistas no ha descansado ni de día ni de noche para rescatar a esos animales de su infierno. Hoy, dos meses después, los cinco macacos han sido liberados.
El proceso de liberación a lo largo de estas semanas no ha sido fácil. Mientras se buscaba el hogar definitivo que los pudiera acoger, Nuria Cabrito Moliner, secretaria de Animalia, organizó, con la ayuda de especialistas y la colaboración de Paco Cuéllar, de Proyecto Gran Simio, un dispositivo para trasladar a los macacos a unas instalaciones debidamente acondicionadas dentro del mismo recinto. Esta bióloga, que ha estado al cuidado de los macacos de manera permanente, contó para ello con la ayuda y el conocimiento del veterinario Salvador Marín Lillo, experto en primates.
Estaban tratando de hacer lo que la Administración no había hecho desde 2008, aunque fuentes administrativas aseguran que llevaban años intentándolo sin éxito: encontrar para ellos un destino digno y definitivo. Contactaron con el zoo de Berlín, que es el lugar de procedencia de los animales, donde a pesar de conocer su espantosa situación de enjaulamiento, rechazaron acogerlos. También se pusieron en contacto con el Centro Primadomus de Villena, en la misma provincia de Alicante, que aseguró no estar en condiciones de hacerse cargo de los macacos en este momento y presentó a Consellería un presupuesto para poder acondicionar un lugar para ellos, comprometiéndose a buscar el sitio adecuado para su viaje. Ante la negativa de la Consellería a pagar dicha cantidad a Primadomus, y ante lo que parecía la última oportunidad para estos animales, la organización de activismo cultural Capital Animal ofreció a Primadomus la posibilidad de celebrar algún evento para tratar de conseguir el dinero y lograr que los animales llegaran a Holanda.
Los días pasaban sin encontrar la solución para liberar a los cinco macacos y encontrar para ellos un destino ético. Pero el pequeño gran equipo de activistas no abandonó su cometido: sacar a los cinco macacos de la pesadilla que han vivido durante demasiado tiempo. La complejidad y el trabajo que ha supuesto lograrlo pone de manifiesto el esfuerzo que, tanto a nivel estatal como a nivel autonómico, deberían realizar las autoridades competentes para crear centros de rescate y reinserción de titularidad pública, gestionados por funcionarios y con personal especializado. Las organizaciones sin ánimo de lucro y las personas voluntarias que se han hecho cargo de este rescate reclaman esos centros que aseguren una vida digna a todos aquellos individuos de otras especies procedentes de decomisos, circos, zoológicos o cualquier tipo de espectáculo con animales.
En este sentido se ha expresado Ángela Molina, presidenta de la Coordinadora Animalista de la Comunidad Valenciana: “La entrada en vigor el próximo 31 de enero en la Comunidad Valenciana de la prohibición de los circos con animales supone un reto ante el que hay que comenzar a reaccionar lo antes posible. Tenemos que tener previsto donde reubicar a los animales que puedan ser abandonados porque han dejado de ser productivos”.
Tras once años de sufrimiento extremo, finalmente el 15 de enero de 2019 los cinco macacos de Guardamar del Segura han podido ser liberados y han emprendido viaje hacia un hogar definitivo y justo. Ha sido gracias al centro de rescate Wales Apes & Monkey Sanctuary, adscrito al Proyecto Gran Simio Internacional y dirigido por Graham Norton. Pedro Pozas, director de Proyecto Gran Simio España ha mostrado su satisfacción, ya que los animales quedan bajo el cuidado de un centro de prestigio.
Las organizaciones que se han ocupado durante estos meses del cuidado y, finalmente, del traslado de los cinco macacos manifiestan que, una vez más, han tenido que ser la asociaciones civiles y las organizaciones no gubernamentales quienes han buscado una salida digna para unos primates abandonados e insisten en la necesidad de leyes que eviten estos casos y en la creación de centros de rescate CITES en el Estado.
También dejan claro que todos los gastos económicos, tanto los correspondientes a la primera visita del director del santuario galés como a su segundo viaje para el rescate, así como la mayor parte del operativo del traslado de los macacos (a excepción de los servicios veterinarios) y la que será su estancia vitalicia en el santuario, han corrido y correrán a cargo del propio centro de rescate del PGS Internacional.
Andrés Navarro, presidente de Animalia, ha querido “dar las gracias públicamente a Proyecto Gran Simio y a la Coordinadora Animalista de la Comunidad Valenciana, asociaciones que han participado junto a nosotros en el rescate de los macacos, así como a DeAnimals, despacho especializado en derecho animal, y a otras personas voluntarias que han mostrado preocupación por su vida y han ofrecido su ayuda”. Navarro ha hecho un merecido reconocimiento al santuario británico Wales Apes & Monkey “por la rapidez de su intervención”.
A su vez, Pedro Pozas Terrados, director ejecutivo y presidente internacional del Proyecto Gran Simio en España ha destacado “este éxito conjunto de asociaciones en defensa animal”, manifestando que esa colaboración “debe ser en todo momento la clave para luchar contra el maltrato animal y para solicitar una Ley de Protección Animal a nivel nacional o una Dirección General de Protección Animal que dependa del Ministerio de Transición Ecológica”. Pozas Terrados ha recordado que “debido a la diversidad de competencias existentes entre las administraciones, todo lo relacionado al Convenio CITES (secretaría, gestiones, inspectores) debe depender exclusivamente de dicho Ministerio”, y que “debe derogado de forma inmediata el Real Decreto 1333/2006 de 21 de diciembre en el que se permite el sacrificio o entrega a centros de experimentación de especies en peligro de extinción si no se encuentra un lugar de depósito”.