El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
'Manifiesto Felino' para una mejor convivencia entre humanos y gatos
Se trata de un decálogo con medidas concretas que pretende orientar a ciudadanos y gestores municipales para lograr una mejor gestión de las colonias felinas y garantizar así una convivencia ética entre humanos y gatos
Existen muchas ideas “erróneas” sobre la capacidad de los gatos caseros de sobrevivir en la calle, y de los más salvajes para adaptarse a un hogar. Es necesario garantizar en cada caso las atenciones necesarias para esa convivencia
Los gatos ocupan en España uno de los primeros puestos como animal “de compañía”, siguiendo una tendencia ya consolidada en Europa. Cuando han nacido en un hogar o han sido socializados a muy temprana edad, suelen ser tranquilos y aportan mucha paz y alegría a quienes conviven con ellos. Interactuar con gatos es un placer con el que la naturaleza nos ha agraciado. Sin embargo, y esa es su gran paradoja, sus congéneres siguen siendo ignorados o, mucho peor, masacrados en muchas poblaciones.
Por ello, la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (APDDA), coordinada por el ex diputado Chesús Yuste, celebró el pasado viernes en el Congreso de los Diputados un foro de debate al que invitó a gestores municipales, técnicos y responsables de bienestar animal, así como a entidades de todo tipo dedicadas a la gestión de colonias felinas. De allí salió un decálogo para mejorar el bienestar de los gatos que comparten con nosotros nuestras calles, nuestros barrios, nuestros pueblos. Se trata del primer ‘Manifiesto Felino’ presentado en sede parlamentaria, que aspira a orientar a las administraciones públicas y a los ciudadanos para conseguir una coexistencia ética y satisfactoria con las colonias de gatos, y que está avalado por expertos de toda Europa. Una vez presentado, ha quedado abierto a las adhesiones de quienes quieran compartirlo y de quienes se comprometan a aplicarlo desde sus competencias públicas. Ante las próximas elecciones municipales de mayo, el llamamiento es claro.
Dicen los expertos que existen ideas “erróneas” sobre la capacidad de los gatos caseros para sobrevivir en un entorno hostil, y viceversa, sobre la capacidad de los no socializados con humanos para convivir en un hogar. Por ello, alertan de la necesidad de cuidar y proteger a quienes se han criado con una familia humana sin la cual no saben cómo sobrevivir, y también de garantizar una convivencia urbana libre a los que se mantienen en un estado más salvaje (ferales), “con la limitación de la natalidad, el seguimiento de su estado de salud y el acompañamiento de personas sensibles y formadas que pueden velar tanto por los animales como por el entorno común”.
El debate en el Congreso de los Diputados permitió poner en común distintas experiencias y definir unas líneas básicas sobre las que establecer el diálogo con las administraciones. Existen poblaciones en España donde incluso se ha reconocido el estatus de los gatos callejeros y se financia, con muy buenos resultados, la esterilización de los felinos. En otros muchos lugares, el acercamiento entre gestores de colonias y responsables públicos está permitiendo avanzar en políticas que benefician tanto a los gatos como a los humanos.
Los gatos nos acompañan desde hace 9.000 años, a pesar de lo cual no están del todo domesticados (de ahí la necesidad de distinguir entre unos y otros, y de proporcionales los cuidados que en cada caso requieren). Favorecer una buena convivencia con todos ellos es un deber ético de nuestra especie, y la mejor forma de hacerlo, según los expertos, es la estrategia 'CES' (captura, esterilización y suelta), junto a la identificación y seguimiento de quienes gestionan cada colonia y la comunicación permanente con veterinarios.
En torno a todo ello gira el mensaje y la acción de Agnès Dufau, que presentó el Manifiesto en el Congreso de los Diputados. Como consultora de bienestar animal, su empeño es conseguir una mejor vida para los felinos que habitan en pueblos y ciudades, y por ello le concedieron el Premio Internacional de Bienestar Felino y se ha convertido en una referencia en todo lo relacionado con la ética en el trato que damos a los gatos en nuestra sociedad. Es la presidenta de la Plataforma Gatera, que aglutina a 19 entidades de protección animal, dedicadas sobre todo a los gatos de la calle, en varios municipios de la provincia de Barcelona, también en la ciudad condal. Barcelona, insiste, es pionera en protección de los animales, y el reto es conseguir que toda España avance por esa misma senda.
Con ese objetivo, el decálogo es la recopilación, sencilla y fácilmente comprensible, de todo lo que es necesario hacer (y no hacer) para garantizar esa convivencia entre humanos y gatos:
Identificación y registro obligatorios de los gatos.
Reconocimiento de la especificidad de los gatos ferales y reconocimiento de la obligación de protegerlos.
Reconocimiento del CES (captura, esterilización y suelta) como el único método aceptable para la gestión de la población de gatos sin propietario.
Aplicación de la legislación que ponga fin a la impunidad de las conductas infractoras y delictivas contra gatos y colonias felinas.
Prohibición en todo el Estado de la desungulación y otras mutilaciones.
Obligatoriedad de la esterilización de todos los gatos, excepto para los criadores profesionales.
Mejora en la implementación de la normativa de cría y venta de gatos.
Inclusión de la tenencia responsable de gatos en las campañas públicas de bienestar animal.
Inclusión del bienestar animal dentro de los programas oficiales de educación básica.
Etiquetado de los productos veterinarios tóxicos para gatos para evitar envenenamientos.
Son unas medidas básicas que ciudadanos y administraciones debemos compartir para sentirnos de verdad orgullosos de nuestras calles, de nuestros parques, de nuestros barrios. Con su aplicación salvaríamos sus vidas, avanzaríamos en nuestra ética y evitaríamos la confrontación entre quienes buscamos ese objetivo y unas administraciones muchas veces ajenas incluso a su propio deber legal.
Esperamos las adhesiones a este manifiesto y, sobre todo, confiamos en que las medidas se pongan en marcha tras las próximas elecciones municipales o, mucho mejor, antes. Muchas vidas están en juego, y nuestra ética también.
Sobre este blog
El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.