Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

“Una alimentación vegetariana o vegana es un regalo de salud para nuestros hijos”

  • Miriam Martínez Biarge creó el proyecto Mi pediatra vegetariano, con el que ofrece información nutricional tanto para padres como para profesionales del sector

Miriam Martínez Biarge es pediatra especialista en Neonatología y ejerce tanto en España como en el Reino Unido. Cuando descubrió que las familias que elegían vivir sin consumir productos de origen animal no recibían ningún apoyo del sistema sanitario, creó el proyecto Mi pediatra vegetariano, que ofrece información nutricional tanto para padres como para profesionales del sector.

Dicen que “un cuarto de lo que comes te mantiene vivo, los otros tres cuartos mantienen vivo a tu médico”. ¿Es cierto que nos alimentamos tan mal?

Sí, los españoles hace mucho que dejamos de seguir la dieta mediterránea y nuestros hábitos alimentarios no han dejado de empeorar en los últimos 50 años. Cada vez comemos más alimentos animales ricos en grasa saturada y colesterol, más azúcar y alimentos azucarados, más cereales refinados y más alimentos procesados. Al mismo tiempo, cada año desciende el consumo de frutas, verduras y, sobre todo, de legumbres y frutos secos.

Una mala alimentación está detrás de las principales enfermedades crónicas que estamos aprendiendo a ver como algo “natural” en nuestra sociedad, pero que no lo son: sobrepeso y obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y muchos tipos de cáncer.

Ha optado por seguir un camino poco transitado dentro de una profesión que se suele creer en posesión de la verdad. ¿Es estimulante o frustrante?

Es cierto que a veces es muy frustrante enfrentarse con los prejuicios de la gente, especialmente cuando son profesionales sanitarios de quien se espera un pensamiento más crítico y mayor apertura de mente. Pero, al mismo tiempo, es muy satisfactoria la sensación de estar ayudando a tantas familias y de contribuir a que el vegetarianismo y el veganismo sean mejor entendidos en nuestra sociedad.

¿Cuáles son los miedos más habituales en los padres que le consultan?

La mayoría de los padres que se ponen en contacto conmigo han sido bombardeados con mensajes negativos sobre el vegetarianismo y el veganismo por parte de los profesionales sanitarios con los que han entrado en contacto, que desgraciadamente no tienen una formación actualizada en nutrición. Estos mensajes están basados en el miedo y en la ignorancia, no en la evidencia científica, pero repetidos una y otra vez minan la confianza de los padres que desean educar a sus hijos de acuerdo con estos principios.

Estamos obsesionados por no tener “déficits”. Sin embargo, viviendo como vivimos en la abundancia, es más bien al contrario, ¿no? ¿Sufre nuestro cuerpo más por excesos o por defectos?

Sufre en ambas situaciones. Lo paradójico es que, aunque actualmente vivimos en la abundancia y la alimentación occidental es excesiva en calorías, proteínas, grasas saturadas y azúcar, es al mismo tiempo deficitaria en sustancias que son esenciales para nuestra salud, por ejemplo fibra y sustancias antioxidantes.

Aunque no existe una enfermedad aguda por déficit de fibra, como existía antes el escorbuto por déficit de vitamina C, en el medio y largo plazo la falta de fibra se asocia a un aumento significativo de enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Un estudio reciente ha mostrado que los niños españoles, con tan solo 3 años de edad, están tomando más del doble de las proteínas que necesitan, pero solo la mitad de la fibra. Y más de la mitad de los niños del estudio no consumían las cantidades de vitamina E recomendadas para su edad, entre otros nutrientes importantes. La vitamina E es un potente antioxidante que se encuentra en todos los alimentos vegetales ricos en grasa, como los frutos secos, las semillas o los aguacates.

Alguien me contaba que la gente le decía “pobres niños” porque en lugar de gominolas sus hijos comían fruta deshidratada. ¿Qué opinión le merece?

Nos han hecho creer que la felicidad de los niños se basa en tener muchos juguetes y en comer muchos dulces. Quizá porque este tipo de gratificación inmediata es lo que muchos adultos persiguen para ellos mismos.

Los niños que aprenden desde bebés a disfrutar el sabor de los alimentos naturales no echan de menos en absoluto el sabor artificial, pegajoso y dulzón de las gominolas ni de otras “golosinas” similares.

sinAzucar.org la está liando en la red con fotos de productos y su cantidad de azúcar en terrones. Muchos son infantiles, aprobados por la Asociación de Pediatría. ¿Es el azúcar el enemigo público número uno de los niños?

El azúcar es muy perjudicial y los pediatras no somos lo suficientemente categóricos en este aspecto. Es más, como bien dices, hemos sido cómplices de la industria alimentaria en demasiadas ocasiones, permitiendo (y beneficiándonos económicamente de ello) que el logo de la Asociación Española de Pediatría apareciera en productos dirigidos al público infantil, como galletas, yogures azucarados, bebidas chocolateadas y similares. La utilización del logo de la Asociación Española de Pediatría por parte de estos productos lleva a pensar a las familias que su consumo es saludable y que está aprobado por los médicos que se ocupan de la salud de los niños. En mi opinión esto es inmoral y me posiciono totalmente en contra.

En cuanto a la iniciativa de sinAzucar.org, me parece excelente.

A continuación, le diré algunas frases que estamos acostumbrados a oír los veganos, como si fueran verdades absolutas. Dígame qué le inspiran:

“Hay que comer de todo”.

No, hay que comer alimentos saludables que nos proporcionen todos los nutrientes que necesitamos. Los nutrientes pueden proceder de diferentes tipos de alimentos y estos, en conjunto, pueden ser más o menos beneficiosos para nuestra salud, por lo tanto es importante elegir los más adecuados.

Por ejemplo, podemos obtener proteínas de la carne o de las legumbres. Una vez que las hemos absorbido, ambas proteínas van a cumplir la misma función, independientemente de su procedencia. Sin embargo obtener nuestras proteínas de las legumbres tiene varias ventajas, ya que al mismo tiempo vamos a obtener otros nutrientes que no están presentes en la carne: hidratos de carbono complejos, calcio, magnesio, fibra y una gran variedad de antioxidantes. Y al contrario que la carne, las legumbres no tienen grasa saturada ni colesterol.

Por otra parte, hay sustancias que sin duda no necesitamos comer y que es mejor que no hagamos. No necesitamos comer azúcar, no necesitamos comer cereales refinados y procesados y no necesitamos comer grasa saturada ni colesterol. Todo esto es perjudicial para nuestra salud. Por tanto lo de “comer de todo” es un mito que mucha gente repite como un mantra y que simplemente esconde la conveniencia de quien quiere comer “de todo lo que le gusta”.

“Los niños tienen que tomar leche para el calcio”.

Los niños deben tomar alimentos ricos en calcio. La leche no es la única ni la mejor fuente de este mineral. El calcio se encuentra repartido en muchos alimentos vegetales, como las verduras de hoja verde, el tofu, el tempeh, las semillas de sésamo, todas las legumbres, las almendras, los higos secos, las naranjas, el pan integral y las hierbas aromáticas. Estos alimentos proporcionan calcio sin los inconvenientes de la leche (principalmente, exceso de proteínas, grasas saturadas y colesterol).

“Los niños tienen que tomar carne para las proteínas”.

La carne no es la única fuente de proteínas. Las proteínas están presentes en todos los alimentos vegetales, especialmente en las legumbres, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales. Es extremadamente difícil seguir una dieta vegana variada y que nos falten proteínas. El problema actual con las proteínas es el exceso. Los niños españoles toman un exceso de proteínas, lo que no es bueno para su salud ni a corto ni a largo plazo.

“Somos omnívoros”.

Así es. Esto significa que nos hemos adaptado a alimentarnos con alimentos procedentes tanto del reino animal como del vegetal (¡y del de los hongos!). Esto no significa que necesariamente tengamos que alimentarnos con productos de origen animal, ni siquiera que estos sean los alimentos más adecuados para nosotros.

A lo largo de nuestra evolución los humanos hemos comido lo que fuera, con tal de mantenernos vivos. En el siglo XXI, tenemos los conocimientos de nutrición suficientes para elegir el tipo de alimentación que no solo nos mantenga vivos, sino lo más sanos posible.

Además, conocemos bien las repercusiones que los diferentes modelos de alimentación tienen sobre el medio ambiente, los recursos naturales y, por supuesto, sobre otros seres con los que compartimos el planeta. Tenemos la obligación moral de elegir, con la cabeza y no con el paladar, el modelo de alimentación que más beneficie al conjunto de seres humanos y que menos perjudique a los animales y al medio ambiente.

Parece que es complicado dar alimentos saludables a los niños, como si comer cosas deliciosas estuviera reñido con comer sano. ¿Es así? ¿Odian los niños los vegetales?

Por supuesto que no es así, a la mayoría de los niños les encantan las frutas, las verduras y las legumbres cuando las comen desde pequeños. Quienes “odian” los vegetales son muchos adultos que no han aprendido a disfrutarlos y en consecuencia no las comen en su casa y no pueden enseñar mediante el ejemplo a sus hijos.

Ejerce como pediatra tanto en Londres como en Madrid. ¿Cuáles son las diferencias que observa y a qué cree que se deben?

En general los anglosajones son mucho más respetuosos con las creencias y formas de vida de otras personas. Esto se concreta en que prácticamente todos los colegios (así como los hospitales y las cárceles) ofrecen de forma rutinaria un menú vegetariano/vegano. Y en que los profesionales de la salud no cuestionan a sus pacientes por su modo de alimentarse.

Uno de los reproches con los que se encuentran los padres veganos, habitualmente de su entorno más cercano, es que imponen sus creencias a sus hijos. ¿Qué tiene que decir a esto?

Los padres veganos imponen sus creencias a sus hijos de igual forma que lo hacen los no veganos. Todos los padres transmiten a sus hijos sus creencias y valores, ¡no van a transmitirles las de sus vecinos! Es muy hipócrita considerar que en un caso se trata de “adoctrinar” y en el otro de “educar”.

Ningún padre no vegano pregunta a sus hijos si desean alimentarse de productos animales, se los pone en el plato y punto. Como padres, debemos tomar decisiones por nuestros hijos mientras éstos son pequeños y no pueden decidir por sí mismos, y debemos hacerlo teniendo en cuenta lo que nosotros, en conciencia, pensamos que es mejor para ellos.

En su página web, Mi pediatra vegetariano, tiene un apartado dedicado a sus colegas médicos. ¿Cómo es la acogida?

En general es de interés. El número de familias vegetarianas y, sobre todo, veganas no deja de aumentar en España y eso significa que casi todos los pediatras tienen a alguna de estas familias entre sus pacientes. Los pediatras hemos recibido una formación nutricional muy deficiente durante nuestros estudios de medicina y nos vemos sin recursos para atender a estas familias.

¿Qué les diría a unos padres primerizos que quieren alimentar a sus hijos sin productos de origen animal pero no se atreven?

Que aprendan los principios de una alimentación vegana saludable y que lo hagan, sin duda. Una alimentación vegana bien planificada, es decir, rica en frutas, hortalizas y verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos, sin nada de azúcar y suplementada con vitamina B12, es una de las mejores formas de alimentación que existen y está asociada con una mayor esperanza de vida y con un menor riesgo que la alimentación occidental actual de desarrollar enfermedades crónicas (como la obesidad, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo II y algunos tipos de cáncer).

Ofrecer a nuestros hijos este tipo de alimentación es uno de los mejores regalos de salud que podemos hacerles.

¿Hay algún caso que le haya impresionado, entristecido o alegrado especialmente?

Me ha entristecido mucho el caso reciente de una niña de 7 años a la que, tras hacerse vegana, su colegio ha “invitado” a no volver el próximo curso. A pesar de los esfuerzos de sus padres por intentar que el colegio proporcionara a su hija un menú adaptado o le permitiera llevarse su propia comida de casa, los responsables del centro se han negado a aceptar cualquiera de estas soluciones y, en consecuencia, han enfrentado a una niña al dilema de tener que vivir en contra de sus principios o tener que abandonar el colegio a mitad de curso, con todos los efectos académicos y emocionales que eso conlleva. Los prejuicios han pesado más que garantizar el bienestar físico y psicológico de una niña de 7 años.

¿Qué proyectos tiene actualmente?

Quiero continuar con las charlas para familias y para profesionales sanitarios, con el fin de divulgar los principios y beneficios de una alimentación vegetariana y vegana saludable. La organización de los talleres de alimentación para las familias corre a cargo de Enric Urrutia, director de Bio Eco Actual, a quien estoy enormemente agradecida por su ayuda y compromiso con este tema.

Además, estoy terminando de escribir un libro sobre alimentación vegana en la infancia, que creo que será de ayuda para muchas familias en nuestro país.

Y un proyecto que tengo en mente, y que me gustaría comenzar muy pronto, es hablar con las administraciones sobre la necesidad de que los colegios, al menos los públicos y concertados, ofrezcan menús vegetarianos y veganos a todos los alumnos que lo soliciten. Hoy en día esto es una excepción y la mayoría de los centros educativos reaccionan muy negativamente cuando unos padres solicitan esta posibilidad para sus hijos. Esto causa mucha ansiedad tanto en los niños como en sus familias y es profundamente injusto y discriminatorio.

  • Miriam Martínez Biarge creó el proyecto Mi pediatra vegetariano, con el que ofrece información nutricional tanto para padres como para profesionales del sector

Miriam Martínez Biarge es pediatra especialista en Neonatología y ejerce tanto en España como en el Reino Unido. Cuando descubrió que las familias que elegían vivir sin consumir productos de origen animal no recibían ningún apoyo del sistema sanitario, creó el proyecto Mi pediatra vegetariano, que ofrece información nutricional tanto para padres como para profesionales del sector.