La llamada de urgencia de una mujer alertó el miércoles 13 de julio a la Policía Local de Mieres, en Asturias: un cachorro de perro había sufrido una brutal paliza a manos de un hombre, conocido en el barrio por su perfil violento. Los agentes avisaron a los trabajadores del albergue municipal, previniéndoles de que lo que les esperaba era especialmente duro y desagradable.
El personal del centro 'Albergue Tono Ambrosio' está acostumbrado a rescatar animales en situaciones penosas, pero la crueldad de lo que se encontraron les heló la sangre. Un cachorro de aproximadamente 7 kg y unos cuatro meses agonizando a pleno sol en el apeadero de Santa Cruz, en Mieres. Su agresor, según refieren testigos, le había propinado una brutal paliza y lo había dejado allí tirado para que muriera.
“No es la primera vez que recogemos animales de las vías del tren”, me cuenta Marta Cueva, Vicepresidenta de la Asociación Mundo Vivo, ONG a la que se ha cedido la custodia del animal, “muchos pudimos salvarlos, pero nunca sabremos cuántos no han tenido tanta suerte”.
Magno, que así es como han bautizado al pequeño, ha sido de los “afortunados”. Alguien cumplió con su deber de denunciar y lo encontraron a tiempo. La trabajadora del albergue municipal lo trasladó de urgencia a Oviedo, a la clínica veterinaria de Mundo Vivo, en un trayecto dramático en el que pensó que el pequeño no lo conseguiría.
Unos días después de su agresión, el cachorro con nombre de conquistador ha salido del coma y comienza a tratar de caminar por sí mismo, aunque su pronóstico sigue siendo muy grave “a causa de los fuertes golpes recibidos en todo el cuerpo”. Magno ha perdido ya un ojo y parte de la visión del otro y tiene una lesión cerebral que le impide mantener el equilibrio y la coordinación. Pero este pequeño gran cachorro, que aún tiene sus dientes de leche, tiene también enormes ganas de vivir.
A raíz de la publicación del caso de Magno en redes sociales, se han recibido ya llamadas de testigos que afirman conocer al agresor y cuentan que “no es la primera vez que ataca salvajemente a otros animales, teniendo además antecedentes por violencia de género”.
La investigación está en marcha y las fuerzas y cuerpos de seguridad están realizando su labor. Esta fase de instrucción es especialmente delicada, ya que cualquier prueba o testimonio que pueda aportarse, por pequeña que sea, significará que haya o no condena. Pedimos por ello, desde estas páginas, que cualquiera que tenga información que pudiera estar relacionada con el caso la haga llegar a la Policía de Mieres.
Desde Mundo Vivo anuncian asimismo que se personarán como acusación, con la esperanza de conseguir pena de cárcel e inhabilitación para la tenencia de animales para el responsable de este brutal delito. Como hemos visto en casos similares, la acusación, tanto particular como popular, es vital para que estos procesos de maltrato animal salgan adelante.
¿Qué calvario habrá vivido Magno hasta llegar a aquel día en que trataron de matarlo? ¿Qué habrán vivido los otros animales -muchos, por lo que indican fuentes cercanas al caso- que han caído en manos de ese individuo? ¿Qué violencia estarán padeciendo las personas que se cruzan en su camino?
La violencia contra los animales ya es un delito en sí misma en nuestro país, y debe tener la condena que merece, pero, además, sabemos que suele darse en un contexto mucho más amplio de criminalidad, de violencia interpersonal, especialmente contra las mujeres, y de actos ilícitos de todo tipo.
Magno podría ser la punta del iceberg que destape de una vez por todas una problemática mucho más profunda. Confiamos en que la maquinaria legal no deje atrás a ninguna de las víctimas y en que se haga justicia. “Hay que denunciar, siempre”, señala Marta Cueva, “es la única manera de acabar con esta lacra y de conseguir denuncias contundentes. Este tipo de actos no puede seguir saliendo gratis”.
“Magno es maravilloso”, añade, “aparte del daño físico tiene un gran trauma emocional, pero aquí estaremos para recomponerlo, que es lo que necesita”.
Sobre este blog
El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).
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