Opinión y blogs

Sobre este blog

Regalos antiespecistas: 10 ideas para crear conciencia

1 de enero de 2022 06:02 h

0

El antiespecismo no es un estilo de vida. Tampoco una moda, ni una estrategia de marketing. Por el contrario, el antiespecismo es un sistema ético que lo abarca todo; una forma de pensar (o de creer: siempre hay fe) que se asienta en valores profundos y que, a través de una práctica diaria y consciente, se extiende a todos los ámbitos de la existencia. De la alimentación, al entretenimiento. De la indumentaria, al arte. De lo propio, a lo compartido. ¿Y qué mejor manera de compartir que hacer un regalo?

Aquí van algunas propuestas para Reyes renovadas, vegan friendly y libres de sufrimiento animal.

Para personas adultas

1. Accesorios de piel vegana

La industria peletera no pertenece a la industria cárnica. Por tanto, el desuello no es una práctica de “aprovechamiento” y, en la mayoría de los casos, los animales criados por sus pieles no son los mismos que los que se crían para comer. Contribuir a la explotación de estos animales no humanos comprando accesorios hechos con sus pieles cuando existen alternativas veganas supone perpetuar el daño. Para ayudar a romper con este patrón, basta con cambiar el tradicional bolso, par de zapatos, cartera o cinturón por una pieza creada a partir de un material que no proceda del dolor y de la muerte de un individuo sintiente.

Puedes empezar consultando las listas de Good On You, Cogo y Mochni para saber qué firmas no emplean piel animal en sus artículos y, a partir de ahí, elegir el regalo que mejor se adapte a tus preferencias y necesidades.

2. Cosmética cruelty free

Conejos, ratones, perros o primates son sometidos a una tortura constante por parte de las grandes corporaciones de belleza. Estos animales viven encerrados y sufren quemaduras y lesiones de todo tipo, además de amputaciones y daños irreversibles en sus órganos vitales para, después de una existencia de inmenso padecimiento (que puede durar semanas, meses e incluso años), morir a causa de sus heridas o ser asesinados porque ya “no sirven”. Los resultados obtenidos con la experimentación animal son poco precisos, pero salen más baratos que realizar estudios con personas o usando muestras de tejido. 

La buena noticia es que, cada vez más, las firmas beauty están renunciando a probar sus productos en animales; algo totalmente innecesario y que genera un sufrimiento extremo a millones de seres sensibles en todo el mundo. Por otro lado, el número de nuevas marcas veganas y libres de crueldad que parten de un concepto antiespecista no para de crecer. Fragancias, productos de maquillaje o de cuidado personal y hasta velas y aromas para la casa con el sello cruelty free lideran el cambio hacia este consumo beauty más ético, más informado, más consciente. ¿Algunos nombres por los que apostar? Freshly Cosmetics, Lush, The Body Shop, 3ina, Kat Von D Beauty y Bityah.

Eso sí, siempre hay que tener en cuenta que algunas fórmulas cruelty free, a pesar de no haber sido probadas en animales, sí que contienen ingredientes de origen animal (y viceversa). La aplicación Bunny Free utiliza una base de datos de PETA en constante actualización para verificar ambos aspectos.

 

3. Cursos de cocina y recetarios plant based

900 millones de animales son asesinados al año en el mundo solo para comida. ¿Una alternativa a las típicas experiencias gastronómicas en restaurantes especistas que se suelen regalar en estas fechas? Los cursos de cocina plant based. Porque la alimentación vegana está llena de sabor, de ingredientes novedosos y de combinaciones por descubrir. Desterrar mitos y acercar esta ética a todas las personas a través de un acto tan universal como es el de comer resulta cada vez más fácil. Además de las formaciones, también proliferan los recetarios online, apps y cuentas de Instagram gratuitas y accesibles a todo el mundo. Prueba con Guakame, La Gloria Vegana, Recetasveganas.net de Jenny Rodríguez, Veganning Better o The Island Pantry. Porque se puede comer de todo sin comerse a nadie.

4. Ropa de fibras vegetales o sintéticas

¿Cuántas bufandas, jerséis o calcetines de lana se regalan por Reyes? Exacto: demasiados. Mientras la mayoría de la gente cree que esta parte de la industria textil no causa ningún daño a los animales, llegando incluso a pensar que éstos se benefician de ser “esquilados”, a millones de ovejas, alpacas o conejos de angora mantenidos en cautiverio les siguen arrancando literalmente la piel para elaborar tejidos.

Algunas firmas de moda como Stella McCartney, 100% vegana, o Boss, cada vez más comprometida con el cambio, representan una ética en expansión que se basa en sustituir este tipo de materiales por otros vegetales o sintéticos cuyo efecto es el mismo. Por otro lado, proyectos locales y sostenibles como Black Oveja, una tienda de lana vegana de Madrid donde se puede comprar el material a granel, amplían el abanico de posibilidades.

Como norma general, te recomendamos consultar la composición de las prendas en sus etiquetas y elegir las que no impliquen sufrimiento animal. ¡Todo suma!

 

5. Kit de cultivo

En su libro 'Hay alguien en mi plato', editado por Plaza y Valdés, Barbara J. King reflexiona sobre las capacidades cognitivas de los cerdos: “¿Son los cerdos de verdad más inteligentes que un niño de tres años? (…) En la Universidad de Penn State, los cerdos sobresalieron en las pruebas que se les hicieron y pasaron a formar parte de la literatura científica. La licenciada Candace Croney y sus colaboradores se acercaron a los cerdos de la universidad portando bloques de madera con forma de X o de O, pero solo los que llevaban las oes daban de comer a los animales. Los cerdos enseguida empezaron a correr hacia los portadores de las oes, ignorando así a los de las equis, que no les darían comida. Son unos resultados poco sorprendentes. El factor que lo deja a uno boquiabierto es que, cuando los investigadores dejaron los bloques y se pusieron camisetas con los símbolos en forma de X o de O, los cerdos siguieron acercándose solo los humanos que llevaban las oes. Los animales habían transferido su conocimiento tridimensional sobre los objetos del mundo real al reino de los símbolos bidimensionales, una considerable proeza de inteligencia, percepción y comprensión”.

Por desgracia, en España es costumbre regalar productos alimenticios especistas como embutidos, patés y quesos, sobre todo en estas fiestas. Animales como los cerdos de los que habla la autora, las vacas o las cabras, seres sensibles y con un alto nivel de inteligencia y desarrollada percepción de la realidad, se convierten en las principales víctimas de esta macabra tradición.

Pero, ¿y si en lugar de seguir financiando a la industria cárnica nos esforzásemos por fomentar la transición alimentaria, también a través de los regalos? En Planeta Huerto o Plantawa disponen de kits de cultivo de frutas, hortalizas o hierbas aromáticas que, además de promover el consumo de alimentos de origen vegetal, también fomentan el autoabastecimiento.

Para niñas y niños

6. Animales de juguete

El objetivo de regalar un animal de juguete a una niña o a un niño es, precisamente, que estos aprendan que los animales no son juguetes. Pues, con la guía adecuada, un amigo o amiga de peluche de otra especie puede ayudar a conseguirlo. Se trata de una alternativa simple y consciente a los juegos que recrean espacios como granjas, circos o zoos que, ya desde la infancia, enseñan que los animales están para servir al ser humano, ya sea en forma de comida, vestimenta o entretenimiento. Los puzles o construcciones de animales también van en esta línea y estimulan las capacidades cognitivas, contribuyendo a educar en la ética antiespecista.

7. Material de papelería vegano y cruelty free

Algunos lápices, rotuladores, pinturas o bolígrafos están probados en animales. Y no solo eso, sino que también sus tintas contienen ingredientes de origen animal. Estos pueden ir desde la gelatina o la grasa de mamíferos y peces, hasta las corazas y huesos de insectos. Muchos pinceles se elaboran con pelo natural. Y hasta hay algunos tipos de papel que se crean con ayuda de materiales procedentes de la explotación animal.

Elegir material de papelería libre de crueldad y vegan friendly que, además, apueste por la sostenibilidad como Staedtler, Muji, Tacto Estudio, Ökonorm o Crayon Rocks y hacer de ello un regalo que estimule la creatividad puede cambiarlo todo.

8. Abrigo de plumas sintéticas

Con frecuencia, ya sea por inercia, por desconocimiento o por practicidad, se regalan prendas de abrigo tipo plumífero a las niñas y niños. La mayoría de la gente lo hace sin saber lo que hay detrás. ¿Las víctimas? Ocas, patos, gansos y avestruces, aves inteligentes y sensibles criadas en granjas para arrebatarles sus plumas.

De nuevo, siempre hay que mirar las etiquetas. Por otro lado, existen firmas concretas que, además de evitar estos materiales, procuran causar el mínimo impacto en el medio ambiente utilizando plásticos o deshechos vegetales reciclados para crear prendas de abrigo.

 

9. Conocer un santuario de animales

Mientras los zoos y acuarios sigan teniendo público, los animales confinados continuarán sufriendo. Y las niñas y niños continuarán pensando que está bien visitar estos espacios; que la explotación de los seres vivos es un espectáculo y que estos no sienten tristeza o añoranza de su hábitat natural al ser mantenidos en cautiverio. Conocer un santuario de animales puede convertirse en una gran oportunidad para luchar contra esta mentalidad a través de los cuidados y mostrar la verdadera realidad a la que son sometidos los demás animales por nuestra especie. Se trata de que aprendan ayudando. De educar en el antiespecismo desde el propio antiespecismo. Algunos se pueden visitar contactando con ellos, otros será más fácil conocerlos de forma virtual, pero siempre será enriquecedor.

En estos momentos de crisis, la mayoría de los santuarios necesitan personas voluntarias, así como otros modos de ayuda como donaciones o apadrinamientos. Y, sobre todo, necesitan que se conozca su labor y que se sepa cómo son en realidad esos animales que habitualmente son tratados somo como “comida”.

 

10. Cuentos antiespecistas

Cambiar la narrativa de algunos cuentos tradicionales como Caperucita Roja o Los tres cerditos, donde ciertas especies animales se muestran como “malas”, por relatos antiespecistas, es decir, por tramas que fomenten la diversidad y el respeto hacia todos los seres vivos, resulta cada vez más fácil. Editoriales como Diversa Ediciones lo hacen posible. La revolución de la conciencia también empieza en la infancia. Y puede brotar de un cuento. De un cuento que, con el tiempo, crecerá hasta transformarse en una historia propia; en una manera de estar en el mundo surgida del amor y la empatía.

El antiespecismo no es un estilo de vida. Tampoco una moda, ni una estrategia de marketing. Por el contrario, el antiespecismo es un sistema ético que lo abarca todo; una forma de pensar (o de creer: siempre hay fe) que se asienta en valores profundos y que, a través de una práctica diaria y consciente, se extiende a todos los ámbitos de la existencia. De la alimentación, al entretenimiento. De la indumentaria, al arte. De lo propio, a lo compartido. ¿Y qué mejor manera de compartir que hacer un regalo?

Aquí van algunas propuestas para Reyes renovadas, vegan friendly y libres de sufrimiento animal.