El pasado sábado, en un acontecimiento deportivo seguido por millones de personas en todo el mundo, muchas de ellas niños porque era la final de la Champions, el jugador del Real Madrid Sergio Ramos se exhibió envuelto en la bandera de España y portando un capote, toreando a un toro imaginario y ensalzando con ello una tortura rechazada por la mayoría de los españoles a los que pretendía representar.
Ante semejante abuso de su poder mediático, nos unimos a la campaña lanzada por la plataforma La Tortura No Es Cultura y CAS International para exigir a la UEFA que no permita la promoción de la tortura animal en un campo de fútbol.
Porque esa tortura representada por el capote con el que Sergio Ramos celebró la victoria de su equipo es ilegal en Catalunya y en Canarias. Porque son más los españoles que la rechazan y luchan activamente por su abolición que los que quieren prolongar una tradición en decadencia, sostenida solo por las subvenciones públicas.
Y también porque el pasado mes de febrero el Comité de la ONU para los Derechos del Niño advirtió de la necesidad de apartar a los menores de la violencia que implica la tauromaquia. Y lo hizo, precisamente, en una recomendación dirigida a Portugal, país que acogió la final de la Champions y el aciago momentazo de Ramos, conminando a sus autoridades a aumentar la edad mínima para acceder a las plazas de toros.
La ONU se mostró preocupada por el impacto que “la violencia del toreo” puede tener en la salud física y mental de los niños que ven los festejos o participan en ellos. Y Ramos, pasando olímpicamente de todo ello, aprovechó su tirón mediático, la máxima audiencia del evento (once millones de personas solo en España) y su condición de icono para niños de todo el mundo, para vincular conceptos incompatibles. Porque la tortura no puede ser deporte, no puede ser jaleada, no puede ser motivo de fiesta ni celebración. Porque la bandera en la que se envolvió representa a todos los españoles, pero el capote solo a unos pocos, cada vez menos.
Por eso invitamos a quienes así lo crean a expresar su queja enviando esta carta modelo al presidente de la UEFA, Michel Platini, a info@uefa.com, con copia a info@cas-international.org y también a info@latorturanoescultura.com para que los promotores de la queja puedan contabilizar su repercusión.
En esta carta expresamos el rechazo a la actitud de Ramos, de la que consideramos igualmente responsable a la UEFA por permitirla, y reclamamos sanciones. En caso contrario, entenderíamos que existe un respaldo implícito a la tauromaquia, contraviniendo la voluntad de la mayoría de los ciudadanos españoles y europeos.
También se pueden utilizar en Twitter los hastags #CampañaUEFA, #SergioRamos y #StopBullfightingPromotion.
El pasado sábado, en un acontecimiento deportivo seguido por millones de personas en todo el mundo, muchas de ellas niños porque era la final de la Champions, el jugador del Real Madrid Sergio Ramos se exhibió envuelto en la bandera de España y portando un capote, toreando a un toro imaginario y ensalzando con ello una tortura rechazada por la mayoría de los españoles a los que pretendía representar.
Ante semejante abuso de su poder mediático, nos unimos a la campaña lanzada por la plataforma La Tortura No Es Cultura y CAS International para exigir a la UEFA que no permita la promoción de la tortura animal en un campo de fútbol.