Botas 4001 GTX de Kayland

Desde siempre, el objetivo más importante de Kayland es la producción de calzado de alta calidad para un mercado altamente especializado, el de la montaña y actividades al aire libre, prestando especial atención al estudio de la anatomía y dinámica del pie, a la investigación tecnológica, a la selección de los materiales y a la innovación en el diseño.

Mantener un alto estándar de calidad representa para Kayland una garantía de excelencia en el mercado global, ya que un producto y un servicio de calidad son la base para una relación especial con sus clientes y una imagen de marca absolutamente positiva. Ese es el reto diario de Kayland.

Sus productos, probados y contrastados por atletas profesionales y de renombre, involucran a los mismos activamente en el proceso de investigación y desarrollo de las colecciones, y también en las numerosas actividades de la marca.

En esta ocasión, el terreno de juego elegido para realizar el test ha sido, principalmente, el Pirineo, Pre-Pirineo y Sierra Nevada. En cuanto a las actividades en las que hemos puesto a prueba las 4001 GTX: marchas por Alta Montaña, escalada en hielo/nieve, corredores, dry-tooling y alguna escalada fácil (IV+/Vº) en caliza, y, por lo general, durante largas jornadas en el medio natural, y en días que fueron, tanto muy calurosos, como otros muy fríos.

Para hablar de la Kayland 4001 GTX comenzaremos señalando que nos ha parecido una bota excelente para alpinismo técnico y ascensiones de Alta Montaña en invierno en terreno, como bien indica el nombre, de una altura de 4.000 metros.

Esto no quiere decir que no podamos superar esa cifra, evidentemente sí, pero debemos ser conscientes de que no será lo mismo ir con ellas a un Mont Blanc, de 4.850 metros de altura, en verano, que hacerlo en pleno enero. O escalar la Norte de las Jorasses, de 4.200 metros, en septiembre, que en febrero. Ahí, ya deberemos jugar con nuestra experiencia y las condiciones de la meteo.

EL ASPECTO

Nada más ver la bota, negra como el tizón, aderezada con unos llamativos rojo y amarillo, y el nombre de la marca Kayland en grande, se aprecia que es una joya de gran calidad. La confección es exquisita. Por ahora, pese a tener bastantes costuras, no hemos podido constatar ningún desgaste. Quizás la única pega que le hemos podido sacar es la falta de termosellado en ellas. Pero también es cierto que no ha entrado nada de agua cuando le ha caído encima.

Así que, la primera impresión que nos transmite al verla, como otros de los modelos de Kayland, es de una bota con unos acabados excelentes, tanto en el interior, como en el exterior. Nada más cogerla ya sabemos que hablamos de una bota de alta gama y especialmente ligera.

Comparada con otras botas de su estilo, sustancialmente más caras, transmite ligereza (tiene un peso en báscula de 878 gramos por bota en talla 44EU/10UK), y ese factor, ya de por sí sólo, le otorga una puntuación para nosotros bastante elevada, ya que como bota pensada para ser usada durante largas horas en invierno, y en las que las aproximaciones, y especialmente los descensos, con los pies hinchados por el frío y cansancio, unos gramos de más al final de la jornada pueden ser fundamentales.

Horma ancha y empeine alto

Probablemente, con estas dos palabras acabamos de alegrar el día a los que, como yo, somos de pies complicados.

Curiosamente, las marcas italianas suelen fabricar horma estrecha, pero Kayland en general, y esta bota en concreto, con un pie ancho y extremadamente cabo (altísimo de empeine), ha resultado muy cómoda, sin terminar al final del día con los típicos dolores que te producen las botas normales.

Además, ha sido fabricada en Europa. Para nosotros, el hecho de que se produzca “en casa”, es un plus de garantía respecto a la fabricación asiática, que pese a que estamos seguros que se controlan allá perfectamente los estándares exigidos de calidad, al estar más cerca y en nuestro ámbito geográfico y económico, nos favorece en todos los sentidos.

Suela

La palmilla, parte que va debajo de la plantilla (no confundir) y sobre la entresuela, está hecha de fibra de vidrio y aluminio, para garantizar el máximo aislamiento térmico y rigidez de la bota.

La entresuela está compuesta del componente Smart PU, tecnología exclusiva de Kayland. Se trata de una mezcla de poliuretano, en teoría capaz de reaccionar a la temperatura, endureciendo la zona del talón con temperaturas muy frías con la finalidad de facilitar su uso con crampones, y ablandándose con temperos más suaves, aumentando la amortiguación cuando se camina sin ellos.

Las zonas de mayor impacto y desgaste, como son la puntera y el talón, están protegidas con unos refuerzos en TPU, garantizando la correcta colocación de crampones, y su durabilidad.

La suela, Vibram Teton, muy robusta y resistente al desgaste, ha sido diseñada específicamente para el alpinismo y escalada en hielo, por lo que está reforzada en puntera y talón, y es más adherente que el resto.

Carcasa solidaria exterior

La carcasa exterior, o polaina, está confeccionada en tejido ripstop elástico. Con características antiabrasión y de corte natural, se cierra con una fina y ligera cremallera asimétrica estanca, Easy Zip, que, naciendo de la parte central de la puntera, acaba muy alta sobre el maleolo externo, por lo que no molesta nada su uso.

La parte superior de la polaina está fabricada con material elástico para envolver la pantorrilla correctamente.

Y por fin, la potente banda de goma que rodea la bota está realizada con la tecnología Diamond Technology, un PU de fabricación exclusiva, que ofrece una resistencia a la abrasión excepcional.

Botín solidario interno

Con una membrana de Gore-Tex® Insulated Comfort Footwear garantiza la máxima protección ante los elementos. La impermeabilidad y transpirabilidad del pie están garantizadas, mejorando la comodidad interna de este calzado.

Con un acabado que parece fino, pero resulta muy caliente, tanto cuerpo como lengüeta son muy cómodas, y el sistema de lazado, con un tensor intermedio que permite independizar la zona de empeine de tobillo, nos garantizan la máxima sujeción en cada situación.

La prueba

Pasando ya al aspecto “subjetivo” del artículo, la 4001 GTX nos ha parecido una bota técnica para alpinismo a alturas medias en tiempo frío y para terreno glaciar. La cualidad más destacada es la ligereza conseguida para una bota que destaca por su mínimo precio respecto a sus directas rivales.

Otro aspecto que nos ha sorprendido de forma más que sobresaliente es la comodidad. Hasta tal punto ha sido que se ha estado probando incluso durante un día en actividades de “a pie”, forzando la temperatura interna del pie al trabajar en este tiempo anticiclónico del comienzo de invierno 2018-1019 con temperaturas sobre los 15ºC, para comprobar si conseguíamos hacer algún tipo de rozadura o ampolla. Resultado negativo. El pie sudó lo suyo, que para eso estamos probando una bota diseñada para escalar en hielo, pero la membrana de la 4001 GTX cumplió su función y transpiró permanentemente sin dejar que se empapase el calcetín en exceso.

Nuestras impresiones

Pese a haber incidido ya en ello, volvemos a repetir que nos encontramos ante una bota muy cómoda, en ocasiones, casi como si fuésemos con unas zapatillas de aproximación rígidas.

Con la 4001 GTX hemos caminado de forma correcta en terreno llano, camino y nieve. La suela es rígida, pero parece ser que el famoso material Smart PU, cuando calentaba el día, ablandaba algo resultando más cómodo el apoyo plantar. En itinerarios a mitad de ladera, sujeta correctamente y no carga músculos y tendones. En subida por camino, el único “pero” es la rigidez que nos puede hacer cargar los gemelos. Evidentemente, es una bota de alpinismo, y si no fuese rígida, se pagaría después. Trastorno más que justificado. En bajada, sujeta de una forma perfecta el pie, lo que sumado a la comodidad nos evitará sufrir en exceso, incluso cuando bajemos cansados después de una larga jornada de montaña.

En cuanto a su uso escalando, decir que la Kayland 4001 GTX es perfectamente cramponable y de suela rígida, ideal para escalar con los crampones en nieve, hielo o en roca. Es una bota con polaina incluida muy ligera, 878 gramos en talla 44, como hemos podido comprobar en balanza, que hará que nos cansemos menos que con unas botas de la misma categoría en terreno vertical. La precisión es muy buena, al ser muy ligera y relativamente fina, y escalando en roca nos deja cantear bien. Para escalar hielo vertical, la bota deja bajar bien el talón.

Capacidad térmica

Aquí podría haber duda al ser tan ligera, pero no la hay… Es una bota caliente, o mejor dicho, no deja que perdamos el calor.

Con temperaturas de hasta -10ºC en estático y sombra, no ha habido sensación de frío.

Conclusiones

Así que, nos encontramos ante una bota de alta gama. En su categoría, pocos modelos pueden competir con ella en relación peso/precio.

Una bota excepcional, de una excelente calidad de fabricación, y diseñada con el objetivo de ser usada en los mayores retos alpinísticos, y en todos los tipos de escenarios posibles en la Alta Montaña.

Orientada a la comodidad, capacidad térmica, ligereza y durabilidad, tiene un comportamiento más que aceptable en escalada mixta, y muy bueno en hielo y nieve.

Lo mejor

- La ligereza.

- El buen ajuste de la bota al pie.

Lo mejorable

- El termosellado de las costuras de la polaina.