El fuerte viento frena la expedición de Alex Txikon

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La expedición #WinterTopAppeal del alpinista Alex Txikon llega a su fin y comienza el descenso a píe por el trekking del Baltoro. Tras volver del rescate del Nanga Parbat, el escalador vizcaíno y su equipo volvió al campo base desde el que dio el último pegué al único ochomil virgen en invierno. Sin embargo, el fuerte viento impidió seguir el ascenso a partir de los 7.150 metros. El propio Alex Txikon nos hace llegar esta crónica en la que se recogen todos los sentimientos, obstáculos y logros vividos en el intento a cumbre y durante estos tres duros meses de expedición en el Karakorum invernal.

“Todo listo para el ultimo ataque al K2 (8.611m), pero no el último ataque por que yo quiera sino porque tras mucho tiempo de deliberación y consultar nuevas posibilidades ha llegado el momento de regresar a casa. Después de tanto trabajo me da muchísima pena marcharme. Estamos recogiendo y desmantelando nuestro hogar en estos tres meses y no dejó de recordar esta última ascensión en esta preciosa montaña que tengo ante mi.

Día 14, 10:00 a.m. Partimos del campo base y a paso lento, para no desgastarnos, llegamos en algo menos de 7 horas al campo 1. Vamos a tener que intentarlo campo a campo, paso a paso. El mes de febrero el viento no ha cesado y no hemos podido preparar la ascensión como nos hubiese gustado. Cómo dije hace un par de años, el K2 hay que intentarlo al menos durante 3 años consecutivos, para mi eso es intentar el K2 de verdad.

Llegamos al C1 a 6.100 metros. Cheppal, Walung, Geljen, Pasang y yo con una perfecta coordinación con Félix e Ignacio que nos han abastecido el C1 por si algo había salido volando y ayudarnos a montar las tiendas, y volvieron al campo base, ya que los próximos días nos tendrían que ayudar a retirar y recoger todo del campo 2 para abajo.

El día es bastante peor de los esperado en cuanto a la metereología se refiere, pero logramos arreglarnos y nos separamos en equipos de dos para dormir. La mañana del día 15 es estable pero el ambiente se complicaba cada momento y sufrimos la primera baja de uno de nuestros miembros, Geljen había pasado mala noche y notaba molestia en el costado. Los compañeros de campo base ascendían para encontrarse con Geljen y ayudarle a bajar. Los demás, seguimos adelante y a paso lento llegamos en tan solo 3 horas al campo 2. Nuestra intención era seguir, pero el tiempo no nos lo permitió, así que descansamos a 6.500 metros. A la mañana siguiente, Wallung había pasado mala noche, vomitando y vomitando, y le dije que volviese a campo base que no le iba a dejar subir así. Félix e Ignacio salieron nuevamente a por él, para ayudarle a bajar, ya que bajaba en muy mal estado. Ellos obtienen el punto máximo de potencia y resistencia en una expedición, mucho antes que nosotros, pero al final acaban sufriendo algo más que nosotros.

Día 16 de marzo. Llevaba despierto desde las 05:30 y estoy alucinado con el espectacular amanecer que tengo ante mi. Desmontamos una tienda y continuamos en la aventura Cheppal, Pasang y yo. Ascendemos con mucho peso ya que vamos equipando, solo hay cuerdas fijas deshilachadas cada 20 metros, y si te fías de eso te puedes matar o la segunda opción, te eternizas haciendo maniobras de subida y de bajada cansado. Por lo tanto, solo dos opciones, y cada cual más peligrosa.

En la Chimenea House tan solo encontramos 30 metros de cuerda nueva. Seguimos por el campo 2 alto y vemos muchísimos restos de alpinistas que se han quedado en la montaña… El viento frío y de componente sur nos empieza a soplar de lleno. Seguimos equipando fácilmente ascendiendo por tres líneas de cuerda viejas, y equipando una nueva línea alcanzamos los 7.020 metros. Montamos una tienda ya que el Jet Stream se asoma por el balcón. Nos resguardamos del fuerte viento y disfrutamos de las maravillosas vistas únicas del Karakorum invernal. Sacó mi cámara y no puedo dejar de fotografiar y grabar este precioso paisaje sin igual. Cheppal se queda en la tienda ya que tiene un dedo un pelín tocado, aunque no es nada preocupante, y Pasang y yo salimos a equipar los próximos metros. Superamos los 7.150 metros llegando a un emplazamiento de tiendas. Sabemos que de aquí en adelante, sólo hay opción de usar cuerdas viejas y que sólo podremos subir si la meteo nos da una ventana. Descendemos y me doy cuenta que desafortunadamente me he dejado el Inreach en la mochila y que por lo tanto, no marca esa última salida de Pasang y mía muy disfrutona y productiva.

Nos resguardamos en la tienda y esperamos toda la noche sin pegar ojo a que el viento amaine y nos de una ventana, sabemos que la cumbre esta difícil, pero desde donde estamos, en menos de 5 horas, podemos llegar a C4 y en 4 horas más al pie del Cuello de Botella.

Sería muy positivo poder alcanzar esa cota para poder entender mejor esta hermosa montaña y trasmitir al resto de compañeros lo que se puede vivir allí arriba para saber como ascenderla de verdad. Pero, pasan las horas y el viento constante supera los 50 km por hora. No quiero arriesgar nuestras vidas para poder decir que hemos llegado más alto que alguien para no obtener nada. Quiero que tanto yo como todo mi equipo sigamos viviendo y soñando con estas aventuras. Decidido, nos bajamos. Son momentos duros desmontando el campo 3, pero conseguimos desmontarlo. Entre los tres llevamos 200 metros de semiestática, cuatro piolets, ocho tornillos de hielo, cinco Epigas Primus especiales para invierno que derriten el hielo a menos de 40º, tres sacos, tres esterillas, un MSR reactor, una tienda de campaña, tres esterillas y un poco de comida y mucha bebida.

Comenzamos a destrepar pasando un mosquetón por nuestra línea y rapelamos muy rápido hasta el campo 2. Allí seguimos recogiendo 15 kilos de basura para bajarlo al campo base. Seguimos descendiendo hasta el campo 1, y allí desmontamos la última tienda. Bajamos el molde para hacer los iglús. Es una pena que no pudiésemos montarlo allí como en campo base y en el campo base avanzado. Pero el aprendizaje siempre es una nueva oportunidad. Empezamos a rapelar por nuestra línea ya que Félix e Ignacio habían limpiado el campo 1 hasta campo base avanzado. Buen trabajo por parte de ellos. Llegamos al campo base y lo bueno es que de los 3.000 metros que hemos equipado, hemos descendido unos 1.200 a lo largo de la expedición, unos 200 metros de glaciar y el resto de arriba. Hemos conseguido recoger toda la basura generada y bajarlo al campo base, más parte de la basura que nos hemos encontrado en la montaña, entre los cuales, 200 metros de cuerda, cuatro sacos amarillos y 30 kilos de restos recientes. Para ello, la ayuda de Félix e Ignacio ha sido fundamental.

Por otro lado, en el campo base, los compañeros han empaquetado y reciclado aproximadamente 200 kilos en sacos de 25kg, diferenciado en plásticos de latas y basura. 5 bidones de heces. Sólo hemos dejado en la montaña 1.800 metros de cuerda fija, el resto está en el base. Me parece muy importante concienciar del impacto en la montaña. Tenemos que hacernos cargo de esto si de verdad somos amantes de la montaña.

En el K2 invernal creo que es 100% efectivo arrojar lo que no puedes bajar encima de 6.700 hacia abajo incluso de algo más alto. Por ello, arrojé los cientos de kilos de cuerda que nos encontraban en el próximo campo de altura hasta que los bajamos al campo base. En verano, alguno o alguna, reitero se acordarán de nosotros con el resto de cuerdas fijas que hemos dejado y el deposito con todo lo utilizable para los amigos de 7 Summits.

Por último, quiero aclarar varios temas importantes:

- Junto a la importancia de recoger la basura y material de la montaña, querría añadir que en la evacuación de Nuri en el helicóptero debido a las congelaciones del dedo índice, aprovechamos para meter tres sacos de basura reciclada en el mismo helicóptero. Mucha gente de Pakistán nos felicitó ya que decían que nunca se había bajado basura en el helicóptero.

- Los meteorólogos han hecho una labor magnífica, pero el K2 no deja a nadie indiferente, ya que es difícil acertar. Por ello, de cara al año que viene colocaremos las estaciones meteorológicas en los campos de altura también, además de en el campo base. Este será uno de los primeros cambios o mejoras.

- Se ha hablado mucho, quizás demasiado, de rutas o equipamientos paralelos en este invierno en el K2. Aunque no he querido pronunciarme sobre este tema, ya que solamente hemos hablado de nuestro trabajo, quiero remarcar que este invierno sólo se ha equipado una nueva línea de cuerda. Concretamente, desde los 5.300 metros hasta los 7.150 metros, equipando 3.000 metros de cuerda en 72 reuniones de las cuales tenemos filmadas las primeras 46 reuniones en los que se aprecia que sólo se ha equipado una única línea. Se nos ha juzgado de competitivos sin ser cierto. Nosotros hemos seguido nuestra ascensión por la nueva línea que hemos creado. No teníamos ninguna paralela. Incluso ello ha generado problemas a nuestra expedición ya que el uso de cuerdas viejas deterioradas ha hecho que se liarán con nuestra nueva línea y tuviésemos dificultades a la hora de rapelar ya que no podíamos hacer limpieza para garantizar nuestra seguridad.

- Por último, y en mi opinión para todo aquel o aquella que quiera intentar el K2 invernal. El K2 sólo será ascendido en marzo y por lo tanto, los que piensan que el invierno acaba en febrero deberán intentarlo a primeros de diciembre o hasta mediados de enero. Creo que con llegar al campo base a primeros de febrero es suficiente, ya que en 3 o 4 días de trabajo se puede llegar a equipar hasta el campo 3 y en 6 días de trabajo hasta el campo 4. Al llegar a casa haremos pública toda la información reflejada en nuestra estación meteorológica del campo base que reforzará nuestra tesis con datos reales.

- La única posibilidad será salir del campo base o campo base avanzado al campo 3 y del

campo 3 a 7.400 metros a cumbre y regresar al campo 3. O como Reinhold Messner nos dijo hace varias semanas, él cree que es posible incluso desde el campo 2. Si contamos en breve con la financiación entrenaremos y trabajaremos mucho y muy duro para poder intentarlo desde el campo 2. Cada día creo más en esta teoría.

- Ojalá otros alpinistas se apoyen en estas iniciativas de construcción de los iglús y la defensa del viento. Aguantarán para las expediciones de primavera e incluso en verano si los mantienen cubriéndoles con nieve“.