Ayer, Ferran Latorre acompañado de los franceses Hélias Millerioux y Yannick Graziani, iniciaban el ataque a la cima del Nanga Parbat por una ruta más larga y nunca lograda de la vertiente norte del Diamir. Una ruta que han intentado varios alpinistas, como Reinhold Messner y Simone Moro, pero que nunca nadie ha conseguido finalizar con éxito.
La expedición salía pronto del CB, sobre las cinco de la madrugada, para evitar la caída de piedras por el corredor de entrada, muy probable con la salida del sol y el calor, rumbo al C1, que alcanzarían ayer mismo después de recorrer 9 kilómetros y superar 1.700 metros de desnivel hasta los 5.800 metros.
Al parecer los días 10,11 y 12 pueden ser buenos, aunque con algo de viento, por lo que hoy mismo Ferran confirmaba que ya habían alcanzado el C2, donde tienen una tienda en 6.500 metros, para desmontarla y subirla unos doscientos metros más arriba, situando así el nuevo Campo 1 a unos 6.700 metros. En este punto, según la meteorología, la expedición esperará un día o dos para seguir adelante.
El campo 3 lo instalarán en un collado situado a unos 7.200 o 7.300 metros. Este sería el punto de partida del ataque a la cima. El itinerario a partir de allí es desconocido por la expedición y de hecho ya varía respecto a los anteriores intentos desde los 7.200 metros. En este punto se debe dar la vuelta a un espolón que da acceso a la cuenca de Bazin, y permite ver el largo flanqueo que hay que recorrer hasta la pirámide final. Hélias Millerioux, Yannick Graziani y Ferran Latorre tendrán que decidir el itinerario in situ.
Para atacar la pirámide final, hay dos alternativas. O bien escalar un corredor indefinido que lleva hasta la cima Norte del Nanga Parbat, o bien ir a buscar el collado septentrional para escalar la arista hasta la misma cumbre norte. Desde ésta, una arista plana y en principio fácil llevará a la expedición hasta la cima principal.
Cumbre y bajada con esquíes a 7.000 metros
Una vez hollada la cumbre Hélias Millerioux, Yannick Graziani y Ferran Latorre tienen previsto calzarse los esquís en el pie del corredor final o en el collado. Los dos puntos están situados a unos 7800 o 7900 metros. A partir de ese punto comenzarán el descenso esquiando hasta los 5.000 metros. Una increíble experiencia que ya experimentaron durante el proceso de aclimatación pero que esta vez viene acompañado de la recompensa de haber hollado la cumbre con lo que las sensaciones serán mayores.
La previsión es que Ferran y su expedición ataque la cumbre aprovechando la ventana de buen tiempo prevista para finales de esta semana. La expedición estará bien atenta a los pronósticos meteorológicos.