‘Pura vida’ en el Sakaton, la ruta del equipo

José Luis Mendieta

Quizás a algunos les pueda parecer poco que el Equipo Español de Alpinismo lleve a cabo su actividad de fin de selección en unos picos de en torno a 6.500 metros, como los que se encuentran en el valle de Kysar y que Mikel Zabalza eligió para el cierre del equipo. Sin embargo, esa altitud está bien como primera experiencia en altura por varias razones. Como nos va a explicar Mikel para la revista Campobase del mes de diciembreCampobase, hay por un lado razones económicas ya que los precios de los permisos y de los seguros se incrementan exponencialmente. Por otro de seguridad, pues ante un proyecto que todavía alberga una parte formativa no se puede estar buscando “lo más de lo más”, o cómo el dice: “Seguro que pillamos”, y se le entiende perfectamente. Y, tercero, porque esa altitud, siguiendo sus palabras, “está bien como primera experiencia en altitud. Son alturas en las que nos podemos menear más o menos bien y, bueno, ya son montañas comprometidas”.

Es más, sin intención de minusvalorar otras actividades, seguro que hay más alpinismo en la ruta Pura vida abierta en el Sakaton, así como en las escaladas e intentos de aclimatación que se realizaron durante la actividad de fin de equipo 2012-1024, que en muchísimas ascensiones por rutas normales de los ochomiles más frecuentados. Rutas a base de oxígeno y cuerda fija que sin embargo aún conservan un componente de éxito mediático, aunque cada vez sea más local. Ante futuros y desinformados patrocinadores o ante el grupete de amigos del colegio, seguro que puntúa más contar como se subió a aquel sencillo ochomil, sin importar demasiado el cómo, que una primera escalada a un monte de 6.300 que no tenía nombre y ahora se llama Sakaton porque ellos lo bautizaron como premio a su saber tomar decisiones y moverse adecuadamente por la montaña.

Para explicar sus 1.300 metros y MDsup, este buen resumen de uno de sus seis autores —¿seis autores? Sí, porque aunque se hizo cumbre en dos días y en dos cordadas de tres, como nos explican, para ellos se trata de una ruta del equipo, de todo el equipo de una manera tan clara como absurdo sería pensar que en una cordada de dos sólo se recuerde al primero que pisa la cumbre, como si sólo hubiera contado Hillary y no Tenzing—. “La línea es superlógica y las dificultades tampoco son excesivas. Pero el conjunto de la vía tiene su compromiso y su dificultad: no hay sitios buenos para vivaquear, hay que cortar las repisas para montar la tienda, hay que escalar en roca y hay que escalar en nieve, hay muchas pendientes que si vas a largos no te da el día para hacer tantos metros y tienes que arriesgar un poco e ir en ensamble, y es bonita, muy bonita”.

A la vía también le pusieron un nombre bonito: Pura vida.