Claves de seguridad. Cosas que se deberían hacer y no se hacen en escalada deportiva
En muchas ocasiones encontramos vías de escalada que comienzan en una repisa elevada o sobre un camino que está a cierta altura sobre un terraplén, de manera que si cae el escalador antes de chapar el primer anclaje, éste arrastrará o catapultará al asegurador. Es más, aún habiendo chapado con una cinta exprés sobre el primer anclaje, se puede dar el caso de que se salga la cuerda de la cinta exprés y catapulte al asegurador. Aunque pueda parecer imposible ocurre más de lo que nos creemos.
Para evitar esta circunstancia, lo mejor es utilizar un mosquetón de seguridad en el primer anclaje o cinta exprés de seguridad, de manera que la posibilidad de que se salga la cuerda se anule, incluso en esas vías donde se requiere de varios pegues al principio por tener una salida dura, difícil o muy lavada. Si la vía se pretende repetir en varias ocasiones, lo mejor es dejar la cuerda siempre chapada por este punto, aún teniendo que tirar la cuerda para ir de primero. De nada sirve estar asegurando al escalador con la cuerda si ésta no está antes pasada por algún punto de anclaje, al igual que tampoco sirve que el asegurador se ancle a algún punto sin antes chapar la cuerda activa entre escalador y asegurador, ya que en caso de caída provocaría una caída de factor 2.
En vías donde se comienza desde el suelo de manera normal esto no ocurre ya que en ningún caso arrastraría al asegurador y éste se puede permitir portear al escalador hasta que chape la primera cinta exprés (Ver foto 1).
Diferencias de peso entre escalador y asegurador
Cuando el asegurador pesa más que el escalador no hay ningún problema de seguridad, teniendo que acompañar al escalador en caso de caída para hacer un aseguramiento más dinámico y siempre teniendo en cuenta que el escalador no pueda caer sobre repisas o saliente de roca.
Sin embargo, al revés sí que pueden existir una serie de peligros en el caso de que haya mucha diferencia de peso:
· En caso de asegurar debajo de un techo podríamos golpearnos con él, así que… ¡ponte el casco!
· Si el primer seguro/anclaje queda cerca, el asegurador podría salir disparado hasta ser frenado por ésta (primera cinta exprés), que seguramente desbloqueará la palanca/leva de frenado del aparato de aseguramiento dejando caer el escalador hasta el suelo.
· Al salir disparado el asegurador, a pesar de ser muy dinámico, tal vez no pueda controlar el hecho de que el escalador se pueda golpear con algo, dejando que actúen la fuerza de la gravedad, el rozamiento, etc. En vías muy desplomadas esto no ocurre tanto, pero si se puede dar el caso anterior cuando la falta de experiencia no permite reaccionar con anticipación.
Para evitar estas circunstancias, lo mejor que puede hacer el asegurador es anclarse a algún punto cercano con la propia cuerda de escalada por el extremo contrario al del escalador. Para esto lo ideal es encordarse de manera normal con la cuerda y unir ésta mediante un ballestrinque con un mosquetón de seguridad “HMS” a una cinta que esté antes pasada por algún punto. Bien sea un puente de roca, un bloque, un árbol, una raíz gruesa, etc. En caso de no tener nada, le podemos pedir a otro escalador que nos deje anclarnos al anillo ventral del arnés, hasta que el escalador que estamos asegurando chape varios puntos, que gracias a su rozamiento, nos permitirá no salir disparados con la misma fuerza que si, en caso de caída, solamente estuviese chapado a un punto. Utilizaremos el nudo de ballestrinque porque es fácil de deshacer y podemos regularlo a nuestro antojo según necesitemos.
Además, añadir que nunca está de más asegurar con un guante para no quemarnos con la cuerda en caso de salir disparados hacia arriba si se cae el escalador (Ver foto 2).
Escalada en polea o top rope.
Es muy fácil ver en los grupos de escaladores practicar la escalada en polea, bien en vías de iniciación, o en otras difíciles para probar algún paso. Pero lo que no se suele ver son instalaciones bien hechas sobre los descuelgues por lo que se dan errores. Los fallos más comunes son:
· Utilizar el mismo descuelgue en polea sin añadir nada sobre éste, tanto sea cerrado o abierto con el peligro que eso conlleva, ya que se desgasta de manera innecesaria un descuelgue que se ha puesto para el uso y disfrute de todos.
· Un sistema en polea que pasa por dos puntos rizará la cuerda y tendrá un peor manejo, por lo que lo ideal es ecualizar/repartir el peso de dos puntos en uno mediante un triángulo ecualizado con mosquetones de seguridad.
· Dejar mucha comba de cuerda en los inicios de la escalada sin prever la elasticidad o elongación de la misma, dando lugar a que en caso de caída el escalador se golpee con el suelo a pesar de estar asegurado con la cuerda por encima de éste (Ver foto 3).
Compartir un descuelgue
En muchas ocasiones, debido a la masificación de vías abiertas en algunos sectores de escalada deportiva, éstas se ven obligadas a compartir descuelgues para poder bajarse de las vías, y en ocasiones estos descuelgues están ocupados para la práctica en polea. Para poder bajarnos de un descuelgue así, lo que no podemos hacer es montar nuestro descuelgue sencillo encima del que está en polea, con unas cintas exprés contrapeadas, dejando la cuerda por la que nos van a descender encima de otras cintas que podamos quemar por rozamiento. Esto también se puede dar al revés, e incluso quien no solo lo utiliza para descolgarse, si no para escalar en polea. Esto lo he visto en varias ocasiones en zonas de escalada fácil (Ver foto 4A).
Para evitar esto, lo mejor es realizar dos triángulos anudados de manera que las cuerdas no rocen entre sí, quedando el sistema que se utiliza en polea por encima del que se utiliza solamente para descolgarse, y tratando de descolgarse cuando no esté ningún escalador en polea. Este sistema se puede utilizar sobre anclajes resistente tipo parabolt o químico, dejando el resto de anclajes solo para descolgarse de una sola vía y evitando el uso en polea sobre los mismos (Ver foto 4B).
Bajarnos de una vía de escalada deportiva con seguridad desde un solo punto
Son muchas las razones por las que nos vemos obligados a bajarnos de un solo punto en una vía de escalada deportiva. Éstas pueden ser bien por:
· Ser demasiado difícil.
· Los seguros están muy alejados entre sí, no viendo claro el poder seguir progresando
· Mal tiempo.
· Los anclajes son viejos o nos transmiten cierta desconfianza.
· Descuelgue con mosquetón abierto o cola de cerdo.
· Hay un solo punto en el descuelgue al faltar el otro.
· Cuando la cuerda es inferior a la vía y nos tenemos que descolgar antes. Para esto es conveniente tener la cuerda marcada y un asegurador atento a la mitad de la cuerda.
En realidad, la maniobra es sencilla ya que podemos descolgarnos de un mosquetón de seguridad, un maillón, dos mosquetones de una cinta contrapeados, etc. Sea cual sea el punto del que nos descolguemos, debemos poner obligatoriamente a la cuerda de escalada en ascenso un nudo Prusik mediante un aro de cordino anudado con un doble pescador y un diámetro de 6mm. Éste lo engancharemos al anillo ventral del arnés mediante un mosquetón de seguridad. Mientras el asegurador nos desciende, nosotros iremos deslizando el nudo de Prusik que está sobre la cuerda.
Con este sistema evitaremos que en caso de saltar el anclaje, o de salirse la cuerda de un descuelgue abierto, no caigamos contra el suelo, ya que gracias al nudo Prusik quedaremos frenados sobre la cinta exprés más próxima a nosotros (Ver foto 5).
Estos son algunos de los fallos más comunes entre escaladores, que generalmente se encuentran faltos de recursos respecto a un escalador más experimentados y tienen solo el materia básico para escalar, que en mi opinión es algo justo para poder resolver ciertas incidencias. Por ello personalmente recomiendo ir comprando algo más de material y no quedarse estancado en recursos que pueden ser necesarios.