Conciencia para escalar

TEXTO Y FOTOS Evaristo Vaz “Varis”

La conciencia no es más que la información y estímulos recibidos de nuestro exterior por medio de los distintos sentidos y percibida en nuestro interior para sentir y crear una realidad, que seguramente se irá transformando cuanta más conciencia y conocimiento adquirimos sobre las cosas.

Por ejemplo, un escalador novel puede ver peligro en una vía o cornisa, donde un escalador experimentado pasará sin percatarse del mismo peligro. Uno puede padecer un accidente provocado por el miedo, cayendo al no disfrutar de suficiente experiencia y tener total desconocimiento, y otro, que piensa que no se podría caer, se cae sin antes haberse asegurado. Ambos tenían la guardia baja y no tuvieron en cuenta lo que podía suceder.

Un ejemplo más sencillo se ve en la escalada deportiva. Escalar sin casco es “guay”, no te molesta, te sientes más libre, etc. Como aparentemente no hay ningún peligro porque las vías son seguras, se repiten con asiduidad y están limpias de piedras sueltas, me relajo…

Hace unos meses sufrí una caída bastante considerable en la escuela de escalada de Rodellar (en una de esas vías “7a sector camino” donde si diesen un euro por repetición al aperturista se iría de vacaciones de por vida), se desmoronó media pared donde jamás pensé que ocurriría, golpeándome contra la pared y dejando caer varios cascotes de piedra. Durante la caída, mi cabeza impactó con la pared sin darme demasiada cuenta salvo porque se partió el casco por varios sitios, algo que no descubrí hasta llegar al suelo. Por suerte para mi pude seguir escalado horas después, aunque molesto por alguna magulladura. Pero lo que más me impactó, no fue la caída, ni el casco partido, ni si una vía tan repetida se me desmoronase en cascotes, si no que al día siguiente (sábado) vi debajo de esa vía numerosos escaladores y niños jugando con sus padres con total desconocimiento de lo sucedido. La escalada se está convirtiendo en un deporte de moda, donde se acercan personas con total desconocimiento del medio y de sus posibles peligros, aumentando cada vez más el número de accidentes que se podrían haber evitado si se hubieran hecho las cosas correctamente en vez de ir a lo loco. Por esto no hay que dejar de escalar, sino aprender de las cosas que suceden para así evitarlas.

Para despertar esta conciencia dentro de la actividad que queremos desarrollar tenemos que empezar por ver y apreciar los distintos peligros y tener claro las distintas normas y protocolos de seguridad de este deporte, partiendo por diferenciar los distintos peligros que hay, estos se dividen en:

Peligros objetivos: que son aquellos que podemos controlar como el material adecuado y en buen uso, la correcta formación, la anticipación al suceder de las cosas, etc.

Peligros subjetivos: éstos son difíciles de controlar ya que éstos dependen del medio, como la caída de piedras, que se parta un canto o seguro, etc.

Éstos nos ayudarán a ir aumentando nuestra percepción exterior de las cosas para así evitar e interpretar mejor el medio, algo que se tiene muy en cuenta en los deportes de invierno en la alta montaña, ya que el frío y la noche suelen generar respeto y preocupación.

Anticipación de los peligros objetivos de la escalada

• El material tiene que ser el adecuado y en suficiente número, incluyendo además el material necesario para resolver incidencias y abandonar una vía. Por su puesto este material tiene que estar en buen estado.

• La formación adecua para el desarrollo de la actividad, sabiendo además resolver posibles incidencias, con total conocimiento como para evaluar la maniobra más correcta a realizar.

• Si no sé, no puedo pretender enseñar correctamente algo como el deporte de la escalada donde en caso de algún fallo puede haber un accidente fatal.

• Supervisión siempre entre al menos dos de los miembros antes de comenzar la actividad (nudos, colocación de aparatos, márgenes de error, etc.).

• El casco colocado como prevención objetiva de peligros subjetivos.

Y cualquier pequeño detalle que esté en nuestra mano para evitar un accidente. Es muy común en escaladores poco experimentados estar en una posición de total atención respecto al escalador (la cual le han enseñado), con el aparato de seguridad y manos bien colocadas, dejando una comba de varios metros de cuerda al inicio de la vía, sin percatarse de que en caso de caída el escalador llegará al suelo incluso estando chapado en la primera o segunda chapa. Este tipo de situación necesita de la conciencia necesaria para percatarse y corregir, evitando el posible fallo del asegurador.

Posibles peligros subjetivos de la escalada

• La caída de piedras en una zona con roca muy erosionada y con gran acumulación de piedras por el agua o viento, con la posibilidad de que se caigan encima.

• La rotura de un canto por desgaste, al estar éste mojado o húmedo, algo fracturado, etc.

• Caída de material de otro escalador o del propio compañero.

• Un anclaje que ha recibido multitud de caídas en un paso duro de la vía, hace que exista la posibilidad de partirse.

• Nosotros también podemos ser un peligro subjetivo para otros escaladores si tiramos piedras al caminar por encima de un sector, para intentar llegar a otro.

El pensar en todas estas cosas hace que apliques esa percepción y análisis de los posibles peligros de manera continua hasta que te salgan de manera intuitiva y te permitan anticiparte a las cosas antes de que puedan pasar.

Con esto no hay que alarmarse, ya que se tiene más percepción de las cosas cuanto más relajados y seguros estamos sobre la actividad. Un ejemplo claro lo podemos ver en un conductor novel en proceso de aprendizaje o con el carnet recién sacado y un conductor muy experimentado, la diferencia de estrés y aparente atención que tiene cada uno sobre la situación de conducción nada tiene que ver, siendo el segundo mucho más relajado y con la atención más amplia de todo su exterior mientras conduce…

La visualización

Se habla mucho de la visualización para escalar una vía, siendo ésta la manera más segura de trepar al interpretar y analizar la vía antes de intentar subirla. Pero también debemos visualizar los posibles peligros que hay como caer sobre una repisa, una colocación difícil de los seguros, el golpearnos con algo e incluso el no ser capaces de discernir la forma más adecuada de asegurar y dar cuerda, o el no anticipar en caso de caída del escalador que podamos golpearnos con un techo al salir disparados hacia arriba. Si existe esta posibilidad lo mejor es llevar el casco puesto en la cabeza.

Saber incluso si nos vemos capacitados a subir por una vía o si tal vez está muy por encima de nuestras posibilidades puede ser también una decisión que acarree un peligro. Hoy día esto es fácil de evitar con unos croquis adecuados y conociendo más o menos el nivel que tenemos.

También entendemos como visualización el observarnos entre escaladores para ver que todo está correcto, incluso comprobarlas medidas mínimas de seguridad como el nudo y el aparato de aseguramiento.

Los grupos de escalada

Cuando hay grupos de escaladores, generalmente hay gente inexperta que observa lo que hacen los demás, y en un acto de valentía se atreven a escalar una vía deseosos de experimentar las sensaciones que le trasmite la escalada y el ir de primero. Es mejor enseñarles bien o ser algo conservador no permitiendo que escalen de primero, salvo en polea (top rope, yoyo) hasta tener los conocimientos y soltura suficiente tanto como escalador como actuando de asegurador.

Cuando se quiere enseñar la práctica de la escalada en polea se debe realizar un descuelgue en condiciones a dos puntos bien repartidos con mosquetones de seguridad, ya que no es el primero que recogiendo las cintas exprés de una vía durante la escalada ha quitado las del descuelgue sin darse cuenta y ha caído contra el suelo. También una correcta colocación de la cuerda para evitar péndulos o caídas raras es muy importante.

Las aglomeraciones de los grupos de escalada, los gritos, el bullicio, hace que se pierda la atención necesaria en este deporte, sobre todo tan importante para gente inexperta que necesita aprender con atención algo que tal vez un escalador experto pueda pasar por alto. Por no hablar de la perdida de la esencia de este deporte donde se supone que se busca la tranquilidad y la armonía durante la ascensión de una vía de escalada. Y es que, si no, para eso se crearon algunos rocódromos, para el acercamiento y entrenamiento del colectivo de escaladores antes de salir a escalar en roca.

La escalada deportiva nació de la necesidad de buscar una escalada más segura, una búsqueda de la dificultad y el reto físico para el entreno, lejos de lo que se está convirtiendo… Por cierto, no debemos olvidar que por las escuelas y sectores de escalada no van los barrenderos a limpiar.

El futuro y la imagen de este deporte para todos depende del colectivo que lo práctica, el compartir buenos conocimientos y respetar el medio donde se practica depende de todos nosotros…