Seguridad en montaña (tercera parte)

Evaristo Vaz 'Varis'

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Maniobras básicas de autorrescate

Me encuentro en la pared a 200 metros del suelo. Junto a mi está mi compañero herido. Los dos sabemos que nadie vendrá a rescatarnos, y la noche se aproxima cada vez más rápido. Sé que si bajo a pie de la pared, en el campamento, podré dejar a mi compañero con comida y abrigo, mientras pido ayuda. Por el contrario, si bajo de la pared y me marcho a pedir socorro, mi compañero pasará una noche fatal. Somos dos en la pared, sin medios específicos y con una sola posibilidad: bajar.

Para descender a un herido es muy importante hacer todas las maniobras paso a paso y con el máximo cuidado. Primero es preciso estar siempre anclado a dos puntos y buscar una posición lo más cómoda posible para el herido, sin que se pueda golpear con nada. Tenemos que colocarle de tal manera que nos deje tener total control de lo que estamos haciendo, que no perdamos la visibilidad de la maniobra a realizar, así como de las sucesivas.

Antes de realizar la gran proeza de bajar a tu compañero, tienes que prever algunas cosas como:

  • La maniobra que vas a realizar con tu compañero.
  • Cómo vas a colocar a tu compañero y con qué le vas a sujetar a ti.
  • Qué material vas a necesitar en los sucesivos rápeles, si están equipados o no, qué material necesitas que esté a mano, etc.
  • Y sobre todo, mucho orden y cautela en lo que hagas.

Descenso con un herido

Antes de realizar un descenso con un herido tenemos que impedir que se haga más daño, que esté tranquilo con lo que vas hacer y que tenga confianza en ti. De nada sirve que esté nervioso, por lo que tienes que informarle de cómo vas a bajar con él para su tranquilidad.

Material y maniobra1.

Cuerda o cuerdas de escalada pasadas por la reunión, extendidas por la pared y anudadas al final de la cuerda (extremo contrario al de la reunión).

Si estamos utilizando cuerdas dobles o gemelas es muy importante que sepamos de qué cuerda tenemos que tirar, para recuperarla.

2. Una vez desplegadas las cuerdas, colocaremos un descendedor (tipo reverso) sobre éstas con dos mosquetones de seguridad (si puede ser con mosquetones tipo “HMS” y los cierres enfrentados mejor). De esta manera el dispositivo trabajará mejor al doblegar el peso sobre él y es más seguro.

3. Para unir el escalador y el herido al descendedor, podemos utilizar un cordino de 8mm (ver foto superior) o dos aros de cintas. Sea cual sea el material que tengamos a mano, es muy importante que esté unido desde el anillo ventral con un mosquetón hasta el descendedor. Bien sea el escalador o herido.

Consejo: en función del tamaño del herido respecto a nosotros (más grande o más pequeño) así será el cabo de unión entre herido y descendedor, ya que tenemos que transportarle a la espalda y no queremos llevarle ni en los tobillos ni en la “chepa”.

4. Cuando estemos unidos al descendedor, el escalador se pondrá un sistema de bloqueo automático, bien sea un aparato (shunt), o mediante un nudo. En este último caso recomendamos el ‘Machard de doble seno’, ya que se puede desbloquear fácilmente para bajar.

5. Tras colocar el sistema de descenso y autoseguro, colocaremos nuestro cabo de anclaje en el anillo ventral del herido para estar unidos a dos puntos, tanto él como nosotros, y así poder controlarle mejor. Recogeremos su cabo de anclaje, el cual utilizaremos después para anclarle inmediatamente en la siguiente reunión.

Colocación del herido

El siguiente paso será colocarse al herido a la espalda, de manera que podamos descender con cuidado, salvando el relieve de la pared con nuestras piernas sin que tengamos que arrastrar y golpear al herido con la pared.

Para fijarnos el herido a nuestra espalda podemos utilizar una mochila con las cinchas transportadoras lo más abiertas posibles, de manera que pondremos la mochila al herido y a su vez también nos la pondremos nosotros. De esta manera formaremos un bloque el escalador, el herido y la mochila. Si no tuviésemos mochila podríamos hacer lo mismo con un aro de cinta, utilizando la más ancha que tengamos. La manera de colocarle la cinta es cruzándosela por la espalda como si fuese un arnés de pecho y a su vez colocarnos la cinta restante como si el herido fuese una mochila. De esta manera se moverá siempre pegado a nosotros y en la misma dirección.

Esta maniobra que acabamos de realizar también la podemos utilizar con dos descendedores en vez de uno. Siendo el herido el que estará unido al descendedor más alto y el escalador en el de más abajo, ambos colocados en la misma cuerda de descenso. Así conseguiremos mayor independencia entre escalador y herido, con un mayor control de la maniobra.

El resto de elementos y fijaciones son los mismos que en la maniobra anterior, no olvidándonos nunca del autoseguro.

Descenso poleado, cuando el herido se queda suspendido en la cuerda (segundo de cordada).

Esta maniobra se realizará si nuestro compañero se encuentra herido por debajo de la reunión a una distancia inferior a la mitad de la cuerda, y tenemos que bajar hasta él para comprobar su estado. Una vez con él podemos bajar juntos hasta el tope máximo, que será sobre la mitad de la cuerda, donde montaremos una reunión para empezar la secuencia de rápeles, utilizando la maniobra anterior.

1. Para realizar esta maniobra lo primero que tenemos que tener claro es que el herido está a una distancia inferior a la mitad de la cuerda. Si reunimos este requisito, lo primero que haremos será fijar a un punto de la reunión la cuerda de recogida, la cual está sin tensión. De esta manera nos aseguraremos de que si realizamos mal la maniobra nuestro compañero no caerá.

2. Lo siguiente que tenemos que hacer es transferir la carga del herido al punto central de la reunión, para así poder sacar el aparato de aseguramiento y poder rapelar con él. Lo primero es colocar un bloqueador en la cuerda del herido, siendo recomendable utilizar un bloqueador bidireccional (ej: machard de doble seno o prusik). Éste lo uniremos al punto central de la reunión con un sistema desembragable. (Ver foto 1).

 

3. Como sistema desembragable utilizaremos el Mariner con cinta, que consiste en unir el nudo de bloqueo a un aro de cinta. Éste lo pasaremos por un mosquetón de la reunión, dando dos vueltas, una sobre la otra y continuaremos dando vueltas alrededor de la cinta que está tensa (unas 10/12 Vueltas). Una vez terminado pasaremos la cinta suelta entre medias de la cinta tensa, enganchándola después en el mosquetón. De esta manera evitaremos en caso de deslizamiento que se nos pueda ir la cinta. (Ver foto 2).

 

4. A continuación transferiremos la carga, desbloqueando el aparato de aseguramiento. La forma de desbloquear el aparato dependerá del modelo, si es de palanca consistirá en accionar la misma, pero si no es así tendréis que mirar en las instrucciones de compra cómo se desbloquea el mismo.

5. Una vez transferida la carga sacaremos el asegurador y lo colocaremos como si fuéramos a rapelar, dejando pasar la cuerda por el mosquetón del punto central de la reunión (éste será el mismo donde estaba el aparato de aseguramiento, a no ser que transfiramos la carga a otra reunión más segura).

6. Lo siguiente será colocar el cabo de anclaje al sistema de bloqueo (machard), quitar los nudos de seguridad que habíamos fijado a la reunión para garantizarnos mayor seguridad y por último revisarlo todo antes de quitar el Mariner. Para quitar el Mariner soltaremos la cinta del mosquetón, y desharemos las vueltas con cuidado. (Ver foto 3).

7. Una vez se haya equilibrado la cuerda entre las dos cargas (escalador y herido) pasaremos la cinta del Mariner por el anillo ventral y lo engancharemos de nuevo al mosquetón del bloqueador. De esta manera podremos quitar el cabo de anclaje del bloqueador por si nos hiciese falta más adelante. (Ver foto 4).

 

8. A partir de aquí rapelaremos hasta nuestro compañero y luego los dos juntos hasta el máximo que dé la cuerda o hasta una repisa cómoda donde poder atenderle mejor. Recordad que no os tenéis que desencordar en ningún momento, ya que de esta forma os servirá de tope para el descenso de esta maniobra. 

IMPORTANTE

Antes de realizar cualquier maniobra de autorrescate conviene avisar al grupo de recate, ya que ellos son los expertos y tienen el material cualificado para estas operaciones. Llamad al 112.