En octubre de 2017 el equipo profesional de saltos de High Jump hizo del cañón de Delika (Álava) su campo base. El objetivo era conseguir algo que ningún otro grupo nacional había soñado hasta entonces, montar un salto de rope sobre los 240 metros que salva el río Nervión en la frontera entre Burgos y la región euskera.
Para ello necesitaron tres días y medio de extenuante trabajo y muchas manos amigas para lograr poner a punto la experiencia de volar durante 170 metros en caída libre. No era su primera vez. En noviembre de 2016 fue el mallo Pisón, en 2015 Zakynthos (Grecia) y un año antes lograron batir el por entonces récord mundial de salto con 331 metros de vuelo en Montrebei.
Con esta son ya dieciséis las expediciones que ha emprendido este grupo de rope jumpers, al que normalmente se puede ver cada fin de semana haciendo bungee o puenting con clientes en el puente de Buitrago del Lozoya. No sabemos cuáles son los siguientes sueños de este grupo de saltadores BASE, parapentistas, escaladores y demás estirpes, de momento abramos boca con estas impactantes imágenes…