La tragedia que acabó con cien desaparecidos y diez muertos en la ruta migratoria canaria: “El motor prendió fuego y salté al mar”
“En un momento dado, el motor prendió fuego. La tripulación logró controlar las llamas, pero volvieron a empezar y alcanzaron los bidones de gasolina. Hubo una gran explosión y salté al mar”. El medio local Dakaractu ha recogido la declaración de Dame Mbengue, un superviviente de la explosión del cayuco que se incendió en las costas de Mbour, en Senegal, y que iba rumbo a Canarias el pasado viernes. El accidente ha dejado al menos diez muertos y cien desaparecidos en el mar. Aún se desconoce el número exacto de ocupantes de la embarcación, pero algunos medios senegaleses contabilizan hasta 200 personas. El presidente del Gobierno de Senegal, Macky Sall, ha manifestado su dolor por las víctimas y ha asegurado que prestarán todos los recursos necesarios a las familias para superar el duelo.
El mismo viernes la Dirección de Información y Relaciones Públicas de la Armada del país de África Occidental (DIRPA, por sus siglas en francés) emitió un comunicado en el que informaba de que una patrullera española que se encontraba en la zona había localizado sobre las 09.30 horas de ese día la embarcación incendiada, aunque en ese momento se desconocía el número de personas que viajaban a bordo. En esta nota, la DIRPA señalaba que otras embarcaciones que también navegaban por la zona ayudaron a rescatar y trasladar a los supervivientes a tierra y que las lanchas de la armada continuaron rastreando en búsqueda de los desaparecidos. “Las investigaciones policiales podrán determinar con precisión el número inicial de personas a bordo de la segunda embarcación y la identidad de sus ocupantes”, añadía el organismo estatal.
Por su parte, la Asociación de Periodistas especializados en Migraciones y Seguridad (AJMS) de Senegal ha denunciado la inacción del Gobierno nacional ante la “falta de perspectivas” de la juventud que arriesga su vida tratando de alcanzar Europa. La organización se ha pronunciado de este modo tras la explosión en las costas de Mbour de un cayuco que iba rumbo a Canarias y que ha dejado más de diez muertos y cien desaparecidos.
“El naufragio ha sido dramático. Las víctimas son los pescadores de Saint-Louis y de Pikine”, subraya la AJMS. “Con ganas de ir a España, estos jóvenes se ahogaron tras un incendio que estalló a bordo de la embarcación”, ha lamentado la organización en declaraciones recogidas por medios locales. Los periodistas senegaleses subrayan que una de las causas del incremento de las salidas desde Senegal son las “consecuencias nocivas del otorgamiento de licencias a embarcaciones extranjeras”.
Tal y como recoge el diario PressAfrik, la ministra de Juventud, Néné Fatouma Tall, y el ministro de Empleo, Formación Profesional y Aprendizaje, Dame Diop, rechazan la idea de que los jóvenes parten de Senegal por un problema de empleo. “Es verdad que es una de las razones, pero no es la única”, valora Diop. Para el ministro, los jóvenes emigran porque creen que al otro lado del mar está “el dorado” y también por razones de presión social. En esta línea, la AJMS apela a la responsabilidad de las familias de los posibles emigrantes y pide a los padres y madres que sean conscientes de los riesgos que corren sus hijos.
“En un momento dado, el motor prendió fuego. La tripulación logró controlar las llamas, pero volvieron a empezar y alcanzaron los bidones de gasolina. Hubo una gran explosión y salté al mar”. El medio local Dakaractu ha recogido la declaración de Dame Mbengue, un superviviente de la explosión del cayuco que se incendió en las costas de Mbour, en Senegal, y que iba rumbo a Canarias el pasado viernes. El accidente ha dejado al menos diez muertos y cien desaparecidos en el mar. Aún se desconoce el número exacto de ocupantes de la embarcación, pero algunos medios senegaleses contabilizan hasta 200 personas. El presidente del Gobierno de Senegal, Macky Sall, ha manifestado su dolor por las víctimas y ha asegurado que prestarán todos los recursos necesarios a las familias para superar el duelo.