El Ayuntamiento Las Palmas de Gran Canaria no tomará medidas legales contra el Partido Popular (PP) por haber llevado a cabo la construcción de las instalaciones deportivas de La Ballena en 2002 “deprisa y corriendo para colgarse medallas” de cara a las elecciones y “aun sabiendo que el terreno era un sumidero”.
Así lo ha manifestado este jueves el portavoz del Consistorio local, Sebastián Franquis, en rueda de prensa, en la que también ha destacado que la inversión necesaria para que se optimizara el terreno sería de en torno a 300.000 euros, algo menos del presupuesto anual del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria“. Igualmente, recalcó que para que se consolidaran los terrenos ”deberían pasar 300 años“.
“La ejecución de la obra se realizó en muy poco tiempo y la gran inversión y estos escasos siete años de disfrute sólo han servido para que el PP se colgara una medalla entonces”, apostilló. No obstante, Franquis apuntó que en política “siempre hay que señalar a los responsables de actuaciones como La Ballena”, y en este caso los culpables “tienen nombre y apellidos del PP”.
De este modo, advirtió que pese a que el grupo popular “era consciente de las dificultades del proyecto, éste se llevó a cabo, provocando que sólo estuviera en vida siete u ocho años y convirtiéndose hoy en un problema”. “No se pensó racionalmente”, sentenció.
Futuro incierto de las instalaciones
Asimismo, el portavoz local aseguró que se están barajando varias propuestas con respecto al futuro de las instalaciones deportivas de La Ballena, entre las que se encuentra “la creación de un parque forestal o el concurso de ideas”, tal y como este jueves lo planteara el concejal de Deportes del Ayuntamiento capitalino, Roque Díaz.
En esta línea, recalcó que en cuanto se haya decidido el futuro de ese equipamiento deportivo, “se le hará llegar inmediatamente a los ciudadanos, aunque lo fundamental ahora es que no se interrumpan las actividades que se están haciendo en el centro, y por ello se están buscando zonas alternativas”.
Así, Franquis puntualizó que entre las diferentes áreas que “ya se han barajado y propuesto a los clubs” se encuentran la zona del Pilar, el barrio Atlántico, Lomo Blanco y La Mayordomía, entre otros. Del mismo modo, el edil puntualizó que de los siete campos que forman el centro, “hay dos que pueden seguir utilizándose”.
“Somos conscientes que estos cambios traerán dificultades a los propios equipos de traslados y demás, pero lo principal es que se consigan los espacios necesarios para que el mes que viene cuando comiencen las competiciones deportivas se puedan seguir desarrollando con cierta normalidad”, apostilló.