MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Caja Laboral logró una trabajada victoria ante el Real Madrid y arrebató la segunda plaza de la ACB al cuadro merengue, después de imponerse (74-80) en un partido de la trigésimo segunda jornada de la competición, lo que otorga licencia a los vitorianos para depender de sí mismos en la disputada batalla por el subcampeonato liguero.
El choque estuvo comandado durante tres cuartas partes por los de Dusko Ivanovic, aunque finalmente sufrieron más de la cuenta para doblegar a un voluntarioso Real Madrid, que quería reivindicarse con ese segundo puesto ante su afición, Finalmente, la actuación de Splitter volvió a ser colosal, dibujando a su equipo el camino hacia el triunfo.
De esta manera, el Baskonia se sitúa en la segunda plaza y el basket-average a favor respecto a los blancos ya que les han ganado en los dos encuentros de la competición doméstica. Sin embargo, no todo está decidido ya que los vascos se enfrentarán al Lagun Aro y al Unicaja en los dos partidos restantes, mientras que los de Messina se las verán con Fuenlabrada y Manresa, con nada en juego. Según la estadística, ningún equipo que ha acabado tercero en la liga regular se ha coronado campeón.
El acierto del ex madridista Brad Oleson fue la tónica en los compases iniciales del choque al anotar los dos primeros triples que lanzó, dando así las primeras ventajas para los baskonistas. No obstante, dos faltas tempraneras de Splitter supusieron un duro palo para los esquemas de Dusko Ivanovic ya que se presagiaba una tarde complicada para el juego interior de los vitorianos. El brasileño se tuvo que sentar, aunque el Caja parecía no echarle en falta (min. 6, 8-18).
En esas apareció el capitán Felipe Reyes, que dio alas a su equipo cuando más sufría en ataque con un triple y un dos más uno, que metían de lleno a la afición de Vistalegre en el partido. La rotación en los blancos era constante, mientras que en los visitantes la carencia de jugadores --sólo nueve disponibles--, obligaba a Walter Hermann a ocupar por momentos la posición de ala-pívot. Aún así, los baskonistas mantenían a raya las acometidas de los blancos con una fuerte defensa y un ataque paciente.
A esto se sumó la vuelta al parqué de Splitter, que se erigió en una losa demasiado pesada para los de Messina ya que a la constante aportación en ataque se sumó un incansable trabajo en defensa sobre Lavrinovic, Reyes y Tomic, quien cometió tres faltas en este tramo, incapaz de ganar la batalla al brasileño bajo los aros en el que se preveía uno de los duelos más intensos del choque. La diferencia entre los dos conjuntos llegaba ya a los 18 puntos y el pívot
El conjunto blanco no daba síntomas de poderle hincarle el diente a los de Ivanovic, y sólo Prigioni, experto en batallas de este calibre, otorgaba la cordura necesaria para reducir distancias. Aún así, la solitaria aportación del argentino, con pasado baskonista, y la intensidad de Reyes no parecían suficientes ante la armonía con la que los vitorianos movían sus piezas.
No obstante, antes de tomar la bocana de vestuarios, los madridistas fueron capaces de acercarse en el marcador hasta los once puntos. Por lo visto hasta el momento, los locales se marcharon optimistas, conscientes de poder la vuelta al choque en la segunda mitad.
Sin embargo, el tercer cuarto el duelo continuó por los mismos derroteros. Tomic pareció ratificar que no iba ser su día al cometer la cuarta falta personal, mientras que Reyes seguía asistiendo golpes certeros en la pintura de los vitorianos. Aún así, el Caja no dejó de pisar el acelerador en ningún momento, provocando que las embestidas blancas encontraran continuamente respuesta. Messina ordenó presión en toda la cancha con dos bases rápidos como Prigioni y Llull, lo cual no surtió demasiado efecto ya que ahora los vitorianos acertaban desde más allá del 6'25.
REACCIÓN MERENGUE SIN PREMIO
A falta de 2 minutos para acabar el tercer cuarto pareció que la reacción de los blancos se estaba poniendo en marcha. Una bandeja de Prigioni tras cuatro rebotes ofensivos en los que los madridistas pelearon incansablemente y varias acciones del siempre enérgico Llull parecieron cambiar la tónica del encuentro, y a su vez, el estado de ánimo de la afición de Vistalegre, que supo que era el momento de alentar a los suyos.
En el último y fatídico cuarto, el choque dio un definitivo golpe de timón. Los de Messina parecieron despertar del largo letargo, en parte por el apoyo del público, y tras varias acciones eficaces se situaron a sólo dos puntos, empujados --cómo no-- por un Sergio Llull que parece acostumbrado a echarse el equipo a la espalda cuando surge la necesidad imperiosa de anotar. A su vez, los constantes errores en el rebote defensivo de los vitorianos, daban segundas oportunidades muy valiosas a los locales para igualar el electrónico.
Poco después, dos tiros libres anotados por Prigioni, el duelo se igualaba por primera vez. Sin embargo, los vascos no cayeron en el nerviosismo al comprobar que se les podía escapar el encuentro tras dominarlo durante gran parte.
Tres tiros libres convertidos y un rápido contraataque culminado con un dos más uno de Huertas, inmenso durante toda la contienda, dio de nuevo una ventaja de seis puntos a los visitantes, que a la postre fue definitiva. Para poner la puntilla al choque, Splitter colocó dos tapones en los últimos 30 segundos, demostrando su poderío.
FICHA TÉCNICA.
RESULTADO: REAL MADRID, 74 - CAJA LABORAL, 80.
--EQUIPOS.
REAL MADRID: Prigioni (22), Llull (23), Almond (-), Garbajosa (-), Tomic (2) --cinco inicial--; Lavrinovic (-), Jaric (3), Velickovic (12) y Bullock (-).
CAJA LABORAL: Ribas (1), Oleson (6), San Emeterio (9), Teletovic (9) y Splitter (15) --cinco inicial--; Huertas( 17), , English (13), Golubovic (8) y Herrmann (2).
--PARCIALES: 15-23, 20-23, 24-21 y 15-13.
--ÁRBITROS: Hierrezuelo, Perea y Munar. Expulsaron por cinco faltas a Lavrinovic por parte del Real Madrid y a Oleson por parte del Caja Laboral.
--PABELLÓN: Palacio de Vistalegre. 9.000 espectadores.