La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció este miércoles la renovación del contrato de Vicente Del Bosque como seleccionador nacional español hasta la conclusión de la Eurocopa de Polonia y Ucrania de 2012.
La brillante fase de clasificación para el Mundial de Sudáfrica del próximo verano que ha realizado España, le ha valido al técnico salmantino para prolongar por dos años más su vinculación con el combinado nacional, que concluía al finalizar la cita mundialista, el gran reto que tiene el seleccionador por delante.
Del Bosque, que este miércoles cumple 59 años, se puso al frente de la Roja el 15 de julio de 2008, cogiendo el testigo de Luis Aragonés, que se marchaba con rumbo al Fenerbahçe turco, con el desafío de continuar la línea de éxito iniciada por la selección después de conquistar la Eurocopa de Austria y Suiza.
Con Javier Miñano como preparador físico y Antonio Grande como ayudante, el preparador charro debutó como seleccionador el 20 de agosto de 2008 en un amistoso en Copenhague contra Dinamarca (0-3), siendo su primer partido oficial en Murcia, el 6 de septiembre, ante Bosnia-Herzegovina, donde España conseguía su primer triunfo en la fase de clasificación para el Mundial, gracias a un solitario tanto de David Villa.
Con la base del equipo que se proclamaba campeón de Europa en Austria y Suiza, a los que ha ido añadiendo a hombres como Piqué, Iraola, Busquets, Mata y, más últimamente a Negredo y Jesús Navas, Del Bosque ha conseguido hacer historia, llevando a España a conseguir el pleno, diez victorias en diez partidos, en la clasificación para el Mundial, algo que también lograron Brasil, Alemania y Holanda, aunque las tres lo hicieron superando menos encuentros que la Roja.
Récord de partidos invicto
Sin embargo, ese no es la única barrera que ha superado España bajo la era Del Bosque, ya que también se consiguió igualar el récord de partidos invicto, permaneciendo 35 encuentros sin conocer la derrota, una marca que llevó a la selección a mantenerse imbatida desde febrero de 2007, todavía con Luis Aragonés en el banquillo, hasta junio de 2009, igualando el registro de Brasil (de diciembre de 1993 a enero de 1996, incluida la final de la Copa América 1995 que la canarinha perdió por penaltis, pero que la FIFA contabiliza como un empate).
Además, el ex entrenador del Real Madrid firmó el mejor arranque de un seleccionador nacional en toda la historia, con 13 victorias seguidas tras su debut, superando al brasileño Joao Saldaña, quien, con Brasil en 1969, consiguió tras su estreno nueve triunfos consecutivos.
Dejando a un lado los muchos récords individuales que han conseguido además muchos jugadores bajo su mandato, Del Bosque puede presumir también de mantener a España en el primer puesto del ranking de la FIFA a la conclusión del 2009 y de contar con una impresionante trayectoria de 22 encuentros dirigidos, con 21 victorias y una sola derrota, con 63 goles a favor y sólo 13 en contra.
El único momento amargo que ha vivido el máximo responsable del combinado nacional en todo este tiempo fue la eliminación ante Estados Unidos en las semifinales de la Copa Confederaciones. Esa dolorosa y sorprendente derrota (2-0) hizo que se cuestionara el sistema de juego utilizado y que se desataran las comparaciones con la etapa de Aragonés, aunque rápidamente esas dudas se disiparon a base de triunfos.
Pasado madridista
De personalidad serena, y amigo de calmar ánimos, Del Bosque es un personaje indisolublemente ligado al Real Madrid, en el que ha desarrollado casi toda su carrera deportiva, salvo una inmersión en el Besiktas turco en la temporada 2004/05 sin suerte y prácticamente anecdótica.
El gran paso de su carrera como técnico llega a finales de la temporada 1999/00 tras la destitución de John Benjamin Toshack. Alcanzó la Copa de Europa, eliminando de seguido al defensor del título Manchester United, Bayern Múnich y Valencia en la final. Su estilo humilde, paciente y tranquilo cala en la afición y jugadores y el nuevo presidente, Florentino Pérez, le mantiene en el cargo.
Serían tres años de éxitos, una nueva Copa de Europa (2002), dos Ligas (2001 y 2003), una Intercontinental (2002), una Supercopa de Europa (2002) y otra de España (2001). El salmantino fue el único capaz de manejar el proyecto galáctico de Pérez, protegiendo, cuidando y uniendo a sus jugadores.
Pero en junio de 2003, el idilio se rompió, la misma noche que el Real Madrid gana la Liga ante el Athletic en el estadio Santiago Bernabéu. El club no le renovó el contrato porque le consideró anticuado y prefirió otro estilo que luego resultaría nefasto para el club hasta provocar la dimisión del propio Pérez en febrero de 2006.
En las elecciones a la presidencia del Real Madrid en julio de 2006 estuvo ligado a la candidatura de Juan Palacios, que no resultaría ganadora. En junio de 2007 entró a formar parte de organigrama técnico del Cádiz de la mano de Arturo Baldasano, pero abandonó el cargo a los pocos meses.