La búsqueda de un patrocinador para el CB Gran Canaria se convirtió, tras la renuncia de Kalise para seguir como esponsor de la entidad claretiana, en un asunto de cierta relevancia para el Cabildo de Gran Canaria. La corporación insular, propietaria del club, inició en ese momento un plan para lograr el apoyo, vía mecenazgo, de alguna empresa y, tras varios meses de negociaciones (con varios frentes abiertos), el tema entra ahora en una fase decisiva.
Tanto que desde el Cabildo se espera cerrar un nuevo acuerdo de patrocinio en un plazo, máximo, de dos meses. Los contactos, con empresas nacionales y extranjeras, han perfilado el panorama y en la corporación, en concreto desde el área de Hacienda (tras cerrar los presupuestos insulares para 2010), se confía en concretar la llegada de un nuevo esponsor (o un trato firme con dos copatrocinadores) a final de febrero o principio de marzo.
Tras la marcha de Kalise, que luego trató de prolongar su vinculación con una aportación anual de unos 550.000 euros (más otros 50.000 euros ya comprometidos por publicidad estática en el Centro Insular), el Cabildo tasó el precio del patrocinio principal del Granca en un millón de euros, cifra que se mantiene en las negociaciones abiertas con las empresas interesadas en vincular su marca con el equipo claretiano.
La incorporación de un patrocinador, además, precipitaría otros movimientos en el CB Gran Canaria. Por ejemplo, el relevo en el consejo de administración. La directiva que preside Lisandro Hernández, que ha retomado su actividad en el palco del Centro Insular (cuando el Granca juega como local) pero que se mantiene al margen de las negociaciones, dejará paso a un nuevo grupo rector. El cambio, aunque no sería inmediato, se aceleraría.
Ahora mismo, tras el amago de dimisión en bloque de la directiva tras el partido ante el PGE Turow (el pasado 1 de diciembre) ante el los planes del propietario para su destitución, existe un pacto tácito entre el Cabildo y el grupo de Lisandro Hernández para cerrar esta etapa del club sin más sobresaltos y dentro de un ambiente de responsabilidad. La salida del actual consejo de administración, que se podría aplazar como máximo hasta final del presente curso, se pretende realizar desde la cordialidad y reconociendo la labor del actual presidente y su equipo durante los últimos 20 años.