El club amarillo no puede optar directamente al concurso debido a que está inmerso en un proceso concursal, por lo que tuvo que acudir a la empresa Ralons, de la que el presidente de la Unión Deportiva, Miguel Ángel Ramírez, es apoderado, ya que se tiene prohibida la licitación para concursar por la ley de contratos del Estado.
Tras recopilar toda la documentación necesaria para el proyecto, los representantes amarillos la presentaron antes de las 12.00 horas de este viernes, horario máximo estipulado para personarse en las instalaciones cabildicias con los requisitos exigidos. Las otras empresas que pujan por la adjudicación y que presentaron sus proyectos por correo dispusieron de un plazo más largo (00.00 horas).
De ser seleccionada, se garantizará para la entidad amarilla un ingreso anual cercano a tres millones de euros por los próximos 35 años. Si es el elegido, el club se vería obligado a crear una empresa paralela que dirigiera esta operación y que se llamaría, según señaló Ramírez, Unión Deportiva Las Palmas Gestión Deportiva.
La UD Las Palmas solicitó al Cabildo que el director del Instituto Insular de Deportes, José Cabrera, no participe en la eleción del proyecto que resulte ganador debido a su condición de ex dirigente de la entidad y, además, por estar sujeto a la Sociedad Anónima Deportiva en situación de avalista del crédito firmado con la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que aún sigue en curso.
“No creo que haya una empresa que represente socialmente lo que representa la Unión Deportiva, y estas futuras instalaciones han de ser para el beneficio de nuestra entidad”, especificó Miguel Ángel Ramírez el pasado jueves.