El Tenerife ha cumplido un año más con la tradición de cambiar de entrenador antes de que se haya alcanzado el ecuador del campeonato de Segunda División con la destitución, este lunes, del alemán Bernd Krauss.
Con ésta son seis las temporadas en las que el club blanquiazul ha tomado la decisión de relevar al técnico, aunque el récord quedó establecido en la 2005-2006, con nada menos que cuatro inquilinos en el banquillo, el último de ellos precisamente Bernd Krauss.
Entonces el técnico germano tomó el testigo de David Amaral, quien a su vez había relevado a Antonio López, que antes había hecho lo propio con José Antonio Barrios.
El Tigre Barrios inició la campaña con el objetivo del ascenso -el Tenerife llegó a ostentar el liderato, pero a partir de ahí se desplomó- gracias a que en el curso anterior asumió el difícil reto de salvar al equipo con la grave amenaza del descenso, en la vigésima primera jornada, hasta donde aguantó Pepe Moré.
El preparador catalán, ahora en el Castellón, fue el elegido por el consejo de administración blanquiazul para llevar las riendas del Tenerife en la temporada 2004-2005 después de que Martín Marrero salvara in extremis a los isleños del descenso, pero el club no le ofreció la renovación.
Marrero asumió al cargo de entrenador del Tenerife en la vigésima cuarta jornada de la 2003-2004, tomando el testigo de David Amaral, quien a su vez había hecho lo propio en la 2002-2003 con Ewald Lienen.
La leyenda negra del banquillo del Tenerife se remonta más atrás en el tiempo, concretamente hasta la temporada 2000-2001, la del último ascenso a Primera División con Rafa Benítez.
A partir de ahí no ha habido un solo técnico que haya permanecido una temporada completa, ni con el desaparecido Javier Pérez, ni con Víctor Pérez Ascanio, ni ahora con Miguel Concepción en la presidencia.