El ayuntamiento de Girona y la Diputación provincial han anunciado este martes la inviabilidad económica del CB Girona para seguir en la Liga ACB, con lo que la ciudad perderá su plaza en la máxima categoría del baloncesto nacional, a menos que medie un auténtico milagro antes del día 14 de julio.
La alcaldesa de la ciudad, Anna Pagans, ha sido la encargada de explicar que la deuda acumulada en las últimas temporadas es de nueve millones de euros, más los casi tres que ya habían avalado en su día las instituciones y el déficit de la presente temporada.
Por tanto, y a pesar de hablar siempre de nueve millones, la deuda del club estaría alrededor de los catorce. “Las instituciones no podemos hacer frente a estos números, con lo que siendo realistas, a día de hoy debemos decir que salvar la plaza ACB es muy complicado”, ha reconocido Pagans.
Esta opción pasaría ahora por que los máximos rectores del club encuentren una solución económica, cosa que se prevé más que difícil debido a la crisis del sector inmobiliario, de la que no se ha escapado la promotora Akasvayu, principal patrocinador de la entidad.
En todo caso, Pagans también ha querido lanzar un mensaje de esperanza hacía los seguidores del club gerundense, asegurando que “podemos perder la plaza ACB, pero lo que no podemos hacer es perder el baloncesto profesional en la ciudad”, dando muestras claras que el futuro puede pasar por jugar la próxima temporada en la Liga LEB Oro.
“Si al final no encontramos solución al primer caso, deberíamos buscar una para seguir teniendo baloncesto profesional”, ha querido dejar claro la alcaldesa de la ciudad y también el presidente de la Diputación Enric Vilert: “Diputación y Ayuntamiento queremos baloncesto profesional en la ciudad y debemos trabajar para ello, pero no a cualquier precio”, afirmó.
La clave para conseguir este cambio sería intercambiar la plaza ACB con alguna ciudad que disponga de plaza LEB, que además abonaría una cantidad económica en la transacción.