El Vecindario puede consumar su descenso a Segunda división B la próxima jornada si se da una combinación de resultados que hagan que la distancia con la zona de salvación sea insalvable, pese a que aún quedarían otros seis encuentros por disputar.
El conjunto blanquinegro está a diecinueve puntos del Alavés, primer equipo que marca la frontera de la salvación y todavía faltan veintiuno por jugar. En el caso de que los futbolistas de Castro Santos perdieran frente al Elche ya no habría posibilidad alguna de salir del cuarteto de cola.
Con estos condicionantes, el Vecindario está obligado a imponerse al conjunto ilicitano y seguir agarrándose a las matemáticas que alimentan sus escasas posibilidades.
En el vestuario sureño la consigna es tratar de retrasar lo máximo posible un desenlace que ya está asumido en Santa Lucía.
Castro Santos recuperará para la cita venidera a Ruano, que ya ha cumplido sus dos partidos de sanción, y a Mario Prieto, quien superó sus problemas en una costilla.