El tenista serbio certificó este martes su pase a las semifinales de Roland Garros, segundo 'grande' de la temporada, al derrotar en algo más de cuatro horas al francés Jo-Wilfried Tsonga (6-1, 5-7, 5-7, 7-6(6), 6-1), en un partido en el que el anfitrión llegó a gozar de hasta cuatro pelotas de partido que dejó escapar, lo que propició la remontada final del número uno del mundo.
El comienzo del encuentro hizo prever un desarrollo completamente distinto al que se dio finalmente sobre la pista Philippe Chatrier. Djokovic saltó a la arcilla francesa con la misión de despejar las dudas creadas en octavos de final y fruto de su intensidad encarriló cinco juegos consecutivos, cerrando el primer set por un contundente 6-1 en tan solo 21 minutos.
Un comienzo fatídico para Tsonga, que vio como las cosas se ponían aún peor cuando en el primer juego del segundo set 'Nole' conseguía un nuevo 'break' con el que encarrilaba el segundo parcial. Sin embargo, Tsonga poco a poco empezó a coger el ritmo al partido y, apoyado por el público, comenzó a ser más agresivo sobre la pista.
Con este ritmo y basándose en un gran revés paralelo el galo devolvió la rotura a su rival en el octavo juego, igualando el partido a cuatro juegos. Así transcurrió el partido hasta el clave duodécimo juego en el que, con 6-5 a favor de Tsonga y saque para Djokovic, el francés fue a por todas y aprovechó su tercera bola de 'break' para adjudicarse el segundo set.
Una segunda manga que sería prácticamente idéntica a la tercera, ya que fue el número uno del mundo el que tomó ventaja rompiendo el saque de Tsonga en el tercer juego y a continuación le devolvía la partida su rival. Como si de un 'déjà vu' se tratara, con 6-5 a favor del anfitrión y saque para el serbio, Tsonga volvió a conseguir doblegar el saque de su rival y ponerse por arriba en el marcador por dos sets a uno
Djokovic de nuevo estuvo contra las cuerdas, con la necesidad de hacerse con los dos últimos sets si no quería despedirse de Roland Garros. El cuarto set transcurrió con mucha igualdad y con el serbio intentando aprovechar las mínimas oportunidades, que las tuvo, ya que en el quinto juego dispuso de hasta dos bolas de 'break' y en el noveno otra más. Sin embargo, el serbio no las aprovechó y el partido tuvo que alargarse.
DJOKOVIC SALVA EL PARTIDO
Tsonga no quería ser menos y también quiso poner en 'jaque' a su rival. Con 4-5 para el francés y saque para Djokovic, Tsonga dispuso de hasta dos bolas de partido, pero cuando lo tenía todo perdido Djokovic demostró por qué es el actual número uno del mundo y salvó.
La historia se repitió dos juegos después, ya que con 5-6 y saque para el serbio de nuevo el galo tuvo hasta dos bolas de partido, pero a la hora de la verdad Tsonga no podía con Djokovic. Inevitablemente, el cuarto set se fue al fatídico 'tie-break', donde el serbio se las prometió muy feliz consiguiendo el primer 'moni-break'.
Sin embargo, la muerte súbita no fue fácil para ninguno de los dos tenistas, ya que ambos encadenaron luces y sombras, perdiendo la mínima ventaja que conseguían. Djokovic tuvo que esperar hasta su tercera pelota de set para salvar los muebles y forzar la quinta y definitiva manga.
CAMINO TRIUNFANTE HACIA LA VICTORIA
Tanto la afición como Tsonga se vino abajo en este último set, ya que el dejar pasar hasta cuatro pelotas de partido hizo mella en el tenista nacido en Le Mans. Además, se encontró con un Djokovic que había resurgido de sus cenizas y que estaba dispuesto a firmar una heroica remontada.
Fruto de esta situación, el serbio puso la directa hacia la victoria final rompiendo el primer saque de su rival y conservando los dos primeros suyos, situando un contundente 3-0 en el marcador. Un resultado que hizo desmoronarse aún más al coloso francés, que volvió a ceder su último saque y permitió a 'Nole' cerrar el partido por 6-1.
Djokovic avanza así hasta las semifinales de Roland Garros, donde se verá las caras con el suizo Roger Federer, reeditando así las semifinales que ambos disputaron la pasada edición y donde el número uno del mundo sucumbió ante el tenista más laureado de la historia. El serbio tendrá por tanto la oportunidad de tomarse la revancha y poder así acceder a la final del único 'Grand Slam' que aún no tiene en su poder.