La UD Las Palmas supera el primer pico, consiguiendo con justicia un empate frente al líder de la categoría, al que se le anuló un gol que debió haber subido al marcador. Por lo demás, partido muy táctico entre ambos equipos, que se mostraron mucho respeto desde el pitido inicial.
El gran ausente fue el gol, ante los problemas de ambos equipos por superar a la defensa rival y la seguridad de su porteros y evidenciando los problemas de definición de los amarillos. Momo y Nauzet cargaron con el peso del equipo, consientes de la trascendencia del choque, pero el Elche demostró porque es tan complicado batirle.
Ante el respeto táctico de ambos equipos en los compases iniciales, se imponían las ganas de los amarillos de vencer al líder, antes que la lógica. El Elche, agazapado como un veterano, se sacudía sin problemas los latigazos de la UD, que cada vez se sucedían de manera más regular, aunque sin llegar a poner en apuro al portero ilicitano.
Poco a poco el dominio grancanario fue embotellando por momentos al Elche en campo propio. El fútbol de toque de Las Palmas estuvo a punto de conseguir su fruto en una larga jugada que desembocó en los pies de Momo, pero el canario algo escorado se encontró con la intervención de Herrera.
El Elche tardó en despertar, pero con el paso de los minutos fue subiendo la intensidad para luchar el balón a los amarillos, aunque no encontraban fisuras en la zaga de la UD, a pesar de las novedades de Pignol y Atouba. El camerunés debutó en partido oficial con la elástica amarilla y mostró su gusto por regatear en zonas peligrosas.
El paso por vestuarios fue una inyección de moral para los jugadores de Las Palmas, que comenzaron a encontrar espacios a la espalda de la sólida defensa del Elche, que demostró la paciencia propia de un líder. Sin precipitaciones, sino dejando llevar la iniciativa a la UD a la espera de un descuido para aprovechar su momento. Thievy y Chrisantus tuvieron la oportunidad de romper la balanza, pero la mira de ambos delanteros no encontró la portería.
El Elche pasó a dominar el balón ante el cansancio que se comenzó a evidenciar en el cuadro grancanario, que se dio un respiro tras el desgaste de la primera mitad. Pero con contragolpes y acciones a balón parado, los amarillos recuperaron la posesión buscando con paciencia desesperar al equipo ilicitano para provocar un fallo.
Momo, muy activo durante toda la tarde al igual que Nauzet, llevaba el peligro en cada falta, poniendo una asistencia de lujo a Hernán, que sólo en área pequeña remató flojo a las manos del portero. El técnico rival movió ficha en el banquillo, replegando filas y guardando el empate, pero sus jugadores pensaban de manera diferente.
Dos acciones consecutivas de Corominas, una de ellas acabó en gol pero fue anulado por un fuera de juego inexistente, metieron el miedo en el Estadio de Gran Canaria, pero apareció como de costumbre Mariano Barbosa, cuando más falta hacía. El delantero del Elche controló con el pecho de espaldas a portería y de chilena marcó un auténtico golazo cerca de la escuadra, pero el error del auxiliar al levantar el banderín no dio validez al tanto.
Lobera hizo debutar a Andy Pando, que en su primer contacto con el balón ya demostró buenas aptitudes en ataque, pero entre las pérdidas de tiempo de los visitantes y el excesivo número de balones largos no tuvo ni una sola oportunidad de gol. Sólo hubo tiempo para la expulsión de Palanca, por un manotazo a Deivid, hasta que el pitido del árbitro selló las tablas, resultado más justo tras lo visto en el terreno de juego.