Un error de Aragoneses lleva la justicia al derbi

Un gol entre Futre y Aragoneses en propia puerta llevó la justicia al Municipal de Vecindario al empatar (1-1) un encuentro que adelantaría Perona tras un penalti muy dudoso muy protestado por el conjunto local. El Tenerife mandó en los primeros 45, a pesar de que los blanquinegros les disputaron la batuta del encuentro. En la segunda parte el Vecindario marcó el ritmo de un encuentro en el que destacó el poco trabajo que tuvieron los guardametas de ambos conjuntos.

Los nervios iniciales hacían acto de presencia tras el pitido inicial. Las imprecisiones de ambos conjuntos colmaron el protagonismo en los primeros minutos en un Municipal de Santa Lucía con un ambiente inmejorable con una gran presencia de las hinchadas de ambos conjuntos. Yeray López, el mejor del partido, abría el casillero de ocasiones con un disparo de falta que se marchaba alto, lo que propició que se centrasen los blanquinegros y comenzasen a disputar la pelota a los visitantes.

Raúl Llorente, muy activo durante todo el encuentro y dejando ver varios detalles de calidad, causaba estragos por una banda derecha que a menudo se quedaba huérfana por las incursiones ofensivas de David Simón. Pero, sin duda, el principal protagonista del ataque tinerfeño lo colmó el veterano Kiko Ratón. No hubo balón que no tuviese como destino al ariete, lo que facilitaba las cosas a la zaga blanquinegra que llevaba a cabo una buena marca sobre el nueve del cuadro chicharrero.

Tacón asustaba al respetable del coliseo grancanario con un remate a bocajarro que conseguía atajar un Santi Lampón que llevó la seriedad a la meta local. Kiko Ratón lo intentaba poco después con un remate alto de cabeza que sería respondido por Futre con un intento que atajaría Aragoneses menos de un minuto después.

Lo seguía intentando Ratón sin fortuna mientras los tinerfeños gozaban con la posesión del balón, cuando el colegiado decidía no alargar ni un segundo el primer acto del encuentro.

En la segunda parte cambiaban las tornas. El Vecindario, empujado por su afición, daba un golpe encima de la mesa y robaba el dominio del cuero a los blanquiazules, pero las ocasiones brillaban por su ausencia. El Tenerife intentaba sorprender a la contra a los de Almeida, pero se empecinaban en centrar con poca precisión buscando la cabeza de Adrián, que sustituiría a Kiko Ratón, merando notablemente el peligro ofensivo de los suyos.

Cuando todo presagiaba un empate sin goles, Kitoko caía dentro del área y Rubén Eiritz se dirigía al punto de penalti acosado por las protestas de los jugadores del Vecindario que reclamaban piscinazo del jugador blanquiazul. Perona materializaba el dudoso penalti y ponía un injusto 0-1 en el marcador del Municipal de Santa Lucía.

Pocos minutos después, el colegiado seguía poniéndose el encuentro cuesta arriba al señalar una rigurosa falta en el borde del área, cuando Futre se dirigía solo ante Aragoneses. Instantes después, se reclamaba una mano dentro del área tinerfeña, lo que terminaba por sembrar la crispación en la afición blanquinegra.

Cuando todo parecía visto para sentencia, llegaría la jugada que llevaría la justicia al marcador. Un centro botado con mucho peligro era introducido hasta el fondo de las mallas entre la cabeza de Futre y el desafortunado despeje de puños de Aragoneses, volviendo a establecer las tablas en el marcador. Sin duda, el resultado más justo.