La selección española se ha clasificado este miércoles para la final de la Eurocopa 2012 tras imponerse a Portugal en la tanda de penaltis (2-4), donde un gol de Cesc Fábregas tumbó a Cristiano y compañía, además de abrir las puertas del cielo para el próximo domingo, donde los pupilos de Vicente del Bosque buscarán un triplete histórico.
Tuvo que ser otra vez desde los 11 metros. La victoria ante Italia de hace cuatro años bien mereció una segunda parte gracias a un nuevo gol de Cesc. El falso nueve, que no jugó de titular, pidió lanzar el quinto penalti. Toni Grande, el segundo de Del Bosque, le dio luz verde y el catalán, con sangre fría, batió a Rui Patricio no sin suspense.
Casillas, por enésima ocasión, paseó su condición de santo deteniendo el primer penalti portugués y España, que ésta vez sí se abrazó, jugará una nueva final de Eurocopa, la tercera, mismo número de títulos que podría conseguir de forma consecutiva si vence el domingo a Italia o Alemania. De ser así, la historia haría un hueco en sus páginas de oro a esta selección.
El resultado, único análisis en el fútbol moderno, esclaviza a jugadores y entrenadores, pero España destierra ganar de cualquier manera. No le hizo falta dar patadas, tampoco entrar a discutir cada decisión arbitral, esperó su turno y dio con la tecla. De hecho, dio la sensación que cinco minutos más de prórroga hubieran bastado para evitar poner el corazón en un puño.
España comenzó con dificultades para crear peligro a Portugal. La primera clara llevó la firma de Arbeloa, que disparó arriba cuando estaba libre de marca, a los 8 minutos. Esta fue la única clara en la primera parte, donde también la tuvo Iniesta, que lo intentó con un disparo ajustado tras quebrar a dos rivales.
No había oportunidad de abrir el melón y los lusos --aupados en la velocidad de Cristiano Ronaldo- también avisaron. La mordiente y la electricidad portuguesa fueron el mejor aval para los de Paulo Bento, carentes de fútbol, pero efervescentes por su balón a la espalda de los laterales españoles.
Cesc por Negredo. Mejora España
En la segunda mitad, Del Bosque recuperó sus constantes, su idea original, y cambió a Negredo, la gran sorpresa en el once inicial, por Cesc Fábregas. El culé mejoró el juego de la Roja, más continuo, natural, próximo al estilo que se tradujo en dos títulos consecutivos. La impaciencia, pertrechada en un pase largo, empañaba la circulación española.
Nani buscó las cosquillas a Arbeloa y Jordi Alba tuvo que medir sus jugadas en área contraria para no descuidar las labores en defensa. Al cambio de Cesc se le sumaron el de Navas, por Silva, y el de Pedro por Xavi, que estaba exhausto. El de Los Palacios abrió el campo y el canario evidenció que tenía que haber entrado antes.
Xabi Alonso probó fortuna desde 50 metros y Cristiano metió el miedo en el cuerpo con dos ocasiones. La primera, libre de marca, la mandó por encima del larguero; y la segunda, en el minuto final, con una falta muy cerca del área española que pudo haber mandado todo al traste.
Sin apenas tiros entre los tres palos, España se presentó en la prórroga con la intención de jugar, de asociarse con facilidad, de presionar la salida de los Quinas. Y así lo hizo. La selección recuperó la cotidianidad y a punto estuvo de inaugurar el marcador. Iniesta pudo haber repetido honores.
España dominó la prórroga
El de Fuentealbilla remachó un pase de Jordi Alba, magistral en el costado izquierdo, pero se encontró con la mano de Rui Patricio. El meta del Sporting de Lisboa sacó el guante derecho para impedir la gloria española; y Ramos, que rompió los planes con una falta lejana, rozó el larguero.
En el tiempo extra, España llevó las riendas del partido. De hecho, fue en esta media hora cuando la campeona del mundo dispuso de otra clara ocasión en botas de Pedro. El tinerfeño no acertó a quebrar a Alves y llegó tarde al lanzamiento, aunque el pensamiento era inevitable: a España le habría hecho falta cinco minutos más.
La rapidez de Navas y la mejoría española no bastó para tumbar a una Portugal aguerrida, sin fútbol, pero con el meridiano objetivo de frenar el centro del campo de la Roja. Dio igual el cansancio, las ocasiones perdidas, la fiereza de Cristiano. Dio igual. España sigue haciendo historia y lo hace con mayúsculas. El domingo, próximo capítulo.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: PORTUGAL, 0 - ESPAÑA, 0. (0-0, al término de la prórroga y 2-4, en penaltis).
--ALINEACIONES.
ESPAÑA: Casillas; Arbeloa, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi (Pedro, min.87); Silva (Navas, min.60), Iniesta; Negredo (Cesc Fábregas, min.53).
PORTUGAL: Rui Patricio; Joao Pereira, Bruno Alves, Pepe, Coentrao; Veloso (Custódio, min.105), Moutinho, Meireles (Varela, min.112); Nani, Ronaldo, Almeida (Oliveira, min.81).
--GOLES:
-Tanda de penaltis.
0 - 0, Xabi Alonso, falla.
0 - 0, Moutinho, falla.
1 - 0, Iniesta, gol.
1 - 1, Pepe, gol.
2 - 1, Piqué, gol.
2 - 2, Nani, gol.
3 - 2, Sergio Ramos, gol.
3 - 2, Bruno Alves, falla.
4 - 2, Cesc Fábregas, gol.
--ÁRBITRO: Cuneyt Cakir (TUR). Amonestó con tarjeta amarilla a Sergio Ramos (min.41), Busquets (min.60), Arbeloa (min.84) y Xabi Alonso (min.114) en España; y a Coentrao (min.45), Pepe (min.61), Joao Pereira (min.64), Alves (min.85) y Veloso (min.93) en Portugal.
--ESTADIO: Donbass Arena.