La vieja guardia rescató al Tenerife en el momento más complicado del curso. En un partido con poco brillo y mucha intensidad, el equipo blanquiazul recurrió a los canteranos y a varios pretorianos curtidos en mil batallas para derrotar al Oviedo y acercarse a la permanencia. Y es que, llegado el momento de la verdad, no hubo rastro en el once local de los cinco fichajes del mercado de invierno, pues el club debió entender que era mejor admitir el fracaso de Moreno en su primer examen que hacer política de futuro.
Y aún más cuando la Segunda División B había dejado de ser una posibilidad para convertirse en una amenaza. Así que Sampedro optó por pretorianos y canteranos para recibir a un Oviedo que apuraba sus opciones de ‘playoffs’ y al que la derrota no deja sin aspiraciones, pero sí algo tocado en un choque en el que el Tenerife no estuvo brillante, pero sí intenso. Y al menos pareció consciente de lo que se jugaba. No exigió a Champagne de inicio, pero en el cuarto de hora inicial provocó las amonestaciones de los dos mediocentros del Oviedo.
El equipo local no supo aprovechar esta ventaja, mientras los asturianos, incómodos ante las oleadas locales, estuvieron poco incisivos cuando tuvieron el balón, aunque encontraron una vía para inquietar a Dani en las incorporaciones de Johannesson, poco preciso en un mano a mano (28') con el portero blanquiazul. A partir de ahí, el Tenerife fue mejor, ayudado por un Heliodoro que rozó el lleno y reclamó una segunda amarilla a Tejera y un penalti a Nano. El árbitro se inhibió en ambos casos.
Eso sí, el grupo de Sampedro insistió y encontró un filón en Suso. El capitán fabricó la mejor opción local con un centro que Malbasic no pudo concretar al rematar obstaculizado por un defensa. Y en la acción posterior, Carlos Hernández cometió un claro penalti sobre Jorge que Suso convirtió en gol tras engañar a Champagne. No dudó el diez local, un tipo llamado a ser suplente en esta temporada, pero que se ha echado a la espalda al equipo de su tierra cuando a muchos le temblaron las piernas en medio de la tormenta.
El Tenerife no pisó el freno tras el gol y Nano rozó el 2-0 tras una combinación con Naranjo antes del descanso. Y en la segunda parte, mantuvo la intensidad y el dominio para lograr premio con un centro de Milla que cabeceó Carlos Ruiz, otro pretoriano con el que ir a cualquier guerra. ¿Fin de la historia? Pues no, porque cuando el Oviedo ya empezaba a desesperarse, Alberto cometió un penalti absurdo tras unas manos innecesarias en el área local y Joselu aprovechó el regalo para hacer del 2-1 y llevar la angustia al Heliodoro.
Sampedro quiso matar el partido con Isma López y Coniglio, pero el sufrimiento no desapareció.
Para entonces, el Oviedo se había ido con todo al ataque y rozó el empate en un disparo de Omar (81') que se fue junto al palo y un cabezazo cercano de Ibra Baldé (85') que atajó Dani. Y aunque Soto Grado prolongó la angustia cinco minutos, la cita tuvo final feliz para un Tenerife que se acerca a la permanencia, mientras que el Oviedo aún deberá remar para llegar a unos playoffs que sigue teniendo a tiro.
¿Qué necesita para salvarse?
El Tenerife aún necesita dos puntos para sellar su permanencia en Segunda División... y curiosamente puede encontrar un aliado en el Oviedo, que el próximo domingo recibe al Rayo Majadahonda en el Tartierte. Un triunfo del equipo asturiano, que se juega sus opciones de playoffs, daría la salvación al Tenerife.
2 CD TENERIFE: Dani Hernández; Luis Pérez, Jorge, Carlos Ruiz, Héctor; Alberto, Milla; Suso (Coniglio, 83’), Naranjo, Malbasic (Isma López, 76’); y Nano (Montañés, 64’).
1 REAL OVIEDO: Champagne; Johannesson, Carlos Hernández, Alanís, Mossa; Folch, Jimmy, Tejera (Ibra, 46’); Viti (Steven, 81’), Bárcenas (Omar Ramos, 48’) y Joselu.
ÁRBITRO: César Soto Grado, comité catalán). Amonestó a los locales Jorge, Suso y Dani Hernández; y a los visitantes Jimmy, Tejera, Carlos Hernández y Joselu.
GOLES: 1-0: (40′) Suso, de penalti. 2-0: (65’) Carlos Ruiz, de cabeza. 2-1 (76’) Joselu, de penalti.
INCIDENCIAS: Heliodoro Rodríguez López. Ante 16.488 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Onésimo Díaz, masajista del CD Tenerife.