El Madrigal, punto de inflexión de Las Palmas de Setién
Un año después, Quique Setién vuelve a enfrentarse al mando de la UD Las Palmas al Villarreal, el mismo equipo con el que debutó en El Estadio de Gran Canaria en un partido que, aunque quedó 0-0, se pudo apreciar un atisbo de las ideas de juego del técnico cántabro en un equipo que obtuvo orden tras el caos.
Tras la debacle de Paco Herrera al frente de la UD en Primera, un 19 de octubre (un día después de la derrota por 4-0 ante el Getafe), la directiva anunciaba la contratación de un entrenador sin experiencia en Primera. Dos días después se presentaba en rueda de prensa con una frase que el tiempo ha demostrado con los actos del equipo la coherencia entre lo que dice y hace Setién: “Mi estilo de juego es innegociable”.
Los números del entrenador cántabro hablan por sí solos. En la temporada pasada consiguió 39 puntos, 51 añadiendo los ocho encuentros que ha disputado esta campaña.
La UD Las Palmas visitó EL Madrigal el cinco de marzo, en la jornada 28, tras encadenar una racha de dos victorias consecutivas que serían tres cuando el capitán David García conseguía el único tanto que daría la victoria a los amarillos por primera vez en su historia en el estadio del Villarreal.
En el campo castellonense se puso la guinda a una semana perfecta para la UD. Tras la derrota ante el Barcelona añadida a la posterior polémica con Nauzet Alemán y Sergio Araujo Las Palmas se encontraba en puestos de descenso.
Pero primero ante el Èibar en Ipurúa (0-1), luego frente al Getafe en casa (4-0) y finalmente en El Madrigal (0-1) Las Palmas conseguía nueve puntos que le llevaron desde la decimoctava posición a la decimoquinta, con margen de cuatro puntos del abismo.
El técnico cántabro, sincero y honesto en las ruedas de prensa, catalogó aquella victoria frente al Villarreal como “inesperada” y no dudó en afirmar que tuvieron “un punto de suerte” que en aquella ocasión les sonrió, la misma que faltó, a su juicio, frente al Espanyol en la pasada jornada (0-0).
Habría que esperar hasta la jornada 35 para ver la salvación del equipo tras la victoria del conjunto de Setién, pero en El Madrigal se culminó una reacción de la que incluso se hicieron eco medios internacionales, un punto de inflexión que como dijo el técnico daría “impulso” para afrontar la recta final.
Y así fue, ya que la racha sólo se cortaría frente al Real Madrid por 2 a 1 en casa, pero después los amarillos volverían a encadenar tres partidos consecutivos con victoria, encarrilando la salvación.
Este año la situación con la que jugará la UD frente al Villarreal en su feudo es muy distinta. Los de Fran Escribá no conocen aún la derrota en casa y vienes de golear por cinco a cero al Celta de Vigo, pero los de Setién tienen poco que envidiar, ya que después de un inicio histórico están séptimos y a cuatro puntos de los castellonenses.
Por estas fechas en la temporada pasada, el Villarreal tenía los mismos puntos (16) y se situaba quinto, mientras que Las Palmas era penúltimo con cinco puntos (una victoria, dos empates y cinco derrotas).
Ahora Setién vuelve a enfrentarse al equipo frente al que comenzó en el banquillo amarillo un año después, con un equipo que tiene un estilo de juego “innegociable”.
