El entrenador del CD Tenerife, Pepe Mel, ha reconocido que están obligados a ganar el próximo domingo al Deportivo de La Coruña en el estadio Heliodoro Rodríguez López, “sí o sí”, y asegura que el club le está mostrando un “apoyo ciego” pese a la mala situación que atraviesa el equipo.
El técnico madrileño ha dicho en una conferencia de prensa que se centra en lo que depende de él, que es sacar rendimiento a sus jugadores, y está al margen de lo institucional, cuando se está cociendo un probable cambio en la propiedad con la llegada del empresario tinerfeño Rayco García para sustituir a José Miguel Garrido.
Preguntado por una posible destitución de su cargo, el técnico blanquiazul ha comentado que el club ha tenido “muchos días tras la derrota de Córdoba” para haberlo hecho, y recuerda que recientemente fue renovado hasta 2026, lo que entiende como una señal de “confianza”.
Además, está “convencido” de que puede sacar adelante la difícil situación deportiva, colista de LaLiga Hypermotion, y atribuye a un “pequeño bloqueo de los jugadores” todo lo que le está sucediendo a su equipo.
En relación con los penaltis fallados, el técnico madrileño ha adelantado que en caso de que vuelvan a tener uno a favor ante el Deportivo, el encargado de lanzarlo será el centrocampista Sergio González.
Por otra parte, Mel ha informado de la importante baja de Luismi Cruz, quien no podrá volver a jugar hasta mediados de enero por un edema en un abductor, pero no quiere que sirva como excusa, aunque no esconde la importancia de su ausencia.
Para suplir al habilidoso jugador gaditano, el técnico blanquiazul deberá escoger entre jugar “con extremos puros” o con jugadores de un perfil similar al del propio Luismi Cruz, como Dani Fernández, Dylan Perera o Álvaro Romero.
Su baja se une a las de Fernando Medrano, Aitor Sanz y José Amo.
Por el contrario, Mel ha confirmado que podrá disponer del último fichaje, el guardameta catalán Edgar Badía, aunque no ha revelado si debutará el domingo.