La UD Las Palmas celebrará este sábado sus 66 años de historia con un regreso a Primera División a lo grande, en un marco como el estadio Vicente Calderón en el que intentará dejar su sello de equipo incómodo y pelear por los primeros puntos en su declarado objetivo de la permanencia.
El día más esperado de los últimos 13 años ha llegado. Justo en la efeméride de su fundación, el equipo amarillo vuelve a competir con los grandes y su estreno será precisamente ante uno de ellos, un Atlético de Madrid que se ha gastado en un solo futbolista, el colombiano Jackson Martínez, más que todo el presupuesto isleño.
La principal preocupación en la entidad grancanaria es que sus jugadores, la mayoría debutantes en Primera, se acoplen lo más rápido posible al nuevo estatus. Y es que ya en la probable primera alineación, la mitad de sus jugadores se estrenaría en la Liga BBVA.
La irregular pretemporada, con cuatro derrotas y tres de ellas ante rivales de Segunda, alimentan las dudas de cómo responderá Las Palmas en su día más trascendente desde 2002.
Paco Herrera, el entrenador del ascenso, es ahora el encargado de dejar a la Unión Deportiva en la elite a final de temporada. Y si algo le sobra al técnico catalán es experiencia. Por eso, se ha apresurado a avisar que deberá variar su alegre sistema de juego en función de los rivales, empezando desde este sábado en el Calderón.
El barcelonés ha ensayado esta semana con un dibujo de cinco defensas -tres centrales y dos laterales largos- para tratar de frenar el caudal ofensivo rojiblanco.
Así, el paraguayo Alcaraz, Aythami y Bigas formarían el eje de la zaga, de derecha a izquierda, con el cotizado David Simón y Dani Castellano en las bandas diestra y zurda, respectivamente.
Herrera quiere fortificarse por dentro, con presión, robo de balón y despliegue rápido de sus hombres, confiando en la conexión Jonathan Viera-Araujo para finalizar los ataques. Al menos eso es lo que ha estado practicando e inculcando en los entrenamientos previos a su viaje a Madrid.
El técnico no podrá contar para este primer partido con el que se presume será portero titular en la competición liguera, el sevillano Javi Varas, ni con el centrocampista argentino Juan Culio, sancionados ambos de la temporada anterior.
También es baja el lateral derecho Ángel López, lesionado de larga duración, y tampoco viajarán, por decisión técnica, el defensa zurdo Garrido, otro de los fichajes, y los isleños Tana y Jesús,
En cambio, sí lo hará el delantero Willian José, otra de las caras nuevas, aunque el brasileño será duda hasta última hora renqueante de un tobillo, motivo por el cual viajarán 19 jugadores, entre ellos el exrojiblanco Juan Carlos Valerón, aunque no será titular.
La ausencia de Varas propiciará que Raúl Lizoain esté bajo los palos, y que Dani Lorenzo, portero del filial de Tercera División, sea el suplente.
Lizoain es uno de los que se estrenarán en un escenario que hasta ahora solo había visto por televisión, como muchos otros, porque el once estará formado mayoritariamente por jugadores de la temporada anterior, a excepción de los centrales Alcaraz y Bigas, si es que Herrera no cambia de idea a última hora.
Enfrente estará el Atlético de Madrid, que reinicia este sábado su ambición y sus aspiraciones, con el comienzo de la Liga en el Vicente Calderón frente a Las Palmas con el debut oficial del colombiano Jackson Martínez y el reestreno de Óliver Torres y Filipe Luis.
Campeón de Liga hace dos años, ganador de cinco títulos con el argentino Diego Simeone, su técnico, en tres cursos y medio y sin moverse del podio del torneo en las últimas tres campañas, el equipo rojiblanco retoma la competición como algo más que una alternativa al Barcelona y al Real Madrid, pero siempre “partido a partido”.
Bajo ese precepto se mueve a ritmo de éxito el Atlético, que encara su debut después de 45 días de pretemporada; 47 sesiones de entrenamientos; cinco victorias, tres empates, una derrota, trece goles a favor y dos en contra en nueve encuentros veraniegos y con cambios en su plantilla entre ocho entradas y siete salidas.
Una reinvención más del conjunto rojiblanco, que mantiene casi toda su base del equipo de la pasada campaña, con la marcha de Arda Turan al Barcelona como única alteración en su planificación inicial de la temporada, y que se ha reforzado en casi todas sus líneas, desde el ataque hasta la defensa con más de 100 millones invertidos.
Han llegado dos delanteros (Jackson Martínez y Luciano Vietto), más la disponibilidad ya con ficha de Ángel Correa; un extremo (Yannick Carrasco); dos centrocampistas (Óliver Torres y Thomas Partey, ambos cedidos el pasado curso); un lateral (Filipe Luis) y un central (Stefan Savic) para elevar la competencia en el equipo.
Un asunto clave cada inicio de curso para el argentino Diego Simeone, cuyo primer once de la temporada sólo contará con tres de las novedades: Jackson Martínez, Óliver Torres y Filipe Luis, estos dos últimos de vuelta al equipo un año después. El resto serán jugadores que ya estaban el pasado ejercicio en el Atlético.
A Jackson le acompañará en ataque el francés Antoine Griezmann, el máximo goleador del equipo rojiblanco la pasada campaña, con 25 tantos, y en esta pretemporada, con cuatro; Óliver Torres entrará en la banda derecha para suplir a Arda y Filipe Luis recuperará el lateral zurdo que fue suyo hasta que se marchó al Chelsea en 2014.
Lo demás será similar al pasado curso: la portería, con el esloveno Jan Oblak; el lateral derecho, con Juanfran Torres; el centro de la defensa, con los uruguayos Diego Godín, recién renovado hasta 2019, y José María Giménez; el medio, con Gabi Fernández y el portugués Tiago Mendes; y la banda izquierda, con Koke Resurrección, al igual que en la delantera con la citada presencia de Griezmann.
En el banquillo o en la grada, dependiendo de la convocatoria que ofrecerá el técnico antes del duelo (de momento sólo ha descartado al brasileño Guilherme Siqueira), esperarán su debut oficial Yannick Carrasco, Luciano Vietto, Ángel Correa y Stefan Savic. Thomas Partey, otra de las entradas en la plantilla, es la única baja del equipo rojiblanco por un esguince en la rodilla izquierda.