El entrenador del CD Tenerife, Luis Miguel Ramis, recibió, este viernes, la distinción Leyenda Blanquiazul, un día antes de dirigir ante el Burgos su último partido en el estadio Heliodoro Rodríguez López, y ha manifestado que este reconocimiento supone uno de sus “mejores momentos” en la isla.
El técnico catalán ha remarcado que su idilio con el Tenerife “empezó hace muchos años” y que en este acto de despedida “se han conseguido juntar muchísimas emociones”.
“Sabía que esto iba a llegar y mi primer objetivo cuando volví para entrenar al CD Tenerife era no defraudar. Sé del arraigo de la gente con su equipo, porque lo he vivido y sentido. Esa responsabilidad estaba grabada a fuego desde que llegué. Hemos cumplido en gran medida, pero no con mi objetivo máximo -ascenso a Primera-, aunque lo perseguimos. Hay que ponerle alegría a una nueva etapa que empezará, para mí y para el club”, ha expresado en su intervención.
Ramis ha añadido que han sido “casi tres años espectaculares, de implicación de los jugadores, de cómo han creído en el mensaje. Hemos trabajado mañana, tarde y noche con un gran sentido de la responsabilidad. Hemos conseguido ver este estadio lleno, recordando los tiempos que viví como jugador. Nos vamos contentos, alegres, pero con cierto dolor por no haber podido seguir nuestro proyecto, entendiendo que forma parte del fútbol”.
El preparador tarraconense deja la puerta abierta a un posible regreso: “No sé si nos vamos a encontrar, pero yo haré por encontraros. Estoy seguro de que lo haremos y así lo voy a desear. Que tengáis muchísima suerte, sois una isla y un club especiales para nosotros y lo seréis siempre. Os queremos mucho”.
Ramis ha estado acompañado por el presidente del club, Paulino Rivero; por el capitán del equipo, Aitor Sanz; y por su excompañero en el Tenerife, el madrileño César Gómez.
Rivero ha dicho que Ramis “ha ejercido, y ejerce, un gran liderazgo, por convicción y no por autoritarismo”, destacando de él “su mesura, una cualidad que no es muy habitual en el mundo del fútbol”.
El dirigente tinerfeño no sabe si el tiempo les hará coincidir de nuevo en la entidad, pero sí sabe que “en Tenerife y en el CD Tenerife le vamos a tener respeto y cariño para siempre, aquí va a tener su casa, ha estado en dos etapas distintas al servicio de nuestro club, demostrando amor, cariño y pasión, por eso se merece con creces ser Leyenda Blanquiazul”.
Aitor Sanz, como capitán de la primera plantilla, ha expresado que el homenaje a Ramis “es más que merecido”, y ha recordado cuando llegó al equipo en una situación complicada, “con un equipo sin confianza, y su mensaje fue que no vino al Tenerife para salvarlo, sino para hacer algo grande, y lo dijo con un gran convencimiento”.
Por su parte, César Gómez ha manifestado que tuvo la suerte de ser compañero de Luis Miguel Ramis como jugador “y ahí conocí su personaje ganador, es una gran persona, y como entrenador tendrá una carrera larga y muy exitosa. Aquí ha plantado su primera gran semilla, ha conseguido que la afición vuelva a creer y va a salir como el señor que es”.