El actual presidente del CD Tenerife, Paulino Rivero, ha anunciado este viernes en conferencia de prensa que dejará el cargo antes del próximo 30 de marzo de 2025, y que en los dos años que ha estado en la entidad ha sido más importante lo que ha callado, tras encontrarse con un modelo de gestión que a su juicio estaba “condenado al fracaso”.
Rivero considera que tres meses, hasta el venidero marzo, es un tiempo “razonable” para que se produzca una “transición tranquila”, y sea relevado en el cargo por el empresario tinerfeño Rayco García, quien ahora, de forma transitoria, ostenta el cargo de consejero, tras la celebración de la Junta General Ordinaria de Accionistas el pasado martes.
El todavía presidente de la entidad blanquiazul ha subrayado que el club necesita “serenidad” y poner todo su esfuerzo “en el aspecto deportivo para tratar de salvar la categoría”, con el primer equipo en una situación muy delicada, como colista en solitario de LaLiga Hypermotion.
“Han sido dos años duros, muy complicados, muy difíciles. Accedí a la presidencia desconociendo un acuerdo de sindicación que prácticamente nos ataba de pies y manos. Ha sido mucho más importante lo que he callado que lo que he dicho en este tiempo”, ha asegurado Rivero durante su intervención.
El presidente transitorio ha añadido que prefirió callar “por responsabilidad, poniendo al club por encima de cualquier otra cosa”, y no ha escondido que cuando conoció las condiciones que daba la potestad absoluta al empresario José Miguel Garrido, detectó que era una estructura muy difícil “para gestionar una entidad”, y aunque los resultados deportivos al principio “disfrazaron” la situación, era un modelo “condenado al fracaso”.
Rivero optó por “resistir” en lugar de “abandonar el barco”, pero era consciente de que “cualquier persona normal podía intuir lo que iba a ocurrir”, la llegada de los malos resultados, por lo que la solución era “darle la vuelta desde dentro, con un trabajo silencioso” y hablar con empresarios, “básicamente con Rayco García”, para “invertir y recuperar el club para el tinerfeñismo, algo que se ha conseguido, y ahora tenemos que mirar hacia adelante”.
Por otro lado, el nuevo secretario del consejo de administración, Octavio Cabrera, ha informado de que esta mañana se ha recibido en el club un requerimiento notarial del destituido director general Santiago Pozas, en nombre de las sociedades de José Miguel Garrido, en el que solicita la convocatoria de una junta general extraordinaria, y en cuyo orden del día se incluye el cese y nombramiento de nuevos administradores.
“Esto será valorado por la asesoría jurídica del club, y se tomarán las medidas oportunas de conformidad con los estatutos de la y la Ley”, ha apuntado Cabrera, quien considera ese movimiento como “una reacción legítima del socio que ha perdido el control del club”, si bien ha reconocido que no puede “aventurar lo que pueda ocurrir” en el caso de que esa junta extraordinaria se celebre.