El Tenerife no pasa ante el Lugo de un empate irritante
El Tenerife parece metido de cabeza en la fase de la Liga en la que falla más que acierta mientras se va dejando puntos gratuitos que dos meses atrás no desperdiciaba. Este sábado fue madurando la tragedia ante un Lugo más voraz que recogió el premio del empate de la manera más inesperada: una patada dentro del área de Pomares para negociar la frustración de verse superado por Gerard Valentín y el tiro consecuente de Carrillo para dejar en tablas un duelo que incluso pudo, aunque no mereció, ganar.
Después de media Liga, hasta los rivales han descubierto cómo se puede arañar la piel de un equipo al que le sobra espíritu y le falta discurso. Es negarle el balón y comenzar los apuros para el grupo de Ramis, que se achica en lo que corre el reloj y defiende el gol –cuando es capaz de ponerse en ventaja– demasiado cerca de su portero.
El ejercicio del Lugo ante los blanquiazules retrató –como ante Girona o Real Sociedad B– que con esa propuesta juegan en el alambre. Si falla el rival y aprovechan alguna arriba, solo le da para ganar dominando el medio juego, negando remates o matando el resultado con una contra. Ninguno de esos factores obró a favor del Tenerife en una noche helada, casi sin calor ambiental, salvada por la obra de Shashoua que permitió el remate de gol de Elady.
Anocheciéndose la primera parte, el 1-0 llegó con el segundo chispazo ofensivo entre la monotonía en la que se había convertido el juego local. Dos minutos antes de ese 38 feliz, Elady hizo lo más difícil –un cambio de orientación magnífico hacia la subida de Rubén Díez– y no definió la pelota que le puso su interior derecho, en boca de gol y con el portero vencido. Dos arrebatos, al cabo, en tres cuartos de hora en los que la brillantez la puso el Lugo mientras el Tenerife estudiaba una vacuna contra la estrategia del grupo de Rubén Albés.
Jugó el Lugo fiado a la verticalidad de su trío de atacantes a la espalda de Barreiro y se le aparecieron a pares las caídas al área de Soriano, aunque la complacencia en el remate de Señé y el propio Barreiro mantuvo las tablas del inicio. Solo tras un pase de inseguridad y la posterior cesión suicida de Sipcic al portero, cayó el balón a los pies de Cuéllar (m.30) encarado a Soriano. El portero dio un paso adelante para achicar el tiro, a Cuéllar se le hizo de noche y Soriano hizo el resto con una parada prodigiosa.
Como del posible 0-1 se pasó al 1-0, pudo creer el Tenerife que tenía media victoria atada con el descanso de por medio y el ánimo crecido. Si lo creyó no lo demostró. El Lugo sacó algo en claro de los cambios –más profundidad con Chris Ramos jugando en línea con Barreiro, más frescura cuando Carrillo relevó al nueve lucense, más pelotas filtradas, definitivamente, con la aparición de Hugo Rama–, en lo que el Tenerife se iba consumiendo con los suyos.
Obligada la entrada de Pomares antes del entreacto por la lesión de Álex Muñoz, Ramis gastó su segunda ventana con Corredera y Mollejo. El uno anda lejos del conductor talentoso que es y el otro peleó en tantas pugnas como ninguna ganó. En lo que movía fichas por tercera vez –al banco un Shashoua acalambrado y un Moore insípido–, el Lugo ya se había convencido de que acabaría por tener premio, aunque antes pudo acabar con la inquietud José León (m.81) con un remate tras un córner de estrategia que debía ir adentro y cogió rumbo a los asientos de Herradura.
En otra tarde y en otra fase de la Liga, habría escapado el Tenerife del dominio de un Lugo defendiendo pegadito al área y agarrado a su portero. En esta terrorífica sesión nocturna, no contaba con que uno de los suyos se saltara el guion para tomar un protagonismo irritante. Pomares pasó de secundario a actor principal con una escena más propia de un canterano comido por los nervios. Le superó en el regate Gerard Valentín y se interpuso con una patada inverosímil que el árbitro pitó fuera del área y VAR llevó a los once metros.
Carrillo dio sentido, al fin, al argumento de Rubén Albés y el Tenerife se marchó demudado. A dos citas (una copera) de la pausa navideña y el derbi de vuelta el 2 de enero, llegará a Zaragoza tan arriba como cuarto clasificado en lo que decide el rol que pretende para el resto del campeonato.
(1) CD TENERIFE: Soriano; Moore (Mellot, m.71), Sipcic, José León, Álex Muñoz (Pomares, m.42); Rubén Díez (Álex Corredera, m.64), Larrea, Michel (Mollejo, m.64), Elady; Shashoua (Apeh, m.71) y Enric Gallego.
(1) CD LUGO: Óscar Whalley; Campabadal (Ricard, m.53), Alende, Ros, Canella; Pita (Hugo Rama, m.80); Gerard Valentín, Juanpe, Josep Señé, Cuéllar (Chris Ramos, m.52); y Manu Barreiro (Carrillo, m.69).
GOLES: 1-0, Elady (m.38). 1-1, Carrillo, de penalti (m.88).
ÁRBITRO: David Gálvez Rascón (Comité madrileño). Expulsó a Ethyan por protestas tras acabar el partido. Amonestó a Álex Muñoz (m.40), Sipcic (m.49), Shashoua (m.60), Michel (m.77) y Pomares (m.87) y a los visitantes Campabadal (m.32), Whalley (m.61) y Ricard (m.90).
INCIDENCIAS: Partido de la 20ª jornada de LaLiga SmartBank 21-22, jugado en el estadio Heliodoro Rodríguez López. 9.617 espectadores.
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