El Tenerife respira tras una victoria sufrida

El Tenerife cosechó una sufrida victoria ante un batallador pero romo en ataque UCAM Murcia, triunfo que le proporciona cierto alivio clasificatorio y deja al cuadro murciano coqueteando con la intimidatoria zona baja.

El cuadro chicharrero y el murciano estaban obligados a no escatimar medios para conseguir una importante victoria, pero cuando aún no se habían asentado en el terreno de juego, fue el visitante el que sorprendentemente, se tropezó con un gol a su favor.

Una rápida jugada por la banda derecha permitió a Collantes controlar el balón dentro del área y con un sutil toque salvar la media salida de Dani, aunque Raúl Cámara, en su desesperado intento de sacar el balón, acabó por introducirlo totalmente en su marco.

El tanto proporcionó la calma necesaria al cuadro universitario para permanecer a la expectativa de cualquier despiste o error de un nervioso e intranquilo equipo tinerfeño, y en el veinte, Collantes, desde fuera del área, le dio un gran susto, pero su tiro salió alto.

Pero este exceso de confianza del UCAM resultó peligroso, porque un balón en profundidad de Aitor Sanz desde el centro de campo, lo aprovechó Cristo para batir a Fernando con un tiro raso, una jugada vino precedida de un clamoroso error en el despeje de Morillas.

El propio Cristo fue el autor de otra tentativa en el treinta y tres, pero su seco disparo lo rechazó Fernando, y el canterano en su siguiente intervención fue providencial, puesto que en el cuarenta y tres, de tacón, asistió para que Amath, con un fuerte disparo con su pierna izquierda, remontara el partido.

Tras la reanudación los roles se invirtieron, un Tenerife mucho más contemplativo, y un UCAM Murcia empecinado en empatar, y Juanma, en el minuto cincuenta, realizó el primer intento, pero su cabezazo su fue fuera.

Poco después Vicente pudo lograr la igualada, pero su franco disparo desde el punto de penalti lo sacó desde la misma raya de gol y casi que en la cruceta un oportunista manotazo de Dani.

A partir de estos instantes, los murcianos se aferraron a la posibilidad del empate porque el Tenerife cedió terreno, y así asediaron con insistencia el área local, pero sin excesivo peligro por los reiterados fueras de juego de sus delanteros.

Este ímpetu visitante careció de lucidez en los metros finales, por lo que finalmente no pudieron remontar un adverso marcador ante un cuadro tinerfeño, que sin convencer en su juego, si que logra un triunfo que al menos le libera del acoso de los últimos puestos.