Tres puntos de oro que sirven a la escuadra blanquinegra para poner tierra de por medio con la zona de descenso, tras la contundente victoria cosechada en los instantes finales del partido.
Los de José Juan Almeida fueron superiores desde el comienzo, desperdiciando varias ocasiones claras para inaugurar la cuenta en la primera mitad, teniendo Poncho un mano a mano con Lledó, pero donde la defensa llegó a tiempo para cortar el peligro.
En la segunda mitad, los visitantes desaparecieron del campo, entregando juego y balón a los blanquinegros, que a menos de veinte minutos para el final consiguió perforar la portería asturiana.
Un centro por la banda izquierda de Roberto le cae a Pollo sólo dentro del área que envía el cuero al fondo de las mallas. Con este gol, los visitantes se echaron un poco más hacia arriba, dejando espacios en defensa que aprovechó el Vecindario.
En una internada de Yeray Ortega, su centro lo remató Moisés poniendo el segundo en el electrónico. El Oviedo dispuso de un par de oportunidades de recortar distancias, obligando a Lampón a emplearse a fondo, pero ya en el tiempo de descuento sería Maikel, quien tras otro centro de Yeray Ortega pondría el definitivo 3-0.