El equipo húngaro Alba Fehervar, que está dirigido por el exasistente del Herbalife Gran Canaria Carlos Frade y por el exdirector de Formación del Granca Raúl Rodríguez, comenzará este martes su andadura en la Eurocopa 2013-2014, que cuenta con los equipos españoles Bilbao, Valencia y Zaragoza.
Tras su periplo ACB como asistente de Pedro Martínez en el Granca y asumir el cargo de primer entrenador en los equipos de LEB Oro La Palma y Cáceres, el madrileño Frade asume la dirección del vigente campeón húngaro, un cometido para el que se ha llevado de segundo al entrenador grancanario Raúl Rodríguez. El Alba Fehervar, equipo que compite en una competición europea por primera vez en su historia, está encuadrado en el Grupo F de la Eurocopa junto a históricos del baloncesto continental como el griego PAOK de Salónica o el montenegrino Buducnost.
El combinado dirigido por Carlos Frade se estrenará en la pista del ruso Nizhny Novgorod.
“Partimos como cenicientas, pero daremos algún susto”
“Es la primera presencia europea del club y partimos como una de las cenicientas de la competición, pero daremos algún susto”, ha reconocido Raúl Rodríguez, al tiempo que ha añadido que “por trabajo e ilusión no será; afrontamos este reto para mejorar como equipo y que los jugadores adquieran experiencia”.
“La aventura de momento es fantástica”, ha subrayado Raúl Rodríguez al referirse a sus primeros meses en Hungría, al tiempo que ha agregado que “el club no para de crecer, con mucha gente detrás trabajando bajo la coordinación de Kornel David”, exjugador del Laboral Kutxa y Herbalife Gran Canaria, entre otros.
“El equipo es genial, la plantilla es muy joven -media de 23 años-, da gusto trabajar y se nota la mejoría cada día. Estamos muy contentos e ilusionados porque tenemos mucho margen para crecer”, ha dicho el grancanario.
Rodríguez ha reconocido que aceptó el desafío de entrenar en Hungría para “seguir creciendo, ganar experiencia como entrenador y trabajar el inglés”. Asimismo, el preparador satauteño, quien fuera director de la cantera del Club Baloncesto Gran Canaria durante varios años, ha admitido que “echaba de menos entrenar, pasaba demasiado tiempo en los despachos y muy poco en la cancha. Esta oportunidad se agradece”.