Málaga. 24 de abril de 2000. Última jornada de la liga regular de Martín Carpena. El CB Gran Canaria, bajo la denominación de Canarias Telecom y con Manolo Hussein al frente, hace historia en del Sol. Derrota al Unicaja Málaga (63-68) y logra, por primera vez en su historia, su pase para los play-offs por el título. Ahora, casi siete años después, el Granca (con la compañía de Grupo Dunas como patrocinador) regresa a orillas del Mediterráneo para alimentar un poco más su leyenda: lograr su primer triunfo en una fase final de del Rey. En frente, este viernes, 20:00 horas, por La2 de Televisión Española, tendrá al rival más fuerte, el Real Madrid: líder intratable de y favorito, en todas las apuestas, para ganar el torneo.
Los entrenadores de apuestan por el Real Madrid como favorito para ganar del Rey. Los jugadores también otorgan ese papel al equipo blanco. Los entendidos en baloncesto ni siquiera discuten a los anteriores. Y en las casas de apuestas se paga poco por un triunfo merengue, señal inequívoca que la escuadra que entrena Joan Plaza es señalada por todos como la gran aspirante a lograr un título que ha levantado en 22 ocasiones (más que ningún otro club), pero que se l resiste desde 1993, cuando, con Arvydas Sabonis al frente y Clifford Luyk en el banquillo, derrotó al Joventut en A Coruña (74-71).
Ante esta situación, con el rival más fuerte como pareja de baile en la primera ronda, al Gran Canaria Grupo Dunas le toca repetir hazaña en Málaga. Incapaz de ganar un solo partido en sus cuatro participaciones anteriores en la fase final de una Copa del Rey, el conjunto claretiano se presentará en el pabellón Martín Carpena con un reto mayúsculo y tremendo ante sí: batir al Real Madrid, el club de baloncesto más laureado de Europa, para alcanzar las semifinales del torneo.
El último antecedente entre ambos equipos se saldó con un claro triunfo del Real Madrid. El duelo tuvo lugar, el pasado 3 de diciembre, en el Centro Insular y ganó el equipo blanco (68-80). Aunque la cita reflejó la evidente superioridad merengue, su recuerdo sirve de poco. Tal vez sólo para dejar unas bases de las aparentes distancias que marcan los presupuestos de ambas entidades. Dos meses de competición después, ambos conjuntos han evolucionado de manera diferente.
En el Granca, tras aquel meneo del Real Madrid, asomaron la cabeza Jackson Vroman y Jimmie Hunter (los dos, claves en el resurgir y posterior clasificación del cuadro claretiano para del Rey). La eclosión de ambos jugadores ha aumentado el potencial ofensivo que maneja Salva Maldonado (técnico del equipo). Vroman, pívot, ha revalorizado la rotación interior amarilla, en la que además Sitapha Savané empieza a mostrar su mejor nivel. Hunter, escolta, ha dado al Gran Canaria Grupo Dunas un plus ofensivo al conjunto insular con su enorme capacidad para dibujar, trazar e inventar sus propios tiros y canastas.
Cuando se dispara el desorden, cuando todo salta por los aires y todo se desencaja, nada mejor que contar en tus filas con un tipo como Snap Hunter. Y hasta ahí es hacia donde, tal vez, deberá llevar el Granca su duelo con el Madrid: hacia el caos, hacia un final de partido igualado, hacia una circunstancia inesperada para el gran favorito de la competición. En definitiva, hacer sentir incómodo al Real Madrid, el mejor de con 18 triunfos en 20 jornadas, el mejor ataque, la tercera mejor defensa, el conjunto con mejor valoración. El más grande. El gran favorito.
La defensa, el tiempo y los rebotes
El último choque ante el Barça fue un buen ejercicio de preparación para el Gran Canaria Grupo Dunas, a pesar de las notables distancias que ahora mismo hay entre el conjunto azulgrana y el Real Madrid. Ante el cuadro de Dusko Ivanovic, el Granca recuperó dos de sus grandes virtudes: la defensa (dejó al Winterthur FC Barcelona en 70 puntos tras 45 minutos de juego) y el brillo colectivo (cuatro jugadores anotaron 10 o más puntos). Para ganar este viernes, deberá mantener la misma línea.
Ante el Real Madrid, cuyo talón de Aquiles se encuentra en los rebotes defensivos (es el tercer equipo con peores registros de ) será vital mantener unos niveles de defensa elevados y manejar el tiempo de partido, ese intangible que también controlan los dos bases blancos: Raül López y Kerem Tunçeri. Incómodos los dos, el equipo blanco perderá potencial. Eso será tarea del debutante Mario Fernández y el errático Marcus Norris.
Pero Joan Plaza, ante todas las trampas que le pueda plantear el Granca, contará con suficiente arsenal para resolver a su favor cualquier contratiempo. Su principal estilete, el faro de su equipo, se llama Louis Bullock. El escolta de Washington, con menos participación que en anteriores temporadas, presenta los mejores números de su carrera: 17 puntos por partido, en 25 minutos de juego, con 18,8 puntos de valoración. Y si no funciona Sweet Bullock, lo harán Charles Smith, Axel Hervelle, Marko Milic, Blagota Sekulic o Felipe Reyes. Casi nada.
Así que, ante este panorama, al Granca, ante tanto posible, scouting, números, estadísticas y demás historias, sólo le quedan dos posibilidades: jugar bien al baloncesto o encomendarse al espíritu de aquel Canarias Telecom que asaltó el Martín Carpena en 2000, con Berni Hernández, Jorge Racca, Brian Clifford, Deon Thomas, Berni Tamales o David Word en sus filas. Escéptico ante cualquier tipo de esoterismo, me quedo, como Pepu Hernández, con el ba-lon-ces-to. En eso, a pesar del dinero, los guarismos y las estrellas, el Gran Canaria Grupo Dunas puede ser mejor que el Real Madrid. Seguro. ¿Qué se apuestan?