Lo que se auguraba que iba a ser una fiesta deportiva, en la que la selección de Canarias reaparecía tras más de cinco años de ausencia en este tipo de amistosos, quedó ensombrecida por los lamentables altercados que se produjeron en los exteriores del recinto de Siete Palmas.
Varios jóvenes llegados desde Tenerife protagonizaron una revuelta que atemorizó a los viandantes que se encontraban por la zona capitalina y que causó una trifulca con gente residente en Gran Canaria. La Policía Nacional (UPR) y la Policía Local (GOIA) se vieron obligadas a utilizar la fuerza ante la exaltación de ambos grupos y en un intento de que los incidentes no fueran a mayores.
Coches, escaparates de comercios, papeleras, contenedores... estuvieron en el punto de mira de los enfurecidos ultras tinerfeños, que se empeñaron en sembrar el caos en una jornada que, a priori, no tenía por qué destacar por asuntos desagradables. Al contrario.
Dentro del Estadio de Gran Canaria, el partido se desarrolló con normalidad; un amistoso en el que Canarias derrotó a la mundialista (Alemania 2006) Angola por 2-0, con tantos de Adrián Martín (min 39) y Jorge Larena (min. 47).