Fiel a su proverbial locuacidad, Manolo Martínez volvió a demostrar este jueves que los convencionalismos y los discursos estereotipados no van con él. El alicantino se precia de llamar a las cosas por su nombre y en cada comparecencia ante los medios deja algún titular significativo.
En esta ocasión, y al ser preguntado acerca de los errores puntuales cometidos en los últimos partidos a domicilio y que han costado un buen número de puntos, el centrocampista del CD Tenerife tampoco se lo pensó dos veces. “Yo al que falle me lo cargo”, dijo, “si yo fuera entrenador, al que fallase me lo cargaría”, insistió ante la incredulidad del personal, poco acostumbrado a semejante grado de sinceridad en los tiempos que corren.
Y es que el jugador cedido por el Nástic reconoció que la derrota ante el Ciudad de Murcia del pasado fin de semana “me ha dejado tocadísimo; ha sido una semana muy complicada”.
Manolo llegó a aseverar que “si los partidos durasen 80 minutos estaríamos entre los seis primeros”, y achacó los fallos en las acciones a balón parado a “falta de concentración, responsabilidad y confianza en esas jugadas. Es algo personal; hay falta de control en esas situaciones”, especificó.
Por último, y ante la cuestión de si firmaría un empate este domingo ante el Poli Ejido, el central alicantino no dudó a la hora de responder que “un empate es malísimo. Para firmar un empate le digo al entrenador que no me saque a jugar”, afirmó antes de comentar que “un empate en casa no vale para nada”.