Agustín Medina ya es, de manera oficial, presidente del CB Gran Canaria. Y, en su primera comparecencia como dirigente de la entidad claretiana, señaló el gran reto de su mandato: convertir a la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) en una empresa autosuficiente. “Y si no lo consigo será un fracaso mío”, puntualizó.
Medina, que se incorpora al consejo de administración del Granca junto a José Juan Campos (vicepresidente), Francisco Acosta, Francisco Rodríguez, Eduardo William, Carmelo Batista, Manuel Dévora o Ljubo Milutinovic, ha ofrecido la dirección general de la entidad a Himar Ojeda, que ha solicitado un plazo de 48 horas para tomar una decisión.
Además, el despacho de Murli y Asociados (Aníbal Santana estuvo presente en el acto como representante de la oficina) ejercerá como asesor externo (no remunerado) del consejo de administración. Dentro del nuevo organigrama, Eduardo William será el responsable del departamento de nuevas tecnologías, mientras que Ljubo Milutinovic asesorá en materia de medicina deportiva.
En el área de comunicación, Medina anticipó que, en breve, espera cerrar la incorporación de dos periodistas (Amado Moreno y José Hernández, ambos prejubilados; al igual que el presidente y dos nuevos directivos) que no añadirán carga económica en el apartado de gastos.
Minutos después de ser designado como presidente del CB Gran Canaria, Medina compareció en rueda de prensa junto a José Armas (presidente de la Federación Gran Canaria de baloncesto), Óscar Hernández (consejero de Deportes del Cabildo) y Francisco Acosta y Francisco Rodríguez, dos de los nuevos integrantes de la directiva amarilla.
“Decisión visceral”
En su presentación, Medina -que tuvo palabras de elogio y agradecimiento a Lisandro Hernández, su antecesor en el cargo y al que calificó como “un lujo”- admitió que llega a la presidencia del Granca por “una decisión visceral, no por algo racional”. “La cabeza -agregó- me decía que no pisase esto y el corazón que tenía que venir sí o sí. Y aquí estoy”.
“En un principio -añadió- no quería regresar al club -en una primera etapa fue vicepresidente- porque soy de los que piensa que segundas partes no son buenas, pero también quería volver porque mi primer paso por la entidad, para mí, se había cerrado mal, en falso”.
Anticipó el nuevo dirigente que su consejo de administración apuesta por “un modelo de gestión distinto” al que se emplea de forma habitual en las entidades deportivas. “El reto es ser autosuficiente. Y si no lo consigo será un fracaso mío”, explicó al mismo tiempo que subrayó que “en el Cabildo no ha se ha discutido la supervivencia del Club Baloncesto Gran Canaria”.
Consenso político
Medina agradeció “el pacto de no agresión” que ha imperado entre las fuerzas políticas con presencia en el Cabildo. “No se ha utilizado el club como arma arrojadiza. La apuesta por esta entidad es firme y va más allá de 2014, fecha en la que se disputará el Mundobasket”, afirmó.
A nivel deportivo, el nuevo presidente del Granca fija “los mismos objetivos” de los últimos años sin renunciar “incluso a mejorar”. “Pero determinar una meta tendrá una correlación directa con la situación económica del club, ya que sin recursos no se podrá confeccionar un equipo competitivo”.
Medina afirmó que, durante las negociaciones para asumir el cargo, expuso a los consejeros del Cabildo que “no me fío de los políticos”, aunque destacó que “estoy aquí por Óscar Hernández y Luis Ibarra [consejeros del Cabildo de Deportes y Hacienda, respectivamente]” y adelantó que “si no se cumplen mis condiciones, me voy”.