Las hermanas María y Pilar Caba Hernández, regatistas del Real Club Náutico de Gran Canaria y flamantes campeonas de Europa de 420 en la competición celebrada en Atenas, podrían no acudir al Mundial que se disputará en diciembre en Australia debido al elevado coste que supondría participar.
María, patrona que a sus 20 años estudia segundo de Medicina, y la tripulante Pilar, de 22 y licenciada en Ingeniería Industrial, aseguran a Efe que habían entrenado mucho y tenían como objetivo ganar el Europeo, aunque todavía no se lo terminan de creer.
“En las pasadas Copa de España y Campeonato de España también tuvimos opciones de vencer, pero por pequeños detalles o por mala suerte no lo conseguimos. En este Europeo rendimos al máximo durante los seis días y tuvimos mucha regularidad, y nos llegó este premio después de tanto sacrificio”, señala María.
“La diferencia con las otras tripulaciones en Grecia fue que nosotras nos hemos sabido entender muy bien y compenetrarnos al máximo, y al ser hermanas también lo hemos disfrutado mucho más”, añade la patrona.
María y Pilar, que actualmente disfrutan de sus vacaciones en Almería, de donde es natural la familia de su padre, tienen perfectamente definidas las funciones que realizan en su embarcación, donde aseguran llevarse igual de bien que fuera de la misma.
“Intentamos que la toma de decisiones sea conjunta, pero al llevar yo el timón tengo la última palabra. Me encargo más de la estrategia y Pilar es la que se cuelga y se encarga de mantener el barco plano, así como de las maniobras con la tercera vela (el spy). Lo vital es la compenetración, porque las dos tenemos la misma importancia”, comenta María.
Las hermanas Caba Hernández, que entrenan habitualmente en aguas de la capital grancanaria, pensaban que en Grecia competirían con mucho viento y se prepararon para afrontar esas condiciones, y pese a trastocarse sus planes salieron victoriosas.
“Cuando empezamos a competir en Atenas se fue el viento y nos encontramos con todas las condiciones posibles. Generalmente navegamos bien con cualquier condición y esa fue una de las claves de nuestro triunfo, porque con algo de viento o sin él siempre estuvimos en la parte alta”, manifiesta Pilar.
“Es verdad que tuvimos presión y nervios al situarnos ahí arriba, pero fuimos conscientes de que como hermanas nos conocíamos mejor que nadie y que debíamos aprovechar nuestros puntos fuertes”, indica la tripulante.
En el capítulo de reconocimientos por este título europeo, María y Pilar se acuerdan especialmente de sus padres (Víctor y Pilar), así como de su entrenador, Aarón Sarmiento, olímpico en Pekín 2008 con Onán Barreiros.
“Aarón ha sido clave en estos últimos años, porque nosotras ya tuvimos como entrenador en la base a Pacuco Díaz. Aarón tiene una gran preparación y nos hemos entendido muy bien con él, y nos ha hecho mejorar como deportistas e incluso como personas”, reconocen.
Las hermanas Caba pensaban dejar la vela a finales del presente año, aunque este relevante logro las ha motivado a replantearse esa decisión, más aún cuando el campeonato de España de 2018 se celebrará en Gran Canaria.
“A más corto plazo está el Mundial en Australia, en diciembre, donde querríamos participar, aunque tiene un coste de unos 4.000 euros por persona. No sabemos si el Club Náutico nos podrá apoyar ni si podremos conseguir patrocinadores, porque está claro que nuestro padre no podrá pagarnos todo”, dicen las hermanas.